Reverenda se?ora obispa
La iglesia anglicana aprueba la ordenaci¨®n episcopal de mujeres
Las mujeres anglicanas de Inglaterra han logrado saltar por encima de una tradici¨®n secular que les vetaba el acceso a las las altas jerarqu¨ªas de su iglesia. El s¨ªnodo, reunido en York, ha aprobado que puedan ser ordenadas obispas, una decisi¨®n que se considera hist¨®rica. Para llegar a esa posici¨®n, antes han tenido que acceder a dignidades inferiores, en un proceso que ha resultado ser mucho m¨¢s largo de lo que se pens¨®.
Hace ya veinte a?os que se orden¨® la primera mujer sacerdote y desde entonces las mujeres han logrado el acceso al obispado en las iglesias anglicanas de ocho pa¨ªses, entre ellos Estados Unidos, Canad¨¢, Australia o Sud¨¢frica, y tambi¨¦n en otros territorios de Reino Unido, como Gales o Escocia. Hace poco, la iglesia de Irlanda nombr¨® tambi¨¦n a su primera obispa. Pero Inglaterra se resist¨ªa, lo que no dejaba de ser contradictorio para una Iglesia que tiene como cabeza visible a una mujer, la Reina Isabel II.
La propuesta que ahora se ha aprobado se plante¨® hace ya dos a?os, pero no prosper¨® al no alcanzar el 75% de votos favorables que se requieren en cada uno uno de los tres colegios que forman el s¨ªnodo: obispos, cl¨¦rigos y laicos.
Solo tras la amenaza de que el asunto pudiera resolverse finalmente fuera de la propia Iglesia, mediante una ley del Parlamento brit¨¢nico que obligara a remover esa discriminaci¨®n, el arzobispo Justin Welvy pudo encontrar los apoyos necesarios para el trascendente cambio, aunque a costa de algunas concesiones. Entre ellas figura la promesa ¡ª de palabra¡ª de que las parroquias m¨¢s conservadoras que no quieran someterse a la autoridad de una obispa, tengan la posibilidad de contar con un obispo volante.
En estos momentos hay tres vacantes ¡ªOxford, Peterborough y Newcastle¡ª por lo que el nombramiento de una obispa puede ser inminente. Entre los m¨¢s reticentes al cambio se encuentra el sector anglocat¨®lico, partidario de un acercamiento a la Iglesia cat¨®lica, lo que bien mirado resulta coherente pues es en estas cuestiones en las que m¨¢s sintoniza con Roma. La jerarqu¨ªa cat¨®lica est¨¢ totalmente cerrada a un cambio de esta naturaleza. La anglicana, en cambio, ha dado muestras de una mayor apertura y capacidad de adaptaci¨®n a los tiempos, aunque no sin resistencias.
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