Mitolog¨ªas de segunda mano

Las mitolog¨ªas, sean las muy nobles hom¨¦ricas o las pop de los superh¨¦roes con mallas, responden a un canon codificado por su personalidad, por su origen y por sus circunstancias. El grupo Marvel (integrado hoy en Disney Corp.) gener¨® mitolog¨ªas muy rentables (Spiderman, Thor, Capit¨¢n Am¨¦rica o Iron man), en papel y para el cine. Pues bien, Marvel acaba de anunciar dos cambios que afectan a su mitolog¨ªa: Thor ser¨¢ mujer y Capit¨¢n Am¨¦rica afroamericano; concretamente se enfundar¨¢ el uniforme de las barras y estrellas, que hasta ahora vest¨ªa Steve Rogers, Sam Wilson, conocido como Halc¨®n, un personaje secundario en las aventuras del propio Rogers. No es necesario invocar a Umberto Eco y Apocal¨ªpticos e integrados para entender que la s¨²bita reconversi¨®n de Thor y Capit¨¢n Am¨¦rica responde a dos criterios poco mitol¨®gicos: la correcci¨®n pol¨ªtica y el deseo de convocar al consumo de superh¨¦roes a nuevos segmentos de consumidores. Tom Breevort, director ejecutivo de Marvel, lo ha explicado as¨ª en un comunicado: ¡°Tenemos una audiencia m¨¢s global que nunca; tenemos lectores con distintas historias personales hambrientos de personajes con circunstancias como las suyas¡±.

Ninguna objeci¨®n al discurso de m¨ªster Breevort, salvo una: ?qu¨¦ tiene que ver la indiscutible realidad de una audiencia global con la transformaci¨®n de ambos superh¨¦roes? Pues nada. Las mujeres y los afroamericanos, consumidores de c¨®mics, merecen un universo con el que puedan identificarse, por supuesto; pero un universo propio, no el ya codificado para millones de lectores. Mujeres y afroamericanos deber¨ªan exigir su propia mitolog¨ªa, no una impostada, de corta y pega de caras sobre uniformes amortizados.

De hecho, la interpretaci¨®n m¨¢s l¨®gica para este cambio no es la exigencia de historias personales, sino una probable incapacidad est¨¦tica para generar nuevos superh¨¦roes, con personalidades distintas, nuevas ideas, en armon¨ªa con la sociedad tecnol¨®gica y compatibles, por ejemplo, con el desplazamiento del poder econ¨®mico hacia China. Dice m¨ªster Breevort que los cambios en la mitolog¨ªa de Thor y Capit¨¢n Am¨¦rica ¡°no deber¨ªan ser vistos como revolucionarios¡±. Tiene raz¨®n. Son sencillamente irrelevantes.