Progreso
?Hacia d¨®nde debemos avanzar? Esta es la cuesti¨®n que debe plantearse la izquierda
Dec¨ªa el primer ministro franc¨¦s Manuel Valls, en estas mismas p¨¢ginas, que ¡°la izquierda puede morir si niega el progreso¡±. Ciertamente, no hay izquierda sin progreso. La izquierda naci¨® vinculada a esta idea hasta el punto que hizo de ella su raz¨®n de ser. Y acab¨® atrapada en una concepci¨®n escatol¨®gica de la historia que hizo del progreso camino de redenci¨®n, con consecuencias catastr¨®ficas. La etiqueta de progresismo identificaba a la izquierda. Hoy est¨¢ en desuso a fuerza de hacerse antip¨¢tica por sus connotaciones de superioridad moral, por su car¨¢cter excluyente, todo el que no era progresista era reaccionario, y por la deriva totalitaria de algunas de las utop¨ªas gestadas en el siglo XIX. Progresar es avanzar en la buena direcci¨®n, pero ?cu¨¢l es la buena direcci¨®n? ?Hacia d¨®nde debemos avanzar? Esta es la cuesti¨®n que debe plantearse la izquierda si quiere recuperar el hilo del progreso. Y tengo mis dudas de que Valls est¨¦ hablando de esto.
El progreso es defender a los ciudadanos de los abusos de poder. Y es incompatible con la humillaci¨®n de las personas por parte del Estado
?Qu¨¦ es el progreso? El primer ministro franc¨¦s nos dice que su prioridad es el crecimiento y el empleo. No basta con el crecimiento, todo depende de qu¨¦ se hace con ¨¦l; no basta con el empleo si este no garantiza una vida digna. El progreso, si la izquierda aspira a significar alguna cosa, debe medirse en funci¨®n de la libertad y de la igualdad. Las lecciones del pasado est¨¢n m¨¢s que aprendidas: ya no hay lugar para la promesa de redenci¨®n en una izquierda moderna. Y la plena armon¨ªa de valores no existe: siempre habr¨¢ roces entre la libertad y la igualdad. Pero si la izquierda quiere distinguirse de la derecha tiene que rechazar el fatalismo econ¨®mico, reiteradamente expresado por el discurso del ¡°no hay alternativa¡±. Me temo que cuando Valls pide que la izquierda abrace el progreso lo que est¨¢ reclamando es la aceptaci¨®n incondicional del modelo econ¨®mico vigente.
El pragmatismo es una virtud en pol¨ªtica. Pero el pragmatismo no es la resignaci¨®n ante la realidad, es el reconocimiento de la misma para cambiarla. El principio de la izquierda es el cambio social, para que mejoren las condiciones de vida de todos, en el sentido fuerte de la palabra vida: ejercicio permanente de pintarse a s¨ª mismo (Montaigne). Por eso Michael Walzer dice que la izquierda es una actitud: ¡°Seguir caminando¡±. El progreso es la disposici¨®n a mirar al futuro, pero se ejerce en el presente a trav¨¦s de la pol¨ªtica, y la izquierda debe apoyarse en la ciudadan¨ªa para sacar a la pol¨ªtica de su impotencia en tiempos de abrumadora hegemon¨ªa econ¨®mica. El progreso es defender a los ciudadanos de los abusos de poder. Y es incompatible con la humillaci¨®n de las personas por parte del Estado. Valls tiene aqu¨ª mala calificaci¨®n por su comportamiento con los gitanos. De acuerdo, la izquierda morir¨¢ si renuncia al progreso, pero si por progreso Valls entiende mimetizar a la derecha, la izquierda morir¨¢ igualmente. ?Qui¨¦n ocupar¨¢ su lugar?
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