La izquierda europea ante el reto de gobernar
Si el socialismo quiere ser relevante en Europa, est¨¢ obligado a pactar
La legislatura europea 2009-2014 impone al socialismo otra vuelta de tuerca sobre su raz¨®n de ser: transformar la sociedad por la acci¨®n de sus Gobiernos. Tras las elecciones de mayo, persisten serios obst¨¢culos para su agenda: 1. Venimos de la peor crisis de la historia de la UE, cuya p¨¦sima gesti¨®n ha venido marcada por la hegemon¨ªa conservadora. 2.?La ¡°crisis del socialismo¡± es reflejo de la p¨¦rdida de credibilidad de la pol¨ªtica ante los poderes financieros que no se presentan a las urnas, perjudicando a la izquierda ante su electorado. 3.?Su manejo ha redundado no s¨®lo en paro y estancamiento, sino en la exasperaci¨®n de las desigualdades, entre los Estados miembros y dentro de estos, desagregando ante ellas a los partidos socialistas. 4.?Y a pesar de todo ello, el socialismo europeo ha sido capaz de acordar una plataforma, una agenda y un candidato com¨²n a la presidencia de la Comisi¨®n.
Hacerlo, en la recesi¨®n que devor¨® el mandato anterior (2009-2014), exigi¨® acometer debates cruciales. 1. Flexibilizar la reducci¨®n del d¨¦ficit y mutualizar la deuda. 2.?Abandonar la austeridad por el crecimiento y empleo. 3. Fiscalidad progresista, con presupuestos inversores y est¨ªmulos financiados con recursos propios y una apuesta contra el fraude, la elusi¨®n, y el dumping o competici¨®n entre miembros de la UE. 4.?Agenda social, pacto de rentas y estatuto europeo de los trabajadores. 5.?Una mirada distinta sobre la inmigraci¨®n que no vea en ella una ¡°amenaza¡± a un continente envejecido. 6.?Ciudadan¨ªa, derechos, democracia, combate a la corrupci¨®n y a la desafecci¨®n.
Para incentivar la participaci¨®n, la campa?a fue movilizadora no s¨®lo con su candidato, sino con su alternativa. Pero los resultados, ingratos para la izquierda, han recrudecido los retos. Los grupos europe¨ªstas (populares, socialistas, liberales y verdes) pierden votos y esca?os, salvo Izquierda Unida (crece en Espa?a), subiendo los euroesc¨¦pticos?/ eur¨®fobos y la extrema derecha. Ante la evidencia de que el PPE es de nuevo primera fuerza (aunque pierde 60 esca?os), los socialistas afrontan la dificultad de explicar la conveniencia de acuerdos¡ sin que eso equivalga a aceptar, sin m¨¢s, acr¨ªticamente, din¨¢micas de gran coalici¨®n, cuya asimilaci¨®n les provoca problemas en muchos pa¨ªses.
Los grupos europe¨ªstas han perdido votos y crece la extrema derecha
Pero, detr¨¢s de ese dilema, subyace otro, de calado. Buena parte de los socialistas europeos se han habituado a un paisaje en que gradualmente renuncian a gobernar por s¨ª solos con vocaci¨®n mayoritaria, aceptando como inexorables coaliciones lideradas, a menudo, por el PPE. Tan alto es el precio pagado por esta deriva que el PASOK ¡ªque hace unos pocos a?os (diciembre de 2009, asombra recordarlo) ganaba con mayor¨ªa absoluta¡ª se extingue en la irrelevancia, sobrepasado hoy por Syriza, autosituada a su izquierda.
La situaci¨®n es in¨¦dita en su complejidad. Porque las dimensiones de la fractura que ha sacudido a la UE (Norte?/ Sur, Este?/ Oeste, acreedores?/ endeudados, ganadores?/ perdedores) han deteriorado las condiciones para que los socialistas conformen respuestas comunes y estrategias compartidas frente a las exigencias pr¨¢cticas de su acci¨®n. Si el socialismo en la UE quiere ser relevante, est¨¢ obligado a pactar; pero si pacta en ayunas de explicaciones bastantes, con apoyos sociales menguantes ante la indignaci¨®n y el sufrimiento causado, asume un riesgo creciente de erosionar su identidad. Y ello le expone como nunca ante nuevas formaciones que explotan una ¡°radicalidad¡± altereurope¨ªsta o directamente eur¨®foba. Los socialistas se baten ahora en las urnas con quienes hacen propuestas de improbable cumplimiento, pero tambi¨¦n inexigibles: los electores de izquierda pueden votar la demagogia rayana en el populismo¡ no tanto por la verosimilitud de que pueda gobernar y cumplir sus compromisos cuanto para expresar su decepci¨®n o enfado con los partidos ¡°tradicionales¡±.
El desaf¨ªo existencial para el socialismo mainstream carece de precedentes desde la segunda posguerra: as¨ª, las grandes coaliciones buscan la banda ancha, para impulsar reformas que dicen ser ¡°inaplazables¡±. Pero ni todos los pa¨ªses ni sus electorados pueden soportar sin castigo el impacto de esas pr¨¢cticas sin tradici¨®n all¨ª donde, como en Espa?a, los socialistas han sabido gobernar con cargo a sus propias fuerzas y mayor¨ªas en las urnas.
El PSOE debe recuperar su combate hist¨®rico
por la igualdad
Ante la enormidad de las curvas en la carretera europea, dos respuestas al reto. 1.?Restablecer su ADN en un contexto distinto a ning¨²n otro anterior. Ejemplo: el esfuerzo del PSOE, tras acusar duros reveses, por restaurar su identidad. La de su combate hist¨®rico por la igualdad y contra la exclusi¨®n e injusticia exacerbadas por la crisis; progresismo, pasi¨®n por el cambio y por la innovaci¨®n; europe¨ªsmo e internacionalismo frente a los nacionalismos. Y opuesta a la conservadora, basada en la desigualdad y el debilitamiento de los trabajadores, la reacci¨®n contra los cambios y la explotaci¨®n de prejuicios contra la diversidad. S¨®lo acertando en esto podr¨¢ el PSOE reeditar su vocaci¨®n de Gobierno. 2.?Una esfera europea propia, en la que, en ausencia de mayor¨ªas absolutas, los pactos se justifiquen s¨®lo cuando respondan p¨²blicamente a principios y objetivos socialdem¨®cratas. Esto exige explicar cu¨¢ndo, c¨®mo y por qu¨¦ los socialistas pueden ¡ªy, en su caso, deben¡ª acordar qu¨¦ y para qu¨¦ con otros europe¨ªstas. Fundando su acci¨®n en valores y traduciendo su impacto sobre la ciudadan¨ªa a la que representa: clases trabajadoras, medias y emprendedores; en especial, los vulnerables ante la desprotecci¨®n.
Resolver los dos dilemas, en el contexto de una crisis lejos de su extinci¨®n, va a ser enormemente arduo. Pero tambi¨¦n necesario. La UE afronta su ¨²ltima oportunidad de rescatar su modelo social sin traicionarse. Y requiere como nunca socialistas europeos ¡ªy un partido en esa escala¡ª con una agenda distinta y significativa.
Juan F. L¨®pez Aguilar es catedr¨¢tico de Derecho Constitucional y eurodiputado socialista. Autor del libro La socialdemocracia y el futuro de Europa (Catarata 2013).
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