¡°Los personajes contra marea son m¨¢s fascinantes¡±

Nos inquiet¨® desde sus inicios, nos revolvi¨® con su mirada a ratos turbia, a ratos inquisitiva, siempre transparente en sus oscuridades, desde Sospechosos habituales hasta El funeral o Traffic, con la que gan¨® un Oscar. Benicio del Toro (Santurce, Puerto Rico, 1967) ha sido uno de los actores latinos encargados de derribar los clich¨¦s en un Hollywood demasiado inclinado en el caso de los suyos al t¨®pico de buenos y malos. Unido a sus ra¨ªces, afirma haberse dedicado al teatro porque tuvo la sensaci¨®n de llegar a tiempo. No le fall¨® el olfato: lleg¨® a tiempo del boom que ha vivido el cine latinoamericano a nivel global, desde el estrellato dentro de la gran industria ¨Ccomo es su caso¨C hasta los directores m¨¢s arriesgados, como el mexicano Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu, que lo sedujo para bajar al infierno en 21 gramos, o Steven Soderbergh, que lo eligi¨® para inmortalizar al Ch¨¦ Guevara. Acaba de rodar con Fernando Le¨®n de Aranoa en Espa?a A perfect day. Una pel¨ªcula en la que el humor negro gu¨ªa una historia de entrelazados destinos unidos por el misterioso envenenamiento de un pozo. Padre soltero, exjugador de baloncesto, pintor desviado, Del Toro habla sin tapujos de su vida y milagros en Madrid, antes de partir hacia Puerto Rico para visitar a su viejo.

No s¨¦ si ha visto usted el cine de Berlanga¡­ Algunas pel¨ªculas, Bienvenido Mr. Marshall, La vaquilla¡­

Hay una que se titula ¡®Pl¨¢cido¡¯ que a ra¨ªz de un argumento simple, el de un hombre que tiene que pagar una letra de un pr¨¦stamo en un d¨ªa, te explica Espa?a. En la que usted ha rodado con Fernando Le¨®n no se extiende mucho m¨¢s: alguien arroja un cad¨¢ver a un pozo y a partir de ah¨ª ocurren cosas extra?as. Los planteamientos sencillos son los que m¨¢s me seducen. La trama estaba clara. Fernando es muy buen escritor y tiende a dejar todo bien explicado desde el principio. No es una comedia, pero est¨¢ plagada de humor negro, muy pronunciado. Algunos personajes tienen un ¨¢ngulo con sarcasmo bien marcado.

Y el suyo, Mambr¨², ?se fue a la guerra? ?Qu¨¦ dolor, qu¨¦ dolor, qu¨¦ pena!, como la canci¨®n, s¨ª. Bueno, ¨¦l quiere volver a casa, pero, como hipocondriaco que es, se queja, aunque hace las cosas. Es algo rebelde, va por libre, rompe reglas.

A usted le van los inconformistas: del Ch¨¦ para arriba, no se le resisten. Bueno, los personajes que van contra la marea, como el de Traffic, tambi¨¦n son m¨¢s fascinantes. Cuando le pasan a un actor por las manos, no los debe soltar. Los hay donde les puedes encontrar profundidad sin esforzarte.

En su caso, con s¨®lo mirar ya consigue usted inquietarnos. ?C¨®mo? Bueno, yo no he trabajado mucho para eso. Me lo dieron la vieja y el viejo m¨ªos en una noche o un d¨ªa loco.

Los ojos vale, pero la mirada¡­ esa no se la dieron. La mirada tiene que ver con el pensamiento expresado ah¨ª o a veces, sencillamente, con que me da el sol en la cara y ni se ven. Yo s¨¦ que confunde a la gente, pero¡­

Le ense?ar¨ªa Stella Adler, la gran profesora de interpretaci¨®n, a la que dej¨® usted impactado. ?A mirar? No.

Para meterse en un papel turbio hay que saber mirar. Y no mirar.

Entramos en la ambig¨¹edad, entonces. Exacto, exacto.

Pues clarifiquemos. O mejor, hablemos de sus viejos, ahora que los ha recordado usted en ese trance. Mi madre muri¨® joven; era muy estricta, alegre, cari?osa, le gustaban los animales, que nos educ¨¢ramos bien, le gustaba la lectura, la poes¨ªa, el arte. Mi padre es m¨¢s un hombre de acci¨®n, oyendo cuentos de ¨¦l, si mi madre era el departamento de cultura, mi padre, el polic¨ªa. Los dos estudiaron, abogados de profesi¨®n. Mi viejo se identifica m¨¢s con los or¨ªgenes del pueblito donde naci¨®, es una de esas personas que lo arreglan todo: desde la nevera, que tiene 50 a?os y sigue goteando, pero va y la arregla. Los carros, a veces, las puertas no abren, pero ¨¦l resuelve. Tambi¨¦n, al ser abogado, habla muy bien. Yo soy una combinaci¨®n de ambos.

?Se reconoce en ellos? Mucho, yo me parezco al viejo m¨ªo en la inquietud, en la actividad. Desde criar puercos, aunque fuera abogado, t¨² sabes¡­ La gente dice: ¡°Ay, Puerto Rico, la playa¡±, pero nosotros ¨¦ramos m¨¢s del monte. Cuando mis amigos iban a la playa, yo iba a trabajar en la finca y odiaba eso, pero ahora reconozco que haber estado ah¨ª, con los campesinos, me hizo distinto.

?En qu¨¦ sentido? Pues que mientras los otros muchachos de mi edad estaban en la playa, surfeando o entreteni¨¦ndose, hay algo en aquellos momentos del monte que me marc¨® y lo agradezco. Podr¨ªa uno ofuscarse y pensar que si hubiera crecido en otro sitio, hubiese sido otra cosa o tocar¨ªa el piano, pero aquello lo agradezco, s¨ª, lo agradezco.

O sea, es usted un hombre consciente de su ra¨ªz aunque haya tenido que emigrar despu¨¦s. S¨ª, s¨ª, yo siempre he mantenido con Puerto Rico una conexi¨®n profunda.

Con Santurce. ?Conoce el de Euskadi? No, aunque s¨ª he estado all¨ª, en el Festival de San Sebasti¨¢n. Tengo ra¨ªces vascas y catalanas.

De ah¨ª que su nombre tambi¨¦n sea Montserrate, as¨ª, acabado en ¡®e¡¯. Pues a lo mejor alguno se sorprende, con ese pedigr¨ª, de que quiera ser espa?ol. Bueno, yo aqu¨ª, empezando por mi aspecto f¨ªsico, me siento uno m¨¢s. Siempre le escribo al hermano m¨ªo dici¨¦ndole: ¡°Mira, acabo de ver a uno que es exacto a tal o cual¡±. Pero que me hayan concedido la nacionalidad espa?ola para m¨ª es un honor.

No se le dio mucho bombo a eso. Nos lo ofrecieron a Ricky Martin y a m¨ª. Ya digo, es un honor, pero no vengo mucho, esta es la primera pel¨ªcula que hago en Espa?a, o que es completamente europea y se rueda en Europa.

El siglo XXI ha coincidido con un auge del cine latino. Los grandes directores han penetrado en la industria estado?unidense y han ayudado a que se destroce el clich¨¦ que exist¨ªa para actores como ustedes. Con su carrera ha abierto un camino con eso. ?Se sienten m¨¢s c¨®modos? ?Se ha normalizado en ese sentido la situaci¨®n? ?Ya cuentan con ustedes para algo m¨¢s que hacer de malos mal¨ªsimos? No, ese camino es como un bosque, si no estamos atentos, se tapa de nuevo. Como actor es dif¨ªcil y no puedes despistarte. Es cierto que existe otro panorama. Cuando llegu¨¦ a Hollywood, algunos ya hab¨ªan abierto eso, como Andy Garc¨ªa. ?l fue un pionero, tumb¨® el estereotipo, tambi¨¦n lo hicieron Edward James Olmos o Ra¨²l Juli¨¢, despu¨¦s aparece Antonio Banderas o Javier Bardem. Pero mi senda, siendo latino, tiene tambi¨¦n m¨¢s que ver con la de los italianos, con Al Pacino, De Niro. Me refiero al modelo, no a la calidad, obvio. Ese sendero se va abriendo as¨ª, as¨ª, poco a poco, pero todav¨ªa no es f¨¢cil, no hay mucho, no mucho, la verdad. Es muy dif¨ªcil.

?Se impone a¨²n mantener la tensi¨®n? En Estados Unidos, como latino, excavar ese t¨²nel¡­ Yo, cuando miro para atr¨¢s, no s¨¦, he tenido mucha suerte tambi¨¦n. Tenga en cuenta que cuando yo aterric¨¦ se empezaba a hacer un cine muy interesante. Pero Hollywood es bien dif¨ªcil, ?ah!

En cuanto a los directores, ellos tambi¨¦n van abri¨¦ndose camino en ese bosque, caso de Alfonso Cuar¨®n, I?¨¢rritu, Rodrigo Garc¨ªa, Campanella o el mismo Guillermo del Toro, con quien no quiere que le confundan. No hay que olvidar a Robert Rodr¨ªguez. Todos ellos formaban parte de un cine independiente que ahora se encuentra menos activo. Quiz¨¢ existan directores haciendo un cine como este de Fernando Le¨®n, directores europeos que buscan talento estadounidense y nos proponen otros cuentos, otro ¨¢ngulo. Puede que lo est¨¦ so?ando, pero creo que no.

?Son directores con mirada propia? Creo que s¨ª, quiz¨¢ sea algo muy embrionario, pero creo que lo reconozco porque he vivido otros parecidos, en el que estaban Julian Schnabel, con quien hice Basquiat; Abel Ferrara, Soderbergh¡­ Era un cine para el que yo me presentaba a pruebas todos los d¨ªas y me dec¨ªan que no. O que me cambiara el nombre.

?Qu¨¦ le propon¨ªan? Yo qu¨¦ s¨¦. De todo.

?C¨®mo define hoy a Hollywood? No s¨¦¡­ Lo poco que conozco de su historia nos muestra que es c¨ªclica. Existe un Hollywood ahora m¨¢s universal. Tiene que ver con el de los pioneros, m¨¢s que el de los sesenta y setenta. Este nuevo empieza a configurarse con aquellos talentos como el de Coppola, que rompen con todos los estereotipos y dan lugar a?os despu¨¦s a que tambi¨¦n lleguen afroamericanos como Spike Lee o nosotros, los latinos.

?M¨¢s mestizo? M¨¢s, m¨¢s que cuando yo empec¨¦ incluso.

?Se puede ser feliz all¨ª? S¨ª, se puede, en cualquier lado. Eso es distinto. Que es complicado, como hacer cine, tambi¨¦n. Incluso rodando pel¨ªculas de superh¨¦roes, como esta de Los guardianes de la galaxia, en la que lo he pasado en grande. Fue una experiencia muy digna. Lo disfrut¨¦. Lo que no podemos estar es todo el tiempo critic¨¢ndolo o atac¨¢ndolo.

L¨ªbrenos Dios, ?con lo que hemos disfrutado a su costa! Con la idea¡­ la idea de construir un mundo para hacer cine, eso es brillante.

Con gentes perseguidas de la Europa en conflicto y creadores descomunales. Aquello fue una maravilla. Yo flipo. Y adem¨¢s ofrece tantas posibilidades. Que quieres hacer una pel¨ªcula de los a?os veinte y se enteran, te lo preparan, pum, para reflejarlo en el cine. Un cine que ha ense?ado, consolado, entretenido, evadido¡­ No se puede decir que todo haya sido perfecto, como en la vida, pero hay que trabajar con eso y adaptarse hasta con la gente que no tiene la misma idea que t¨² respecto a lo que debemos hacer, a la calidad o no, pero eso no desmerece todo aquello. Creer en una idea o trabajar para conseguirla.

Muy californiano, equiparable tambi¨¦n a lo que hoy es Silicon Valley. ?Qu¨¦ ser¨ªa de nosotros hoy sin nuestros ¡®gadgets¡¯? Yo podr¨ªa volver a la carta manuscrita, eh. Pero s¨ª, es cierto. No digo que todo en nuestra carrera deba centrarse ah¨ª. Tambi¨¦n hay que apostar por los independientes y salir. Es un juego dif¨ªcil. No tanto como en una ¨¦poca en la que todos ten¨ªan que estar all¨ª, amarrados.

Aun as¨ª, la industria dura a base de ?regenerarse bien. Tiene que ver con la t¨¦cnica del Vaticano. Soltar de vez en cuando la cuerda no viene mal, como le ocurre a este nuevo papa Francisco. Como cat¨®lico que es usted, ?qu¨¦ le parece? Menudo cambio hemos metido ah¨ª, ?no? Pues bueno, que a m¨ª me gusta mucho este Papa; yo no sigo eso a fondo, soy cat¨®lico, aunque, en fin, creo que hay que interpretar, no se pueden tomar las cosas literalmente. Pero este Papa conecta con su tiempo y, como en todo, hay que evolucionar; si no, si uno se encierra en lo r¨ªgido, es necesario romper. Este hombre ha tenido gestos que demuestran eso, quiz¨¢ todav¨ªa peque?os, pero han sido buenos. Lo que dijo de los homosexuales: ?Qui¨¦n soy yo para juzgarlos? Pues eso es as¨ª. La verdad.

Cuando su hija le vea hacer de superh¨¦roe, ?cree que la convencer¨¢? Hombre, tiene tres a?os y medio. Pero espero que s¨ª, cuando llegue el momento. Es una pel¨ªcula de Marvel que acabo de rodar, con mucho potencial para amplios p¨²blicos. Yo, agradecido.

Esa reticencia suya a casarse y formar una familia convencional, ahora que es padre, ?se desdice de ello? ?Disfruta su paternidad? Bueno, s¨ª, es una responsabilidad para el resto de mi vida. Uno piensa en cosas y se ilusiona con ellas: para empezar, yo tengo que traer a mi hija a Espa?a para que vea la Alhambra. Eso primero. Tener un hijo es un proyecto de coraz¨®n, emocional y de cerebro. Pero casarse, bueno...

De eso, ?nada? Nunca sabes. Puedes ?casarte dos d¨ªas antes de morirte, no importa. Yo no estoy con su madre, aunque tenemos una gran relaci¨®n. No hay que darle mucho¡­

Tampoco eran pareja cuando tuvieron la ni?a. No, pero estuve ah¨ª, en el parto.

?Y el abuelo materno? ?Estaba? Un gran rockero, ni m¨¢s ni menos que Rod Stewart. El abuelo se porta, se la lleva con ¨¦l.

?De gira? No, eso no, pero s¨ª a dar vueltas en el carro de ¨¦l, s¨ª, s¨ª. Se porta bien. Pero, f¨ªjate, el abuelo acaba de tener un hijo, as¨ª que ella tiene un t¨ªo al que lleva medio a?o, pero una relaci¨®n como de hermano.

O de primo cercano, cuando en realidad son t¨ªo y sobrina. Pues si, pero con alegr¨ªa.

Qu¨¦ ¨¦poca m¨¢s maravillosa esta, ?no cree? En ese aspecto, me refiero. Con estos momentos ¡®Modern family¡¯ a la orden del d¨ªa. ?Con respecto a cu¨¢l? ?A la que viene? Puede ser, pero lo que no hay que dejar de lado es la responsabilidad en esos asuntos. Y quererse. Yo tuve la suerte de haber sido ayudado por mi madrina. No era familia, pero aprend¨ª mucho de ella y la llevo presente todo el tiempo.

?Desde cu¨¢ndo se hizo cargo? Mi madre muri¨® cuando yo ten¨ªa nueve a?os, entonces fue cuando se ocup¨®, aunque no estaba todo el tiempo en la casa. Poco a poco, ayud¨® con la educaci¨®n y dando ejemplo. Era muy trabajadora, ten¨ªa una gran conciencia social. ?T¨² sabes? Nos traspas¨® su amor, pero tambi¨¦n principios, moral. Por eso es importante saber que hay gente que nos puede ense?ar esas cosas aunque no estemos casados o seamos padre o madre de alguien. Estoy seguro de eso. Lo que le doy es atenci¨®n y cuando estoy fuera me comunico y le cuento cosas de castillos, como ahora que estuve en Cuenca.

Ciudad m¨¢s que encantada. Desde luego. Una maravilla. Aunque nosotros nos hemos quedado tiempo en Alarc¨®n.

La capital respira arte antiguo y contempor¨¢neo. Por cierto, ?qu¨¦ fue de aquella vocaci¨®n suya para ser pintor? ?Se lo lleg¨® a plantear seriamente? Yo pintaba, pero no lo hago hace tiempo. Me gustaba, pero de repente me dec¨ªa: ¡°Estoy solo. Solo todo el tiempo¡±.

Ay, madre. No, no, no me gustaba estar solo. Pero me encanta la pintura y me apetecer¨ªa dedicarme m¨¢s, aunque no tengo tiempo. Hay que practicarlo y hacerlo para poder decir que uno lo es. No se puede ir contando: ¡°Ay, s¨ª, yo soy pintor¡±, a menos que te dediques y luego llegue alguien y te diga que s¨ª, que t¨² eres artista. Yo me quise dedicar.

?Y le dio un disgusto a su familia? Oye, no, lees unas cosas¡­ Mi familia ni se enter¨®. Fue al ser actor, tienes que tener cuidado con lo que dicen.

Por eso estamos aqu¨ª, para que me lo confirme. O para que te lo niegue. Mira, mi madre me llevaba a clases de pintura cuando ten¨ªa cinco a?os. Despu¨¦s volv¨ª en mi tercer a?o de secundaria; hab¨ªa un maestro que me anim¨®, me descubri¨® talento y me guio para que me fijara en varios artistas que me pod¨ªan inspirar, para estimularme. Yo en 15 minutos pod¨ªa empezar cuatro pinturas distintas, era muy inquieto, pero¡­ Bueno, comenc¨¦ a ver pop art: Warhol, De Kooning, bien radicales. Lo malo fue que en el colegio no pude especializarme. Tambi¨¦n hab¨ªa una clase de actuaci¨®n, en la que me met¨ª y por la que despu¨¦s me decid¨ª. Estaba en San Diego. Y aquella escuela, por casualidad, era una de las mejores escuelas de teatro de California y de todo el pa¨ªs. El profesor me recomend¨® que a la edad que yo ten¨ªa, 18 o 19, era la mejor para empezar, y me dije: ¡°?Co?o, llegu¨¦ a tiempo!¡±. Porque yo nunca hab¨ªa llegado a tiempo a nada.

?En serio? S¨ª, a m¨ª me hubiese gustado tocar la guitarra y ser Eric Clapton o Carlos Santana, pero a los 15 o 16 a?os pues ya era tarde.

Para jugar al baloncesto no lleg¨® tarde. El baloncesto¡­ lo que pas¨® fue que ten¨ªa que entrenar mucho y me met¨ª en campamentos en los que hab¨ªa talento de verdad. Me di cuenta de que eran mejores. Yo jugaba mucho, con nivel, hasta los 17 que me romp¨ª el tobillo y nunca, ya, como que no¡­ Llegu¨¦ a estar en un equipo profesional en Puerto Rico y era mucho el nivel, con grandes entrenadores.

?A qu¨¦ m¨¢s cosas cree que ha llegado tarde? ?O que se lamente de ello? Pues no, ya nada, a lo mejor a la cena de esta noche, no s¨¦. No le doy vueltas a ello.

Como lo ha comentado, me puse a pensar que a lo mejor le atormenta. No, no, qu¨¦ va. No es eso. Lo de haber llegado a tiempo para el teatro es que de repente yo pensaba que lo de la actuaci¨®n pod¨ªa ser como la m¨²sica, que hab¨ªa que hacerlo de chiquito, o venir de una familia que supiera, pero no. Y que hubiera una persona que me dijera eso, que me explicara que era as¨ª porque a esa edad ya uno tiene un poco de vida y entiende cosas, entonces todo eso hizo que me metiera ah¨ª.

?Pas¨® mucho tiempo desde entonces para entender que quer¨ªa ser actor? No, hab¨ªa una l¨®gica. En la corta vida que ten¨ªa, yo hab¨ªa visto cosas, mucho, hab¨ªa pasado por muchas cosas, situaciones, eso junto a que me interesaba el arte, ser consciente de la expresi¨®n, que si hac¨ªa una l¨ªnea de una manera dec¨ªa algo, y de otra, lo contrario, que elegir un color ya era un discurso, esa conciencia de que yo buscaba expresarme, por ah¨ª, me llev¨® hacia ese camino. Todas las artes se conectan, ah. Yo quer¨ªa decir algo. De alguna manera u otra. Los actores que a m¨ª me gustan dicen algo.

Como Marlon Brando, que a usted siempre le ha fascinado, aunque se parezca m¨¢s a James Dean. Los dos, mucho.

?Y al ganar un Oscar es cuando uno se da cuenta de que no se ha equivocado? Bueno, cuando ocurre eso es que se han dado cuenta otros. Yo nunca pens¨¦ que me hab¨ªa equivocado. Quienes no creyeron en m¨ª supieron as¨ª que no era pasajero.

?Incluso su familia? Pues creo que s¨ª, aunque nunca se lo he preguntado. Cuando me vieron en pel¨ªculas anteriores ya estaban m¨¢s tranquilos, pero al ganar un premio como ese, el gran premio, pues s¨ª, supongo. Aun as¨ª, no hay que pensar que uno, cuando gana un Oscar, ha llegado. La monta?a, el sube y baja, contin¨²a. Es algo que ofrece una motivaci¨®n extra. Pero no acaba ah¨ª todo.

Menos para quienes, como usted, tienen verg¨¹enza torera. ?Qu¨¦ es eso?

Orgullo, intenci¨®n de superarse. Ah, no lo conoc¨ªa, pero me gusta, me gusta. Eso, verg¨¹enza torera.