El 'fracking' o la sordera hacia la ciencia
Politizar la investigaci¨®n de los recursos estrat¨¦gicos no beneficia a nadie
Habr¨¢ pasado desapercibido para muchos, pero el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico (IPCC en sus siglas en ingl¨¦s) public¨® en abril el informe Cambio clim¨¢tico 2014. Mitigaci¨®n del cambio clim¨¢tico. Como parte de sus conclusiones, los expertos de las Naciones Unidas confirman que el desarrollo del gas no convencional ha jugado un papel determinante en la reducci¨®n de las emisiones de gases de efecto invernadero en los Estados Unidos.
M¨¢s recientemente, el 26 de junio de 2014, la Agencia de Salud P¨²blica de Reino Unido (Public Health England) public¨® un informe donde analiza el impacto potencial sobre la salud p¨²blica de la producci¨®n de gas no convencional. Las conclusiones, basadas en una revisi¨®n profunda de la literatura cient¨ªfica existente, son reveladoras. En palabras del director del Centro de Riesgos Radioactivos, Qu¨ªmicos y Medioambientales de la Agencia, John Harrison: ¡°La evidencia cient¨ªfica disponible a d¨ªa de hoy indica que los riesgos potenciales para la salud p¨²blica de la exposici¨®n a las emisiones relacionadas con el proceso de extracci¨®n de gas de esquisto son bajos si las operaciones se ejecutan correctamente y bajo un marco normativo adecuado¡±.
Para asegurar el ¨¦xito de las operaciones, los autores se?alan que es extremadamente importante estudiar con detenimiento la localizaci¨®n exacta de las perforaciones, garantizar la integridad del pozo mediante las correspondientes barreras protectoras, ofrecer informaci¨®n sobre los productos qu¨ªmicos utilizados y mantener un monitoreo constante del entorno, incluyendo mediciones previas de las aguas y la calidad del aire. Estas recomendaciones siguen la misma filosof¨ªa que las presentadas por la Agencia Internacional de la Energ¨ªa en su informe de 2012 Reglas de oro para una edad dorada del gas (Golden rules for a golden age of gas) y por la Comisi¨®n Europea en enero de 2014.
De vuelta en Espa?a, Adecagua (la asociaci¨®n espa?ola para la defensa de la calidad de las aguas) organiz¨® recientemente en la sede del CSIC una jornada t¨¦cnica centrada en la fracturaci¨®n hidr¨¢ulica y los usos del agua, que reuni¨® tanto a expertos como a la industria y ONG. La asociaci¨®n concluye que hoy existe ¡°una extraordinaria experiencia sobre esta actividad, desarrollada en EE UU y Canad¨¢, avalada por a?os de pr¨¢ctica y buen control¡±. A?ade, una vez m¨¢s y como punto clave, que los riesgos asociados con estos proyectos ¡°resultan, de acuerdo con la experiencia acumulada, controlables y m¨ªnimos siempre que la actuaci¨®n de los operadores sea acorde con las buenas pr¨¢cticas y mediante la aplicaci¨®n de las mejores t¨¦cnicas disponibles¡±.
Los riesgos son m¨ªnimos siempre que los operadores apliquen las mejores t¨¦cnicas
Esta es, b¨¢sicamente, la misma conclusi¨®n a la que han llegado, tras largas reflexiones y debates internos, tanto el Colegio Oficial de Ge¨®logos como el Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas de Espa?a. Y otros muchos organismos reconocidos a nivel nacional e internacional como la Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural, la Real Academia de Ingenier¨ªa de Reino Unido, el Centro Com¨²n de Investigaci¨®n de la Comisi¨®n Europea o la Academia de las Ciencias de Francia, por citar tan solo algunos ejemplos.
El gas no convencional tiene un gran potencial; no solo para estimular nuestra econom¨ªa mediante la atracci¨®n de inversiones o la creaci¨®n de puestos de trabajo directos e indirectos, sino tambi¨¦n como energ¨ªa puente hacia una econom¨ªa baja en carbono. Desde el punto de vista t¨¦cnico, no debemos temer los proyectos de exploraci¨®n o la t¨¦cnica de la fracturaci¨®n hidr¨¢ulica. Como cualquier actividad energ¨¦tica, industrial o casi podr¨ªamos decir humana, los proyectos de exploraci¨®n conllevan riesgos. La buena noticia es que hoy en Europa contamos con la tecnolog¨ªa, el marco regulatorio y los conocimientos necesarios para gestionarlos. La experiencia norteamericana nos debe servir para extraer las lecciones pertinentes y avanzar en la b¨²squeda de soluciones cada d¨ªa m¨¢s sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
La comunidad cient¨ªfica y t¨¦cnica trabaja sobre la base de la objetivaci¨®n cient¨ªfica del medio ambiente. Politizar la investigaci¨®n de los recursos estrat¨¦gicos no beneficia a nadie a largo plazo. Deber¨ªamos, por el contrario, centrar nuestros esfuerzos en asegurar que los trabajos sobre el terreno sean t¨¦cnicamente impecables en su planificaci¨®n y desarrollo y que se lleven a cabo con las m¨¢ximas garant¨ªas, con la m¨¢xima transparencia y en base a lo que dicta la ley. Hoy, por ejemplo, cualquier empresa que desee utilizar la t¨¦cnica de la fracturaci¨®n hidr¨¢ulica est¨¢ obligada a presentar un estudio de impacto ambiental completo (algo que, por cierto, no ocurre en todos los pa¨ªses europeos) y aportar una serie de estudios del entorno: estudio geol¨®gico, hidrol¨®gico, arqueol¨®gico, biol¨®gico, s¨ªsmico, de gesti¨®n de residuos y as¨ª un largo etc¨¦tera.
Espa?a es uno de los pa¨ªses que, seg¨²n las estimaciones existentes, cuenta con un potencial en recursos de gas natural, convencional y no convencional, suficiente para cubrir nuestra demanda durante varias d¨¦cadas. Escuchemos lo que dicen los expertos y no cerremos la puerta a una oportunidad ¨²nica para conocer mejor nuestros recursos y determinar su verdadero potencial.
Luis Su¨¢rez es presidente del Colegio Oficial de Ge¨®logos y ?ngel C¨¢mara es decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Centro de Espa?a.
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