Federalismo necesario
Una propuesta basada en el di¨¢logo, la negociaci¨®n y el pacto para evitar el choque
El 6 de diciembre de 2004, para conmemorar el 26? aniversario de la Constituci¨®n espa?ola, publiqu¨¦ en las p¨¢ginas de este diario un art¨ªculo titulado ?Es el federalismo cosa de ingenuos? Resulta muy ilustrativo releerlo hoy, teniendo en cuenta que dos a?os despu¨¦s se aprobaba el nuevo Estatuto de Autonom¨ªa; que seis a?os despu¨¦s, el Tribunal Constitucional aprobaba la sentencia que iba a alterar el Estatuto ya refrendado por los catalanes; y que 10 a?os despu¨¦s, muchos catalanes cuestionan radicalmente el actual marco de relaciones entre Catalu?a y el resto de Espa?a. La tesis de fondo del art¨ªculo sigue vigente.
Cito literalmente: ¡°?Por qu¨¦ el federalismo incomoda tanto a los nacionalistas catalanes como a los nacionalistas espa?oles? ?Por qu¨¦ unos nos ven como traidores y otros como botiflers? Parece evidente que nuestra traici¨®n consiste en estar convencidos de que ni Catalu?a ni Espa?a son identidades nacionales homog¨¦neas, y de que dos o m¨¢s naciones pueden convivir fraternalmente en un mismo Estado. Para un nacionalista, a una naci¨®n corresponde un Estado y a un Estado corresponde una sola naci¨®n, y toda naci¨®n debe procurar obsesivamente su homogeneidad interna. Solo hay que ver c¨®mo fruncen el ce?o unos y otros cuando escuchan que Espa?a es una naci¨®n de naciones. O que Catalu?a es una naci¨®n que comparte Estado con otras naciones y comunidades aut¨®nomas¡±.
Soy consciente de que el concepto naci¨®n de naciones es cuestionado por muchos tanto en Catalu?a como en el resto de Espa?a. Vale la pena recordar que tampoco fue precisamente pac¨ªfica la incorporaci¨®n del t¨¦rmino nacionalidades a la Constituci¨®n de 1978. Por ello quiero recuperar dos citas de autoridad del socialista leon¨¦s Anselmo Carretero, citado siempre por Pasqual Maragall como inexcusable referencia federalista. Dec¨ªa Carretero: ¡°El concepto de naci¨®n de naciones no es un dislate como suelen creer la mayor¨ªa de los juristas. Lo realmente insensato es empe?arse en imponer a los pueblos de Espa?a una estructura constitucional contraria a su propia naturaleza¡±. A ¨¦l tambi¨¦n corresponde la frase: ¡°Si Espa?a es una naci¨®n de naciones, la estructura del Estado a ella adecuado es naturalmente la federal, que permita y garantice el desarrollo de cada uno de sus pueblos dentro del conjunto, y el fortalecimiento de este con el de sus diversas partes¡±.
Se cuestiona el concepto 'naci¨®n de naciones". Tampoco fue pac¨ªfico incorporar? el de 'nacionalidades' a la Constituci¨®n
De mi art¨ªculo de 2004 recupero de forma literal otros dos p¨¢rrafos: ¡°Federalismo viene de pacto. Y es precisamente ese concepto de pacto el que incomoda a los nacionalistas. ?Se pueden pactar temas tan sensibles como el de las banderas, los himnos, los s¨ªmbolos, las lenguas o las selecciones deportivas? Nosotros estamos convencidos de que s¨ª. Los nacionalistas no solo est¨¢n convencidos de lo contrario, sino que se alimentan del conflicto y consideran traidores a quienes est¨¢n dispuestos a explorar el dif¨ªcil camino del acuerdo. Olvidando que, por dif¨ªcil que sea el camino del acuerdo, la v¨ªa del conflicto solo conduce al desastre¡±.
¡°El federalismo es uni¨®n y libertad, una filosof¨ªa pol¨ªtica de fraternidad que se propone evitar el enfrentamiento entre sentimientos nacionales de distinto signo, la est¨¦ril discusi¨®n sobre soberan¨ªas originarias y una confrontaci¨®n identitaria excluyente, para poder alcanzar un acuerdo pol¨ªtico-institucional que haga posible el respeto y la lealtad rec¨ªprocas. El federalismo es una gu¨ªa de soluciones pr¨¢cticas a los problemas planteados por estructuras pol¨ªticas complejas, especialmente las integradas por diversas realidades nacionales, y un conjunto de mecanismos para poner en pr¨¢ctica el principio de subsidiariedad¡±.
Diez a?os despu¨¦s sigo defendiendo una soluci¨®n de tipo federal por cuatro razones: 1. Por coherencia con los valores de libertad, igualdad, fraternidad y solidaridad. 2. Porque se ajusta bien al mundo de interdependencias crecientes y soberan¨ªas compartidas en el que vivimos. 3. Porque evita el choque de identidades y la fractura de la sociedad en funci¨®n de los diversos sentimientos de autoidentificaci¨®n nacional de las personas. 4. Porque se basa en el di¨¢logo, la negociaci¨®n y el pacto.
Los socialistas catalanes hemos formulado una propuesta de reforma constitucional federal que puede resumirse de forma casi telegr¨¢fica en ocho puntos:
1. La definici¨®n de Espa?a como Estado federal. 2. El reconocimiento de que Espa?a es una naci¨®n que integra naciones, nacionalidades y regiones. 3. La definici¨®n precisa de las competencias del Estado y de las pautas sobre su ejercicio y la atribuci¨®n de todas las dem¨¢s competencias a las autonom¨ªas. 4. El reconocimiento de una asimetr¨ªa competencial que atienda a los hechos diferenciales y los derechos hist¨®ricos ya reconocidos por la Constituci¨®n y los Estatutos vigentes. 5. La consideraci¨®n de los temas ling¨¹¨ªsticos y culturales como competencia expl¨ªcita de las comunidades con lengua propia. 6. La constitucionalizaci¨®n de los principios de solidaridad y ordinalidad que han de informar la financiaci¨®n de las autonom¨ªas. 7. La descentralizaci¨®n efectiva del Poder Judicial. 8. La transformaci¨®n del actual Senado en un Consejo Federal integrado por los Gobiernos aut¨®nomos.
Todos tenemos mucho que perder y nada que ganar con el desencuentro
A partir de nuestra propuesta y de otras muchas aportaciones, entre las que cabe destacar de forma especial el documento Por una reforma federal del Estado auton¨®mico, impulsado desde la Fundaci¨®n Alfonso Perales, los socialistas de toda Espa?a hemos alcanzado un gran acuerdo en Granada plasmado en el documento Hacia una estructura federal del Estado. (Estos y otros muchos documentos se pueden encontrar en mi web http://www.reformafederal.info/).
Se trata de una propuesta abierta al debate, que deberemos contrastar con el resto de fuerzas pol¨ªticas. No pretendemos imponer nada a nadie, pero no queremos soslayar un grave problema pol¨ªtico, probablemente el mayor al que se haya enfrentado la democracia espa?ola.
Nadie puede negar el significativo malestar causado en Catalu?a por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto, la percepci¨®n de maltrato econ¨®mico y fiscal, la erosi¨®n del autogobierno y sus competencias, la ausencia de mecanismos de participaci¨®n en la formaci¨®n de la voluntad estatal como un Senado federal, y el insuficiente reconocimiento de la realidad plurinacional, pluricultural y pluriling¨¹e de Espa?a. Insisto, 10 a?os despu¨¦s, en la necesidad de un gran pacto que aborde estos problemas; un pacto que, l¨®gicamente, deber¨¢ someterse al refer¨¦ndum de la ciudadan¨ªa. Solo as¨ª podremos superar un grave desencuentro en el que todos tenemos mucho que perder y nada que ganar.
Miquel Iceta es primer secretario del PSC.
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