Un PSOE sin hipotecas
Pedro S¨¢nchez debe pensar en el proyecto pol¨ªtico, m¨¢s que en las baron¨ªas de su partido
El Partido Socialista ha dado una lecci¨®n de democracia con el proceso que ha culminado en la designaci¨®n de Pedro S¨¢nchez como secretario general. Los dem¨¢s partidos dif¨ªcilmente podr¨¢n atrincherarse en los viejos procedimientos tras este ejercicio de transparencia. Los resultados, una participaci¨®n de dos tercios de los militantes y una victoria del ganador por el 49% de los sufragios, ofrecen una legitimidad que ning¨²n otro secretario general hab¨ªa tenido.
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Que S¨¢nchez cuente con estas bazas no implica disponer de carta blanca. Queda pendiente el congreso extraordinario, en el que habr¨¢ de ser ratificado ¨¦l mismo, junto con su ejecutiva. A la hora de componerla no deber¨ªa dejarse influir demasiado por las cuotas de poder que acostumbran a exigir las baron¨ªas regionales, por decisivas que hayan sido en su triunfo, en especial la andaluza. S¨¢nchez har¨¢ bien en invertir los t¨¦rminos: ¨¦l es quien debe pedir cuentas de c¨®mo est¨¢ la situaci¨®n en cada comunidad y qu¨¦ posibilidades electorales existen, a fin de formar un equipo de direcci¨®n capaz de transmitir a la ciudadan¨ªa cu¨¢l es la verdadera medida de la renovaci¨®n.
La inc¨®gnita no despejada de las primarias pesa tambi¨¦n sobre el proceso. En el pasado, cada secretario general del PSOE era el candidato natural a La Moncloa, pero ahora existe el compromiso de convocar elecciones abiertas para dirimir la cuesti¨®n. Es importante manejar el calendario con cuidado para no verse enredado en varias batallas a la vez, tal vez escalonando las primarias. De momento, S¨¢nchez gana acertadamente tiempo al remitirse a los ¨®rganos de direcci¨®n.
No es, en todo caso, un asunto tan relevante como se pretende hacer ver. Lo que de verdad importa es la definici¨®n del proyecto pol¨ªtico. La voluntad expresada por S¨¢nchez de instalar al partido ¡°en la izquierda¡± tiene que ver con la recuperaci¨®n de las se?as de identidad, pero tambi¨¦n con el desaf¨ªo que sufren sus bases por parte de sectores radicales y populistas. Ahora bien, el PSOE tampoco puede desconocer que las elecciones se ganan en el centro. El desgaste de Rajoy y de los suyos concede a los socialistas una oportunidad en 2015, a condici¨®n de que representen bien a la gran mayor¨ªa del espacio de centro.
Ni que decir tiene que todos los ojos est¨¢n pendientes del desaf¨ªo independentista en Catalu?a, respecto al cual S¨¢nchez descarta el refer¨¦ndum intentado por Mas y sus aliados, pero dispone de la baza del proyecto federal para formular una propuesta en positivo.
Pedro S¨¢nchez, valor desconocido para la mayor¨ªa de los espa?oles hasta hace pocos meses, aporta una imagen rejuvenecida, desconectada de los Gobiernos de Zapatero y sin responsabilidad en la l¨ªnea seguida en la oposici¨®n. Falta por ver si es capaz de ejercer un liderazgo democr¨¢tico, fuerte y capaz de superar hipotecas. Pero la oportunidad de renovaci¨®n existe.
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