Un tiempo nuevo
El PSOE podr¨¢ liderar la democratizaci¨®n de Espa?a porque practica la democracia
Los socialistas solemos decir que el PSOE es el partido que m¨¢s se parece a Espa?a. No se entender¨ªa la historia de nuestro pa¨ªs sin el partido socialista. Y cuando examinamos nuestra historia constatamos que ese parecido es m¨¢s intenso cuanta m¨¢s democracia hay. La fuerza del PSOE crece con la democracia. Con la democracia en el pa¨ªs y con la democracia en el partido. La democracia es una condici¨®n de supervivencia para los socialistas del mismo modo que lo es para todos los espa?oles y espa?olas. Por eso, en momentos como los actuales, la respuesta ciudadana a las dificultades por las que pasa Espa?a es apostar por mejorar la democracia en nuestro pa¨ªs. Por eso tambi¨¦n, en nuestro partido, cuando nos vemos ante lo que es quiz¨¢ la situaci¨®n m¨¢s dif¨ªcil desde la Transici¨®n, la respuesta de los militantes es apostar por la respuesta m¨¢s democr¨¢tica de nuestra historia: la elecci¨®n directa del secretario general por los militantes.
En momentos de dificultad como los que vivimos, apostar por una respuesta democr¨¢tica significa apostar por reforzar la legitimidad de la pol¨ªtica. Abrir una instituci¨®n a la participaci¨®n es la mejor manera de recuperar la confianza en la misma. Transparencia, apertura, participaci¨®n, es lo que los ciudadanos y las ciudadanas demandan a la democracia espa?ola. Y tambi¨¦n es eso lo que los militantes socialistas demandan al PSOE como partido, un partido que viene siendo a lo largo de su historia el mayor cauce de participaci¨®n pol¨ªtica en la democracia espa?ola. Nunca como ahora, en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, nos hab¨ªamos enfrentado a tantas dificultades. Seis millones de parados, profundos recortes en el Estado de bienestar, y la expectativa de una salida lenta y sacrificada de la crisis, exigen una renovaci¨®n del pacto democr¨¢tico. Ning¨²n Gobierno podr¨¢ liderar con ¨¦xito una situaci¨®n tan compleja, tan exigente, sin la complicidad de una mayor¨ªa social, una mayor¨ªa mucho m¨¢s amplia y mucho m¨¢s cohesionada que una mayor¨ªa electoral coyuntural. Y esa complicidad ya no es posible sin abrir las instituciones a la ciudadan¨ªa en un salto cualitativo en relaci¨®n con el pacto de la Transici¨®n.
Ninguna ¨¦lite puede dar respuesta a la complejidad de los problemas de hoy
Tampoco el PSOE se hab¨ªa visto desde hace muchas d¨¦cadas en una situaci¨®n tan dif¨ªcil como la actual. Los socialistas hemos tenido que afrontar, en soledad y en minor¨ªa, los primeros a?os de la mayor crisis econ¨®mica de los ¨²ltimos setenta a?os. Hemos pagado un alto precio en nuestro combate contra la crisis. Los militantes, los cuadros del partido, los compa?eros y compa?eras que est¨¢n, o que estaban, al frente de muchas instituciones, han vivido muy de cerca el dolor de la gente y la impotencia de la pol¨ªtica para resolver sus problemas. Y, sin embargo, por estar en funciones representativas o, sencillamente, por militar, han debido asumir unas responsabilidades que sobrepasaban con creces sus competencias legales y sus capacidades materiales. En demasiadas ocasiones los socialistas se vieron no ya sin medios de ayudar a sus comunidades, sino sin argumentos, sin explicaciones que dar. Y si, como es previsible, todav¨ªa nuestra sociedad deber¨¢ hacer esfuerzos, porque la salida de la crisis no va a ser inmediata, la militancia seguir¨¢ exigiendo sacrificios.
Democratizar es legitimar, es renovar el pacto social que une a una comunidad, sea un partido o sea un pa¨ªs. Democratizar es algo m¨¢s que compartir las decisiones, es tambi¨¦n compartir el destino que las circunstancias deparen a esa comunidad. Sin embargo, la legitimidad no es el ¨²nico beneficio que nos procura la democracia. La democracia tambi¨¦n aporta algo esencial en el momento actual: el conocimiento. Ninguna ¨¦lite, por ilustrada que sea o crea ser, puede dar respuesta a la complejidad de los problemas que est¨¢n en la mesa de nuestras sociedades. Entre otras cosas porque el conocimiento se encuentra disperso por todas partes. La experiencia vital de cada sector de la sociedad, de cada persona, debe nutrir la reflexi¨®n colectiva y el conocimiento del conjunto. No, obviamente, de una manera mec¨¢nica o agregada, sino mediante el debate y la deliberaci¨®n democr¨¢ticos.
El PSOE agrupa un enorme caudal de experiencia pol¨ªtica en nuestro pa¨ªs, probablemente el caudal m¨¢s importante. El PSOE debe aprovechar el saber de miles de hombres y mujeres, la mayor parte de ellos militantes de base, pero tambi¨¦n miembros de comit¨¦s locales, concejales, vocales vecinos; personas que han dado mucho al servicio de sus comunidades y que a cambio solo han recibido conocimiento y, en ocasiones, reconocimiento. De ah¨ª mi empe?o en que la decisi¨®n de qui¨¦n debe dirigirnos fuera compartida con todas esas personas, y no decidida por unos pocos. Porque creo que la democracia nos provee de un mejor conocimiento y de una mayor legitimidad. Si el PSOE es capaz de hacer un poderoso ejercicio de democracia, estoy seguro de que podr¨¢ tambi¨¦n liderar el proceso de democratizaci¨®n que la sociedad espa?ola viene exigiendo. Ya que el destino de nuestro partido m¨¢s que centenario est¨¢ ligado al destino de Espa?a, hagamos que ambos destinos vuelvan a escribirse con los valores del socialismo democr¨¢tico.
Creo en la pol¨ªtica como cauce para la superaci¨®n de esta profunda crisis
Las primeras palabras que pronunci¨¦ cuando anunci¨¦ mi candidatura fueron ¡°pensando en los millones de personas que han perdido la esperanza en nuestro pa¨ªs, en quienes no trabajan, en quienes tienen dificultades para alimentar a sus hijos, he decidido dar un paso adelante y presentar mi candidatura¡±. Quiero terminar la campa?a tambi¨¦n pensando en ellos. Es una pregunta que me hacen a diario, ¡°?por qu¨¦ tanto esfuerzo y lucha frente a tanta adversidad, en un momento tan dif¨ªcil para el pa¨ªs y para el partido?¡±. Y mi respuesta es siempre la misma, porque en mi vida, ante la violencia en que viv¨ª en Euskadi, ante las dificultades de quienes menos tienen, he sabido que el socialismo es creer en la fuerza de tus ideas y en nuestra capacidad como partido y como sociedad. Pensamos que la democracia es tambi¨¦n trabajar, comer, vivir, es la sanidad y la educaci¨®n, que no aumenten las desigualdades y estemos m¨¢s cohesionados. No est¨¢ ocurriendo con el Gobierno del PP, por eso tenemos que luchar y creer. Present¨¦ mi candidatura porque sigo creyendo en mis ideas y mi partido, y sobre todo en sus militantes, y porque creo en la pol¨ªtica como cauce para la superaci¨®n de esta profunda crisis. Muchos ciudadanos se alejan, y su escepticismo fragiliza nuestra democracia. Estoy aqu¨ª para decirles que hay esperanza, que nos levantaremos de nuevo y seremos m¨¢s fuertes. Hag¨¢moslo. Depende de nosotros y estamos a tiempo. Yo ofrezco todo lo que tengo, mi compromiso y mi determinaci¨®n para que juntos lo logremos.
Eduardo Madina es secretario general del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados y candidato a secretario general del PSOE.
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