Desactiven esa espoleta
El encuentro, del que nadie sensato esperaba un acuerdo para imprimir en el BOE, ha dado el m¨¢ximo de lo esperable
?Qu¨¦ tiempos estos en los que llegar a estar en m¨ªnimos es mucho, porque ven¨ªamos de a¨²n menos que bajo m¨ªnimos!
El resultado del encuentro Rajoy-Mas es (casi) el ¨²nico b¨¢lsamo en (casi) dos a?os, desde el fiasco de su anterior reuni¨®n, fracasada, del 20 de septiembre de 2012.
Lo es al menos para los partidarios del di¨¢logo, la negociaci¨®n y el pacto como mecanismos para resolver las divergencias, frente al mon¨®logo, el encastillamiento y el enfrentamiento, los m¨¦todos del rupturista. Y, por extensi¨®n, lo es para los partidarios de una tercera v¨ªa, pues todo paso que huya de balizar secesi¨®n e inmovilismo recentralizador, la abona; al menos, no la descarta.
Aunque hasta el 9-N ser¨¢ dif¨ªcil todo pacto, a¨²n hay una v¨ªa: hacer cre¨ªble una negociaci¨®n ¨®mnibus
El encuentro, del que nadie sensato esperaba un acuerdo para imprimir en el BOE, ha dado el m¨¢ximo de lo esperable. Ha habido di¨¢logo porque Mas se avino al fin a plantear asuntos (23, sobre todo econ¨®micos) distintos a la ¡ªobsesiva¡ª consulta. Y porque Rajoy asumi¨® la utilidad de hablar, aun desde la discrepancia en el asunto capital, la ¡ªdenegada¡ª consulta. Y lo esencial es que continuar¨¢: habr¨¢ respuesta de Rajoy al memor¨¢ndum de Mas.
El triunfo del di¨¢logo no consiste en que produzca frutos tangibles a la primera de cambio. Estriba en que los l¨ªderes, reacios no ya a debatir, sino hasta a fotografiarse juntos, calculen, como han hecho, que soslayar el di¨¢logo les es m¨¢s perjudicial que celebrarlo. Lo relevante es que han ganado las fuerzas sociales, empresariales e intelectuales que han impuesto una din¨¢mica por la cual resulta pol¨ªticamente m¨¢s caro no encontrarse que hablarse.
Discutir inicialmente sobre temas esenciales pero ajenos al n¨²cleo de la discrepancia m¨¢s grave es una elemental t¨¦cnica negociadora. Es la primera en los manuales de la mediaci¨®n, que postulan fraguar confidence building measures, medidas para regenerar las confianzas rotas: un rodeo, un acercamiento lateral, la creaci¨®n de reflejos pavlovianos. Otra t¨¦cnica, menos aireada, es que ambos equipos se entrecrucen alg¨²n papel previo, y sobre todo, sus contenidos: pactar entre los sherpas la expresi¨®n p¨²blica de los desacuerdos y su tono es requisito para diluir su acidez. Aunque tard¨ªamente, lo han hecho.
Queda ahora la tarea capital: c¨®mo desactivar la bomba de espoleta retardada en que consiste el anuncio de la convocatoria unilateral de refer¨¦ndum para el 9-N. Porque los hooligans de Rajoy le impiden ceder nada sustancial hasta que esa ¡°amenaza¡± se haya esfumado. Y los talibanes de Mas ¡ªpese a su moral rota, por otras causas¡ª le har¨¢n vud¨² si pacta antes cualquier alternativa a ese evento.
Queda, pues, un estrecho camino transitable hasta entonces. Dar verosimilitud, pero en serio, a que una porci¨®n notable de la lista de los 23 puntos ser¨¢ negociada, con actitud favorable y designio de resultados: una negociaci¨®n ¨®mnibus. Dar fe p¨²blica cre¨ªble de que una v¨ªa distinta al desgarro ser¨¢ mejor. Por principio. Y sobre todo porque beneficiar¨¢ m¨¢s a todos. Luego, el hueso de alg¨²n tipo de consulta ser¨¢ menos duro de roer. Para todos.
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