C¨®mo Los Tres Tenores cambiaron la m¨²sica para siempre
Hace 20 a?os, el tr¨ªo dio su concierto m¨¢s memorable, el que hizo de la ¨®pera un g¨¦nero accesible y, para bien o para mal, comercial
La del 16 de julio de 1994 fue una noche calurosa en Los ?ngeles. As¨ª lo atestiguaba el pa?uelo con el que tan famosamente se secaba el sudor una y otra vez aquel grandull¨®n llamado Luciano. Pero, en el estadio de b¨¦isbol de los Dodgers, la gente se hab¨ªa puesto de tiros largos: chaqu¨¦ y esmoquin para recibir a los tres reyes magos de la l¨ªricas. Los Tres Tenores, se hac¨ªan llamar. Luciano Pavarotti, Pl¨¢cido Domingo y Jos¨¦ Carreras; a la batuta, Zubin Mehta. De lo especial del acontecimiento daba fe el p¨²blico: entre los 56.000 asistentes estaban Bush padre (y se?ora), Tom Cruise, Gene Kelly o el gran icono de California, David Hasselhoff. En el repertorio, Puccini o Massenet se alternaban con Mancini o Sinatra, hasta el cl¨ªmax final de Verdi y sus archiconocidas La donna ¨¨ mobile y Libiamo ne¡¯ lieti calici. Para cuando esta ¨²ltima finaliz¨®, antes de comenzaran las correspondientes tandas de aplausos, la m¨²sica cl¨¢sica (o, mejor dicho, su relaci¨®n con el p¨²blico) hab¨ªa cambiado para siempre.
Aquella fue la noche en la que el matiz muri¨®. Del concierto se vendieron ocho millones de copias en CD y DVD. Se hab¨ªa inventado un g¨¦nero nuevo: la cl¨¢sica pop
Ese concierto fue un ¨¦xito. De su edici¨®n en CD y DVD se vendieron ocho millones de copias en todo el mundo que justifican su inminente reedici¨®n. Tras aquella noche, la industria discogr¨¢fica descubri¨® un g¨¦nero musical nuevo. El negocio de la m¨²sica cl¨¢sica hab¨ªa cambiado irremediablemente. Todos los que parec¨ªan gigantes, los que se apellidaban Bernstein, Caruso, DuPr¨¦, Abbado, Haazel, Pollini, Heifetz, Tebaldi, Price... todos empeque?ecieron ante el fen¨®meno de un nuevo nicho de mercado protagonizado por grandes voces, melod¨ªas pegadizas y un sonido accesible que recordaba a lo cl¨¢sico. Era la ¨¦poca de la cl¨¢sica pop. De Andrea Bocelli, de Il Divo, e incluso de Sarah Brightman. Aquel formato de terceto se repiti¨® en cualquier lugar y ocasi¨®n: de Los Tres Tenores Irlandeses a Los Tres Tenores Chinos pasando por Los Tres Tenores Navidad¡
Ping¨¹es beneficios econ¨®micos¡ ?tambi¨¦n para la cultura? S¨ª, en la opini¨®n de Carreras en el diario venezolano El universal hace cuatro a?os: ¡°Creo que nosotros fuimos los principales responsables de que la ¨®pera comenzara a llegar a un p¨²blico m¨¢s vasto. Esto es innegable, y esto es fundamental para la vida de la ¨®pera¡±.
Eran tres personalidades muy fuertes. Pavarotti es una de las grandes voces, Domingo uno de los tenores m¨¢s completos y Carreras es un cantante muy interesante. El negocio fue redondo para todos. Luis Su?¨¦n, director de la revista Scherzo
Pero, ?lo hicieron? Luis Su?¨¦n, director de la revista Scherzo es algo m¨¢s cr¨ªtico con el legado del tr¨ªo que pr¨¢cticamente invent¨® el single en la m¨²sica cl¨¢sica: ¡°Los Tres Tenores influyeron a la hora de popularizar un cierto repertorio oper¨ªstico m¨¢s popular, pero no crearon afici¨®n por la ¨®pera", razona. "La ¨®pera requiere de un poso cultural mayor, exige m¨¢s. Un disco de arias no puede sustituir la experiencia de asistir a una ¨®pera completa en un teatro porque este tipo de interpretaciones son fragmentarias. No es como una canci¨®n de rock que empieza y acaba, un aria hay que escucharla en el contexto de toda una ¨®pera¡±.
Dio igual. Los fen¨®menos no entienden de matices. Y Los 3 Tenores fueron un fen¨®meno. Escuchar a estos tres hombres se convirti¨® despu¨¦s de aquel julio en un s¨ªmbolo de estatus. Eran los noventa, se llevaban los coches grandes y con el aire acondicionado en modo Polo Norte y los familiares adinerados te recib¨ªan en sus g¨¦lidos veh¨ªculos con el Nessun Dorma de Puccini a toda pastilla. De ah¨ª a que la canci¨®n de marras se convirtiera en el himno oficial de las presentaciones gal¨¢cticas de Florentino P¨¦rez en el Bernab¨¦u, solo fue un paso. Estratosf¨¦ricos tambi¨¦n fueron los sueldos del tr¨ªo de tenores: cobraban el doble que por una ¨®pera (alrededor de 1.200.000 euros actuales) m¨¢s royalties... ¡°Fue un negocio estupendo para todos, tambi¨¦n para el maestro Mehta¡±, explica Su?¨¦n.
El impacto lleg¨® a la cultura popular. Pl¨¢cido Domingo apareci¨® como miembro del grupo en un episodio de Los Simpson y el tr¨ªo se convirti¨® en una broma recurrente en Seinfeld (en el que los protagonistas desglosaban la agrupaci¨®n diciendo, en perfecto ingl¨¦s; ¡°Pavarotti, Domingo, y el otro¡±, porque Carreras es m¨¢s complicado de pronunciar). ?Qu¨¦ tuvieron que los hizo tan imbatibles? Seg¨²n Su?¨¦n: ¡°Eran tres personalidades muy diferentes y muy fuertes. Pavarotti es una de las grandes voces, Domingo es uno de los tenores m¨¢s completos y Carreras es un cantante muy interesante¡±.
Raz¨®n de peso para que, en su opini¨®n, sea imposible revivir aquella ¨¦poca: ¡°Tal vez alguien podr¨ªa juntar a Jonas Kaufmann o Piotr Beczala y a otro, pero segundas partes nunca fueron buenas¡±. Tal vez tampoco quieran ellos. Los Tres Tenores alcanzaron fama y fortuna tras aquella noche, pero a cambio nunca alcanzaron cotas parecidas. El tristemente fallecido Pavarotti ocup¨® p¨¢ginas de la prensa del coraz¨®n por el romance con su secretaria, Nicoletta Mantovani. Carreras se ha metido en los ¨²ltimos tiempos de hoz y coz en el nada l¨ªrico debate nacionalista y Pl¨¢cido Domingo ha acabado reinvent¨¢ndose, no sin astucia, en bar¨ªtono para justificar el agravamiento de su voz. Partituras emborronadas de una noche de verano inolvidable que cambi¨® el curso del comercio de la m¨²sica.
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