Dos hinchas
Puede que Benedicto XVI y Francisco contemplen juntos en un televisor del Vaticano la final del campeonato mundial de futbol
Como dos hinchas cualquiera, puede que los papas Benedicto?XVI y Francisco, sentados en sus respectivas poltronas, uno con una cerveza de Baviera en la mano derecha, otro con una bombilla de mate en la izquierda, contemplen juntos en un televisor del Vaticano la final del campeonato Mundial de f¨²tbol entre Alemania y Argentina. Se supone que el papa alem¨¢n y el papa argentino habr¨¢n rezado por la victoria de su equipo al mismo Dios que, seg¨²n ellos, es el ¨²nico verdadero. Ratzinger es un te¨®logo fino y duro a la vez, que trabaja el dogma como un virtuoso tiqui-taca vertical; Bergoglio es un jesuita moralista y palabrero, de patada y adelante, dos estilos muy distintos de juego. Seg¨²n sea el resultado del partido, se ver¨¢ por qu¨¦ clase de t¨¢ctica se decidi¨® el Esp¨ªritu Santo. Pero en el mundo hay m¨¢s aficionados al f¨²tbol que creyentes cat¨®licos. Cientos de millones de protestantes, budistas, musulmanes, tao¨ªstas, agn¨®sticos y ateos permanecer¨¢n enganchados al televisor, llevados por una energ¨ªa, que m¨¢s all¨¢ de la religi¨®n, devuelve a las masas a la fidelidad de los ¨ªdolos. Los rostros pintarrajeados expresan esa entrega a las fuerzas misteriosas de la tribu con gritos selv¨¢ticos y danzas guerreras en las gradas. Es de esperar que Ratzinger y Bergoglio no se pinten la cara con los colores de su propia bandera nacional ni se invistan la camiseta del equipo sobre la sotana blanca, pero puede que ambos papas, olvid¨¢ndose por una vez del Esp¨ªritu Santo, hayan ido a lo m¨¢s pr¨¢ctico: el alem¨¢n se habr¨¢ acogido a la fortaleza del ¨ªdolo M¨¹ller y el argentino esperar¨¢ la gracia mort¨ªfera del peque?o diablo Messi. Estos son tiempos de idolatr¨ªa. El c¨¢ntico o¨¦ o¨¦ o¨¦ ha unificado todas las plegarias; es tambi¨¦n el Himno a la Alegr¨ªa de todas las victorias. Y la Copa del Mundo es hoy el sagrado cop¨®n, que ante el altar de Maracan¨¢ levantar¨¢n los propios ¨ªdolos.
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