Los enfermos de hepatitis C, v¨ªctimas de las patentes

Esta entrada se publica conjuntamente con el blog de ISGlobal y ha sido escrita porDavid Hammerstein(@DaHammerstein), miembro del Transatlantic Consumer Dialogue y activista por los derechos de los consumidores y pacientes. Una versi¨®n anterior de este texto fue publicada en su blog.

Activistas indios demandan el acceso a tratamiento contra hepatitis C. Foto: ITPC.

Las patentes privadas son la causa de los desorbitados precios de muchos medicamentos, como ocurre con el tratamiento farmacol¨®gico Sofosbuvirpara la Hepatitis C.

Las patentes sobre un producto otorgan el privilegio un determinado periodo de exclusividad en el mercado (de 15 a 20 a?os)y una amplia libertad en el establecimiento de precios, supuestamente para incentivar la ¡°innovaci¨®n¡±. Los altos precios no guardan relaci¨®n alguna con el dinero invertido en su investigaci¨®n y desarrollo, ni mucho menos con sus marginales costes de producci¨®n, sino con el negocio de las grandes empresas farmac¨¦uticas. La producci¨®n deuna pastilla de Sofosbuvir cuesta 2,5 euros y se vende por 650 euros. Un tratamiento de 3 meses cuesta 55.000 euros.

Entre 130 y 150 millones personas est¨¢n afectadas por esta situaci¨®n.El 99% de esta poblaci¨®n (incluida la espa?ola) queda sin acceso al tratamiento, as¨ª que es chocante que no haya una respuesta fulminante por parte de las instituciones pol¨ªticas, responsables de proteger la salud p¨²blica frente a la posici¨®n abusiva de una empresa estadounidense. A pesar de que la salud es un bien com¨²n universal, resulta que el precio de un medicamento que salva vidas responde simplemente a la oportunidad de negocio que presenta el mercado en un momento dado.

Hay que primar el derecho a la saludfrente los monopolios farmac¨¦uticos y los precios desorbitados.Centenares de miles de afectados espa?oles y decenas de millones de enfermos en el mundo merecen el mejor tratamiento posible contra la hepatitis C. La propia sanidad p¨²blica espa?ola ya ha dicho que no comprar¨ªa el medicamento a este precio que, gracias al monopolio de una patente, la farmac¨¦utica estadounidense Giliad puede establecer al nivel que quiera. Es verdad que pagar 55.000 euros por un tratamiento de 3 meses podr¨ªa vaciar la caja de cualquier sistema p¨²blico de salud, pero un gobierno que se precie, como defensor del inter¨¦s com¨²n, no tiene por qu¨¦ aceptar tales abusos.

Si realmente quiere defender la salud p¨²blica, un estado tiene distintas herramientas para debilitar la posici¨®n dominante de la empresa farmac¨¦utica y reducir significativamente el precio del f¨¢rmaco:

1. Una licencia obligatoria. Cualquier gobierno puede iniciar los tr¨¢mites para la emisi¨®n de una 'licencia obligatoria' que le permite fabricar Sofosbuvir como un producto gen¨¦rico. El Acuerdo de Doha sobre Propiedad Intelectual y Salud P¨²blica (de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio) autoriza a limitar los derechos de propiedad intelectual en caso de necesidad de salud p¨²blica. Mediante estas flexibilidades en el derecho internacional, un gobierno puede promover la producci¨®n de Sofosbuvir por una empresa de productos gen¨¦ricos a un precio mucho m¨¢s bajo o importarlo de otro pa¨ªs en una versi¨®n gen¨¦rica. Concretamente, el art¨ªculo 31 del acuerdo ADPIC de la OMC afirma que cualquier pa¨ªs puede emitir licencias obligatorias para ¡°permitir la producci¨®n de un producto patentado por otros o utilizar el proceso patentado sin el consentimiento del titular de la patente¡±.

2. Oposici¨®n a la patente.Al igual que est¨¢ haciendo el de India, cualquier gobierno puede desafiar en los tribunales la legalidad de la patente sobre Sofosbuvirpara demostrar la ausencia de una innovaci¨®n que justifique la patente. En este caso, la misma mol¨¦cula fue patentada previamente como un medicamento contra el c¨¢ncer.

3. Unirse a otros pa¨ªses para realizar compras p¨²blicas coaligadas.Es posible hacer compras conjuntas con otros estados europeos para mejorar la capacidad de negociaci¨®n. Lo que hemos visto hasta ahora es justo lo contrario: incluso el establecimiento de un precio europeo m¨¢ximo para Sofosbuvir -propuesto por Francia- ha sido rechazado tanto por la Comisi¨®n Europea como por el Gobierno espa?ol, en una muestra de extrema pasividad ante el poder de las farmac¨¦uticas.

4. Negociar conjuntamente con otros pa¨ªses la compra (buy-out) o pagar la cesi¨®n de la patente a un fabricante de gen¨¦ricos. De esta manera se podr¨ªa fabricar y vender el f¨¢rmaco como gen¨¦rico. De hecho, Egipto ha llegado a un acuerdo para importar de India Sofosbuvir como gen¨¦rico a un precio 100 veces menor que el precio exigido por Giliad en Europa.

5. Desligar (de-link) la innovaci¨®n biom¨¦dica de la producci¨®n y m¨¢rketing de los productos. Existe un amplio movimiento social y cient¨ªfico a favor de nuevos modelos de innovaci¨®n guiados por las necesidades sanitarias reales, en lugar de por las meras demandas del mercado. Se trata de incentivar con fondos p¨²blicosla investigaci¨®n m¨¦dica m¨¢s urgente sobre enfermedades como la hepatitis C, el c¨¢ncer o el HIV/SIDA, a cambio del control p¨²blico sobre la propiedad intelectual. Esto permitir¨ªa la producci¨®n de medicamentos gen¨¦ricos asequibles de acceso universal.

Los enfermos de hepatitis C tambi¨¦n son v¨ªctimas de las patentes. Y existen remedios para ello.