?Qui¨¦n pagar¨¢ los registros?
La reforma del Registro Civil exige una reflexi¨®n mayor para evitar problemas
Seg¨²n ha declarado el ministro Ruiz-Gallard¨®n en el Senado, el Registro Civil lo llevar¨¢n los registradores mercantiles y el servicio ser¨¢ gratuito para los usuarios.
El Registro Civil funciona deficientemente y, por ello, genera m¨¢s de la mitad de las quejas de los ciudadanos. Ante esta situaci¨®n, el ministerio debe haber reflexionado sobre las razones por las cuales se ha llegado a esta situaci¨®n. Son dos: a) Desde mediados de los a?os ochenta del pasado siglo, el Registro Civil no lo pagan los usuarios ni siquiera en parte, sino los contribuyentes ¡ªel hecho de que no lo paguen los usuarios no significa que sea gratuito¡ª; b) Los Presupuestos Generales del Estado no dedican recursos suficientes para un buen funcionamiento del Registro Civil. La pol¨ªtica de recortes de gasto p¨²blico dificulta, adem¨¢s, que se asignen recursos suficientes, al menos a corto plazo.
La conjunci¨®n de ambas causas ha determinado la desastrosa situaci¨®n actual. De estas dos razones, la principal es la primera. Es un lugar com¨²n que los bienes y servicios de determinadas caracter¨ªsticas, si son de ¡°acceso libre¡±, tienen un destino tr¨¢gico. Su final est¨¢ escrito y, por ello, la situaci¨®n del Registro Civil no puede sorprender a nadie.
Los registros de la propiedad y mercantiles, por el contrario, no los pagan los contribuyentes sino los usuarios. Eso, por una parte, evita el ¡°abuso¡± de tales servicios ¡ªexcepto en aquellos casos en los que el precio es demasiado bajo¡ª y, por otra, evita la infrainversi¨®n. En efecto, los registradores de la propiedad y mercantiles deben dedicar los recursos obtenidos a la organizaci¨®n del servicio en los t¨¦rminos marcados por las leyes y reglamentos, lo que les obliga a invertir y, adem¨¢s, a hacerlo de un modo eficiente, pues, de lo contrario, pueden incurrir en responsabilidad y, adem¨¢s, no obtendr¨¢n rendimiento alguno por su actividad.
Dado que los precios satisfechos por los usuarios no ingresan en los presupuestos generales su nivel no se fija en funci¨®n de las necesidades recaudatorias del Estado sino del requerido por el tipo de servicio que se desea prestar.
El mayor riesgo es organizar servicios caros y de mala calidad
Todo esto hace que los precios de los servicios registrales corran un riesgo inverso, que es el de bajarlos excesivamente, por razones de oportunismo regulatorio. No debe olvidarse que el Gobierno, desde que se aprobaron los vigentes aranceles de los registros de la propiedad, por ejemplo, los ha bajado en 36 ocasiones. Si hubieran sido tasas, probablemente habr¨ªa subido su importe igual n¨²mero de veces, como ha sucedido, sin excepci¨®n, con todas las tasas. El servicio ser¨ªa, adem¨¢s, de peor calidad: en suma, tendr¨ªamos registros de la propiedad y mercantiles caros y de mala calidad.
Tiene sentido que el ministerio piense en asignar la gesti¨®n del Registro Civil a los registros mercantiles¡ si lo que quiere es sustituir el modelo gestor del Registro Civil por el del Registro Mercantil. A pesar de sus notables diferencias, ambos son registros de personas: f¨ªsicas, el primero; jur¨ªdicas, el segundo. Por ello, m¨¢s parecidos entre s¨ª que con el Registro de la Propiedad, cuya finalidad consiste en conseguir que los derechos reales sobre bienes inmuebles sean seguros y las transacciones ¡ªque en una econom¨ªa de mercado son impersonales¡ª, ¨¢giles, produciendo para el mercado el conocimiento necesario para que la agilidad pueda conseguirse sin merma de la seguridad.
Sucede, sin embargo, que el ministerio quiere que el Registro Civil siga siendo gratuito para los usuarios¡ y ¡ªhe aqu¨ª la novedad¡ª tambi¨¦n para los contribuyentes. ?Qui¨¦n pagar¨¢, entonces, el coste del servicio? Pues si el servicio lo asumen los registros mercantiles, lo pagar¨¢n los usuarios del Registro Mercantil. En efecto, a partir de ahora, quien vaya al Registro Mercantil a inscribir una sociedad, depositar unas cuentas, etc¨¦tera, estar¨¢ pagando, al mismo tiempo que el servicio que solicita, la inscripci¨®n de un matrimonio civil de otras personas o la inscripci¨®n del r¨¦gimen econ¨®mico matrimonial que hayan pactado. Los contrayentes habr¨¢n pagado, al Ayuntamiento o al notario, por el matrimonio y, en su caso, por la escritura de capitulaciones, pero la inscripci¨®n en el Registro Civil deber¨¢ pagarla el usuario del Registro Mercantil. Sobran los comentarios.
Prescindiendo de los problemas que esta soluci¨®n plantea desde la perspectiva del Derecho de la Uni¨®n Europea ¡ªy de los que, sorprendentemente, el ministerio parece no ser consciente¡ª, as¨ª como de la irracionalidad de la propuesta, lo peor de todo es que no cambia el modelo gestor, causa principal del deficiente funcionamiento del Registro Civil. Los registros de la propiedad y mercantiles no funcionan mejor que el Registro Civil porque los registradores sean especialmente diligentes y los responsables del Registro Civil especialmente negligentes, sino porque los primeros tienen un buen modelo organizativo y gestor mientras que los segundos no lo tienen. Si lo tuvieran, los registros civiles funcionar¨ªan mucho mejor de lo que funcionan sin necesidad de cambiar de manos. Esta es la realidad que el ministerio no quiere asumir.
Desafiar la racionalidad econ¨®mica afecta al inter¨¦s p¨²blico
Puede admitirse que no todos los servicios del Registro Civil los deban pagar los usuarios ¡ªverbigracia: nacimientos o defunciones¡ª, pero no se entiende por qu¨¦ no deben pagar otros ¡ªverbigracia: los contrayentes, la inscripci¨®n de su matrimonio civil o de sus capitulaciones matrimoniales, o las certificaciones¡ª, m¨¢xime cuando ha regulado que determinados servicios, como el coste de la tramitaci¨®n de la adquisici¨®n de nacionalidad, sea satisfecho por los solicitantes a los notarios y al Instituto Cervantes, por ejemplo. Tampoco se entiende por qu¨¦ no se ampl¨ªa el ¨¢mbito funcional del Registro Civil, de modo que ¡ªvoluntariamente¡ª sea posible inscribir determinados actos o negocios jur¨ªdicos (por ejemplo, seguros de vida, planes de pensiones, revocaci¨®n de poderes de personas f¨ªsicas), lo que redundar¨ªa en una mayor utilidad social del Registro Civil y facilitar¨ªa su financiaci¨®n.
Los economistas saben que cuando se introduce una moneda de mala calidad acaba devorando a las monedas buenas. Del mismo modo, si se asigna el Registro Civil al Registro Mercantil, sin modificar su estatuto organizativo y ¡ªsobre todo¡ª gestor, asimil¨¢ndolo a este ¨²ltimo ¡ªcon las excepciones referidas¡ª, me temo que el resultado previsible ser¨¢ que no solo funcionar¨¢ mal el Registro Civil sino tambi¨¦n el Registro Mercantil. Y eso es algo que el mercado no permitir¨¢, por lo que, previsiblemente, exigir¨¢ una organizaci¨®n distinta del Registro Mercantil.
A estas alturas nadie deber¨ªa dudar que desafiar la racionalidad econ¨®mica tiene unas consecuencias inevitables y nada deseables desde la perspectiva del inter¨¦s p¨²blico. A¨²n hay tiempo para la reflexi¨®n.
Fernando P. M¨¦ndez Gonz¨¢lez es es vocal de Relaciones Internacionales del Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles.
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