Arte bajo los palos
La carrera como portero del escultor Eduardo Chillida marca su obra La mayor¨ªa de las manifestaciones creativas sobre f¨²tbol son fotograf¨ªas
La porter¨ªa, ese ansiado objeto de deseo que todo jugador quiere alcanzar y que todo guardameta quiere proteger, fue una de las musas del artista Eduardo Chillida (San Sebasti¨¢n, 1924-2002), portero de la Real Sociedad durante la temporada 1942-1943. Tuvo que abandonar el deporte tras una lesi¨®n de rodilla que arrastr¨® toda su vida. La posici¨®n que ocupaba en el terreno de juego marc¨® la carrera art¨ªstica del donostiarra. "La porter¨ªa y el ¨¢rea son la ¨²nica zona tridimensional de un campo, el espacio m¨¢s activo. El objetivo es meter gol y es el arquero el que analiza todas esas situaciones espacio-temporales". De esta manera explica Luis Chillida, hijo del escultor, c¨®mo recordaba su "aita" ¡ªpap¨¢ en euskera¡ª su misi¨®n como guardameta.
El f¨²tbol qued¨® representado en la obra de Chillida tanto en los dibujos con l¨ªneas y formas que evocan la relaci¨®n del campo con la porter¨ªa, como en sus grandes obras p¨²blicas, que requieren un importante trabajo en equipo, igual que en el deporte. El Peine del viento, una de sus esculturas en San Sebasti¨¢n, es labor de ingenieros, arquitectos, trabajadores de obra, forjadores; todos con el mismo fin. Pero el hijo del artista remarca la obligaci¨®n de su padre como autor: "Es como la responsabilidad del portero: el fallo de un jugador se puede suplir, pero el de un guardameta significa que te meten un gol".
La porter¨ªa es tambi¨¦n protagonista de la serie Campos de f¨²tbol de los fot¨®grafos Mar¨ªa Bleda (Castell¨®n, 1969) y Jos¨¦ Mar¨ªa Rosa (Albacete, 1970), ganadores del Premio Nacional de Fotograf¨ªa en 2008. Es el elemento com¨²n. "Sintetiza la esencia de un campo y posee la carga escult¨®rica", explican. Fue su primera obra en com¨²n. Fotografiaron terrenos de juego vac¨ªos a la salida de cualquier pueblo. Eligieron lugares cercanos a ellos tanto geogr¨¢fica como sentimentalmente. Im¨¢genes en las que se respira el poco uso; siempre hay una porter¨ªa, el bastidor que enmarca la escena, bajo el que se celebrar¨ªan goles en otra ¨¦poca. Instant¨¢neas en las que nunca aparece la figura humana. Se oye el silencio. Est¨¢n cargados de memoria, del paso del tiempo.
Bajo la porter¨ªa, elemento constante en las representaciones art¨ªsticas del f¨²tbol, vuela un seminarista que se lanza a parar la pelota. Fue el momento captado por el fot¨®grafo Ram¨®n Masats (Caldes de Montbui, Barcelona, 1931) en 1960, durante su visita al seminario de Madrid para hacer un reportaje. No quiso perder la oportunidad de plasmar aquellas sotanas negras jugando al f¨²tbol. Esper¨® detr¨¢s de la porter¨ªa hasta que tuvo la imagen que quer¨ªa. "Cuando haces una buena foto lo sientes en el coraz¨®n", dice Masats, al que se le acaba de conceder el Premio PhotoEspa?a 2014 a toda su carrera fotogr¨¢fica. Aunque alguna vez haya captado im¨¢genes de f¨²tbol, reconoce que no le atrae fotogr¨¢ficamente. De hecho, comenta que est¨¢ un poco aburrido de que siempre le hablen de la misma foto. A ¨¦l le gustaba cargar con la c¨¢mara ¡ª"los equipos de antes pesaban"¡ª y caminar buscando algo que le llamara la atenci¨®n. Tambi¨¦n en los sesenta sac¨® la foto en la que una cabra observa un partido de f¨²tbol. "Paseando por las afueras de Madrid, me encontr¨¦ esa escena y la tom¨¦". Su intenci¨®n era que la escena del fondo, aunque desenfocada, se distinguiera. Pero, en general, no le parece un deporte pl¨¢stico.
Cuando haces una buena foto lo sientes en el coraz¨®n Ram¨®n Masats, Premio Nacional de Fotograf¨ªa 2004
Y no es el ¨²nico. Los grandes artistas del siglo XX solo han mostrado algo de inter¨¦s por el f¨²tbol en su obra en momentos puntuales. Se sabe que Mir¨®, Dal¨ª y Picasso eran seguidores del Barcelona. Este ¨²ltimo realiz¨® a principios de los sesenta una serie de esculturas dedicadas a diversos deportes, entre las que figuraba un futbolista. Mir¨® y Dal¨ª crearon sendos carteles para la celebraci¨®n de los 75 a?os del club azulgrana, y Antoni T¨¤pies dise?¨® el del centenario del Bar?a. Tambi¨¦n Andy Warhol, uno de los m¨¢ximos representantes del arte pop, no pudo dejar de incluir a Pel¨¦, delantero brasile?o, entre sus famosas series de retratos.
Ilia Gal¨¢n, profesor de Est¨¦tica y Teor¨ªa del Arte de la Universidad Carlos III de Madrid, interpreta el f¨²tbol como una obra de arte total: hay m¨²sica, danza y colorido. Aunque reconoce que no se valora desde el punto de vista est¨¦tico. Le parece un fen¨®meno curioso, teniendo tantos seguidores: "Hay pocos autores de calidad que trabajen sobre este deporte. Se valora como un entretenimiento para las masas, algo populachero".
El fot¨®grafo uruguayo Leo Barizzoni (Montevideo, 1971) confirma que, aunque la tendencia est¨¢ cambiando, no estaba bien visto que un deporte b¨¢sico captara la atenci¨®n de los intelectuales y artistas. Justo es esto lo que le atrae a ¨¦l. Este fot¨®grafo uruguayo acaba de publicar?F¨²tbol (editorial Santillana), un libro en el que se muestran instant¨¢neas de gente que juega en la calle. El f¨²tbol fuera del campo, el f¨²tbol que impregna a cualquier sociedad. "Esta ma?ana iba por la rambla con un fr¨ªo espectacular, aqu¨ª en Montevideo. De repente, a trav¨¦s de la neblina, vi a dos chicos jugando bajo dos arquitos en la playa". Encuentra arte en el f¨²tbol callejero y en el profesional: "Hay goles que tendr¨ªan que tener copyright".
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