Legitimarse
Creo que ser¨ªa bueno que Felipe VI promoviera o impulsara un refer¨¦ndum sobre la forma de Estado
Leo el n¨²mero especial de El Pa¨ªs Semanal sobre Felipe VI y voy m¨¢s all¨¢ en los planes de futuro de la Monarqu¨ªa plante¨¢ndome una serie de cuestiones acerca de lo sucedido en los ¨²ltimos d¨ªas. No dudo de la legalidad de su proclamaci¨®n como Jefe del Estado. Todo se ha hecho como manda la Constituci¨®n, y as¨ª debe ser. No obstante, creo que ser¨ªa bueno que Felipe VI promoviera o impulsara un refer¨¦ndum sobre la forma de Estado. Es algo que le engrandecer¨ªa y supondr¨ªa una forma de legitimarse en el puesto por v¨ªas democr¨¢ticas. Esta consulta ser¨ªa una de las muchas preguntas que se podr¨ªan plantear en una reforma agravada de la Constituci¨®n, que es lo que se necesita en estos tiempos.
No discuto su legitimidad, como hacen muchos ahora que se declaran republicanos, pero no saben qu¨¦ tipo de rep¨²blica quieren. Desde luego Felipe sabe que tiene que ganarse el apoyo de la sociedad espa?ola para con una instituci¨®n a la que la corrupci¨®n ha golpeado de forma rotunda en los ¨²ltimos a?os, y para ello ser¨ªa bueno que promoviera en los pr¨®ximos a?os de forma valiente y decidida la cuesti¨®n sobre la forma de Estado. Estoy convencido de que la ganar¨ªa y se consolidar¨ªa.
Y siendo pragm¨¢ticos y utilitaristas, prefiero una Monarqu¨ªa constitucional refrendada con Felipe a una Rep¨²blica con Aznar de presidente. Prefiero a un jefe de Estado que no pinte nada en cuestiones de gobierno a un presidente de la Rep¨²blica con competencias ejecutivas y cada dos por tres obligado a cohabitar con jefes de Gobierno de otro color.
Miedo al futuro
Julia Navas. Correo electr¨®nico
Somos arquitectos levantando barreras a nuestro alrededor; s¨®lidas murallas de autoenga?o y miedos que nos acaban atrapando, incomunicando; ciegos a la realidad. Acomodamos esa vivienda de tal manera que la angustia y el sufrimiento acaban siendo parte de la decoraci¨®n. Por las paredes cuelgan el resentimiento y el miedo a afrontar un futuro incierto, y nos encogemos en el sill¨®n de lo ¡°m¨¢s vale conocido¡¡±. A trav¨¦s de clarificadores ejemplos, Jenny Moix nos recuerda en el art¨ªculo titulado Barreras invisibles (22-6-2014) lo f¨¢cil que nos resulta aconsejar a los dem¨¢s, encontrar, si no grandes soluciones, s¨ª peque?os pasos hacia una puerta por donde escapar de ese cautiverio.
Lo sabemos; alguna vez lo hemos dicho a alguien que pasa por un mal momento: ¡°De todo se sale¡±. Pero cuando nos toca, esa m¨¢xima s¨®lo nos suena a frase hecha. En esa lucha por derribar en un momento lo que hemos levantado poco a poco, recibiremos cr¨ªticas, incomprensi¨®n y hasta rechazo. Pero llega un instante en el que tenemos que ser conscientes de que no son los dem¨¢s lo que se est¨¢n ahogando, sino uno mismo y los n¨¢ufragos que nos acompa?an. Como se nos recuerda en la ¨²ltima frase de este art¨ªculo: ¡°¡ el mundo es ancho, muy ancho¡±.
Divina vena sarc¨¢stica
M¨®nica Bardi. Correo electr¨®nico
Siempre leo a Javier Mar¨ªas y normalmente ¨¦l expresa correctamente articulado y bien fundamentado el sentir de muchos sufridos habitantes de este pa¨ªs, a juzgar por las respuestas al director. Y adem¨¢s recuerdo lo que me impresion¨® su padre, Juli¨¢n Mar¨ªas, cuando lo vi en mi lejana Argentina en la televisi¨®n de blanco y negro. Cuando uno lee al se?or Mar¨ªas hijo piensa: ¡°?Uf, qu¨¦ alivio, alguien que lo diga!¡±. Por ejemplo, lo del Rey que traicion¨® al franquismo. De eso, muchos ni de acuerdan.
El d¨ªa 22 de junio, Javier Mar¨ªas opin¨® sobre Monarqu¨ªa o Rep¨²blica (c¨®mo no en estos d¨ªas) en un art¨ªculo titulado Ecuanimidad o histerismo.
Lo que nunca hab¨ªa ocurrido, ocurri¨®. Lo que le¨ª me hizo re¨ªr mucho, pero much¨ªsimo, hasta el punto que pude remontar un domingo gris¨¢ceo. Habitualmente sus escritos no me hacen re¨ªr, pero esta vez la iron¨ªa, los datos aportados con sus comentarios absurdos y la comicidad de los ejemplos me han hecho morir¡ ?hilarante! La vena sarc¨¢stica le va divina, Javier, no la abandone, que si no se va a parecer a Julio Anguita, y usted no querr¨¢ eso, ?no? Usted mismo lo ha dicho, y vaya por delante mi gran admiraci¨®n a Julio Anguita, aunque a veces pontifique demasiado¡ Es que algunos izquierdistas parecen, en realidad, izquierdosos, sin que yo pueda especificar exactamente a qu¨¦ corresponde esta palabra. Creo que ser¨ªa algo as¨ª como de izquierdas pero acr¨ªtico, ideologizado, despegado de la realidad.
Yo tambi¨¦n querr¨ªa como candidato republicano a Vicente del Bosque. ?Y si lo convencemos? Bueno, si no podemos, mejor quedarnos con Felipe VI. Inspira m¨¢s confianza que muchos de nuestros pol¨ªticos. Mientras vemos qu¨¦ pasa y sobrevivimos con optimismo... ?no se le ocurra jubilarse, se?or Mar¨ªas!
?Lo ha clavado!
Luis Carlos Crespo. Correo electr¨®nico
Despu¨¦s de leer su colaboraci¨®n en El Pa¨ªs Semanal del 22 de junio de 2014 (Ecuanimidad o histerismo), mi pereza para felicitarle, que en m¨²ltiples ocasiones he deseado realizar, se ha desvanecido. Cuando uno ve por escrito lo que est¨¢ pensando, experimenta la gratificaci¨®n de creer que est¨¢ cuerdo. En mi opini¨®n, lo ha clavado se?or Mar¨ªas.
Si tuvi¨¦ramos una Rep¨²blica
Avelino Garc¨ªa Rodr¨ªguez. Correo electr¨®nico
Soy un asiduo comprador y lector de su diario y querr¨ªa que trasladasen mi felicitaci¨®n al se?or Javier Mar¨ªas por su art¨ªculo en El Pa¨ªs Semanal del d¨ªa 22 de junio.
Suelo estar de acuerdo con la mayor¨ªa de las apreciaciones que vierte en sus textos, y el escrito publicado esta semana me ratifica en mi opini¨®n.
Tengo 50 a?os y hace varios ya que traslado a mis amigos y compa?eros que, dada la clase pol¨ªtica tan nefasta que tenemos en este pa¨ªs, y el tono y talante de algunas declaraciones que se vierten en los medios de comunicaci¨®n y en las tribunas pol¨ªticas, si tuvi¨¦ramos una Rep¨²blica, no s¨¦ qu¨¦ situaci¨®n de conflictividad estar¨ªamos viviendo.
Debate por sorpresa
Eduardo Soler Fi¨¦rrez. Madrid
Mi lectura de El Pa¨ªs Semanal empieza siempre por la ¨²ltima p¨¢gina, que es la que me hace buscar el peri¨®dico los domingos me encuentre donde me encuentre. Javier Mar¨ªas no deja pasar ninguno de los asuntos que en un determinado momento son objeto de debate; tiene el don de la oportunidad.
Cuando en los d¨ªas posteriores a la abdicaci¨®n del rey Juan Carlos I los oportunistas de partidos pol¨ªticos muy minoritarios han tratado de animar el debate sobre Monarqu¨ªa o Rep¨²blica, me llena de sorpresa lo mismo que a Mar¨ªas, porque hay rep¨²blicas en el mundo de las que es mejor alejarse. Una Monarqu¨ªa parlamentaria garantiza continuidad, moderaci¨®n, ecuanimidad ante los problemas del pa¨ªs, estabilidad por encima de los avatares pol¨ªticos, y evita las incertidumbres y sobresaltos que puedan sobrevenir en cada etapa. Es una forma plenamente democr¨¢tica cuyo control lo tiene la soberan¨ªa nacional que reside en el Parlamento.
Cada generaci¨®n que llegue a su mayor¨ªa de edad no puede reclamar una nueva Constituci¨®n. La forma de nuestro Estado est¨¢ avalada por la historia, que es la que manifiesta la raz¨®n colectiva de un pueblo, y refrendada por la Constituci¨®n de 1978 que votamos los espa?oles con plena libertad. La experiencia de los cort¨ªsimos periodos republicanos que hemos tenido no es como para repetirla. Ahora que en la izquierda han surgido licenciados en Pol¨ªticas, podr¨¢n argumentar con el pensamiento de algunos polit¨®logos de la altura de Burke y poner sensatez en esta pol¨¦mica, porque a los de otros tiempos no les podemos pedir otra cosa.
Venga bien o no
Jos¨¦ Martos Hierro. Sevilla
Algunas puntualizaciones referentes al art¨ªculo del se?or Mar¨ªas en El Pa¨ªs Semanal del 22 de junio, Ecuanimidad o histerismo. Dice: ¡°Estas ¡®izquierdas¡¯ han salido en tromba, tras la abdicaci¨®n del Rey, a reclamar un refer¨¦ndum sobre Monarqu¨ªa o Rep¨²blica (¡). Bien est¨¢, y en la teor¨ªa tambi¨¦n yo prefiero las rep¨²blicas¡±. A continuaci¨®n nos enumera a unos cuantos personajes del pleistoceno pol¨ªtico espa?ol: Anguita, Bono, Aznar¡ como posibles y nada deseables presidentes de la Rep¨²blica. Luego se explaya en quitar hierro a las ¨²ltimas barrabasadas de miembros de la Casa Real y a cantar las excelencias, que todos sabemos de memoria, del reinado de Juan Carlos I.
En resumen, la lecci¨®n que nos imparte don Javier es que, aunque te¨®ricamente nos gustase m¨¢s la Rep¨²blica, debemos optar por la Monarqu¨ªa porque nos conviene m¨¢s, como hace ¨¦l. El se?or Mar¨ªas materializa el mismo contradictorio discurso del PSOE: ¡°Mi alma es republicana, pero voto Monarqu¨ªa porque conviene m¨¢s ahora¡±. Magn¨ªfico discurso por la coherencia que respira. As¨ª les va. Por otra parte confunde ¨Cestoy seguro de que no maliciosamente¨C lo que esas izquierdas piden. Servidor, que no milita en partido alguno y que no es antimon¨¢rquico, se confiesa, antes que nada, profundamente dem¨®crata, y en aras de esa democracia pido que, venga bien o no, se me consulte mi parecer sobre qu¨¦ forma de Estado prefiero. Si la ciudadan¨ªa elige Monarqu¨ªa, yo la aceptar¨¦, y si elige Rep¨²blica, lo mismo. Ya somos muy mayorcitos como para que nos vengan a convencer, como a ni?os peque?os, de que un r¨¦gimen nos conviene m¨¢s que otro.
Alma republicana
Diego Tejedor Cano. Don Benito (Badajoz)
Quiero agradecer a Javier Mar¨ªas que haya venido al rescate de los que no hemos sabido explicar (o expresar) por qu¨¦ nuestra alma republicana no nos impide ser ac¨¦rrimos juancarlistas.
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