?Hablen de una vez!
Artur Mas y Mariano Rajoy afirman que quieren dialogar. Les tomamos la palabra: h¨¢ganlo
No debe echarse en saco roto la declaraci¨®n del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuando asegur¨® en el Congreso que las puertas de La Moncloa est¨¢n abiertas para Artur Mas. Horas despu¨¦s lleg¨® la respuesta del presidente de la Generalitat, en el sentido de que ¨¦l ya hab¨ªa pedido una entrevista con Rajoy durante los minutos que compartieron en la jornada de proclamaci¨®n del rey Felipe VI, pero que no ha sido convocado. Mas y Rajoy son lo suficientemente mayores y responsables como para salvar sus compromisos con juegos de equ¨ªvocos o prolongaciones del di¨¢logo de sordos: si ambos quieren hablarse, no hay duda de que saben c¨®mo hacerlo. P¨®nganse a la tarea de una vez.
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Es comprensible que les d¨¦ v¨¦rtigo implicarse en la v¨ªa del di¨¢logo despu¨¦s de tantos meses de posiciones inmovilistas, pero ambos cuentan con la legitimidad suficiente como para hacerlo, y no necesitan hacerse perdonar por grupos de seguidores o de aliados interesados en que la crisis avance hacia la ruptura constitucional. Ninguno de los dos deber¨ªa quedarse en las justas verbales, en vez de explorar los terrenos de encuentro. Si este debe llevarse a cabo de forma discreta, como parece preferir el presidente de la Generalitat, o en p¨²blico, como sugiere Rajoy, es una dificultad que sus colaboradores m¨¢s inmediatos ¡ªsi no ellos mismos¡ª podr¨ªan allanar por poca voluntad que empe?en en ello.
Rajoy insiste en que la conversaci¨®n no puede versar sobre la autorizaci¨®n de un refer¨¦ndum de independencia que no tiene encaje en la Constituci¨®n, lo cual es cierto; pero la m¨¢xima ley tampoco deber¨ªa utilizarse como un front¨®n contra el que se estrelle toda reclamaci¨®n.
Mas ha consumido muchos meses de actuaciones unilaterales, desde que fij¨® la fecha del refer¨¦ndum y las dos preguntas del mismo sin la m¨¢s m¨ªnima comunicaci¨®n previa. Pero la din¨¢mica social y electoral creada en Catalu?a favorece m¨¢s a sus aliados de Esquerra Republicana que a ¨¦l, a su partido, Converg¨¨ncia, y a la fuerza en que se apoya, Uni¨®. En lugar de sucumbir una vez tras otra a las presiones y exigencias radicales de sus nuevos amigos de Esquerra, Mas deber¨ªa cuidar su vieja alianza con Uni¨®, la misma que durante a?os ha sido garant¨ªa de estabilidad en Catalu?a. Por lo dem¨¢s, limitarse a firmar la convocatoria del refer¨¦ndum pretendido no puede ser el ¨²nico objetivo pol¨ªtico del presidente de la Generalitat, sin duda consciente de que eso podr¨ªa llevarle a un callej¨®n sin salida.
Las tomas de posici¨®n sucesivas de las autoridades europeas ¡ªincluido el futuro presidente de la Comisi¨®n¡ª dejan en evidencia que ning¨²n proceso pol¨ªtico se puede conducir en Europa a base de atajos. No tiene sentido que Mas y Rajoy contin¨²en de espaldas. Si las m¨¢ximas autoridades del Gobierno y de la Generalitat desean acabar con el bloqueo mutuo, les tomamos la palabra.
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