Rusia, embarazada de Ucrania
Todos los aspectos de la vida rusa se detuvieron ante la ¡°primavera¡± surgida en febrero en la plaza de la Independencia de Kiev. Desde Mosc¨² se intenta abortar la operaci¨®n, pero hay presagios de un parto dif¨ªcil
La revoluci¨®n que se produjo en febrero en la plaza de la Independencia de Kiev (Ucrania) desencaden¨® una serie de consecuencias irreversibles para el pa¨ªs. Pero adem¨¢s, de manera misteriosa, hizo posible un hecho irreversible de dimensiones a¨²n mayores: Rusia qued¨® embarazada de Ucrania. El esperma amarillo y azul de la plaza de la Independencia cumpli¨® su viril deber bajo el colorido de los fuegos artificiales de las granadas, el fulgor de los c¨®cteles molotov y el silbido de las balas de los francotiradores. Durante aquel mes ardiente, sentada ante un televisor recalentado, Rusia concibi¨®. En su inmenso ¨²tero se agit¨® una nueva vida: libertad para Ucrania. Las autoridades estaban horrorizadas, los liberales, envidiosos, y los nacionalistas, llenos de odio. Ni el Kremlin ni la poblaci¨®n hab¨ªan previsto ese r¨¢pido desarrollo de los acontecimientos.
El fruto empez¨® a crecer y a ocupar cada d¨ªa m¨¢s espacio en los medios de comunicaci¨®n. La revoluci¨®n de Kiev subyugaba y aterrorizaba a Rusia. Igual que durante un embarazo, la vida interna de la madre sucumbi¨® a lo inevitable del proceso fisiol¨®gico: al fin y al cabo, ?qui¨¦n es capaz de oponerse a un embarazo? Como suelen decir las mujeres, ¡°mi vida se divide entre antes y ahora¡±. Todos los aspectos de la vida rusa ¡ªla pol¨ªtica interna, las noticias econ¨®micas, los sucesos¡ª se detuvieron, como una imagen congelada. La rica y polifac¨¦tica vida de Rusia pareci¨® retroceder a un segundo plano y se convirti¨® en un pasado fallido. El futuro estaba al otro lado de la frontera, en Ucrania. Empezaron a o¨ªrse en boca de la poblaci¨®n palabras ucranias y nombres de pol¨ªticos de Kiev. Ucrania, de la que el r¨¦gimen de Putin hab¨ªa hablado con desd¨¦n, de pronto se puso de moda y se convirti¨® en lo moderno, en contraste con la gigantesca Rusia, que parec¨ªa irremediablemente atrasada, torpe y provinciana.
Las reacciones fueron turbulentas:
¡°?Qu¨¦ envidia los ucranios, qu¨¦ ejemplo nos est¨¢n dando!¡±.
¡°?La revoluci¨®n de Ucrania es una provocaci¨®n antirrusa espoleada por Occidente!¡±.
¡°?Es un detonante que podr¨ªa hacer estallar Rusia!¡±.
¡°?Ucrania es nuestro enemigo!¡±.
Mientras tanto, el feto segu¨ªa creciendo y ocupando cada vez m¨¢s sitio. Cada d¨ªa suced¨ªa algo nuevo e inesperado. El organismo materno enfebrec¨ªa.
La sociedad estaba convulsa:
¡°?Ucrania no existe, no ha existido ni existir¨¢ jam¨¢s! ?No es m¨¢s que una provincia de la gran Rusia!¡±, aullaban los pol¨ªticos de derechas.
¡°Ucrania es un espejo del r¨¦gimen de Putin¡±, asent¨ªan los expertos mientras se colocaban sus astutas gafas.
¡°Hay que emigrar a Ucrania¡±, murmuraban los dem¨®cratas.
¡°?Hay que ir a defender a los rusos!¡±, exclamaban los nacionalistas con los pu?os apretados.
Es bien sabido que las mujeres embarazadas, muchas veces, tienen antojo de carne cruda. Y ah¨ª estaba un pedazo de carne fresca f¨¢cil de morder: Crimea. Los dientes gastados y posimperiales de Rusia consiguieron arrancarla, pero le qued¨® poca energ¨ªa para tragarla. La carne se le atragant¨®. Los economistas afirmaron que en cualquier circunstancia ser¨ªa una regi¨®n problem¨¢tica que iba a necesitar unos subsidios considerables. ?C¨®mo digerirla? ?Cu¨¢ntos miles de millones absorber¨ªa al a?o?
A Rusia se le ha atragantado Crimea. Tras quedarse con ella surgen las m¨¢s peregrinas ideas
?Deber¨ªa ser una zona de casinos! ?Deber¨ªamos dejar que los chinos construyan un Gran Puente Ruso! ?Deber¨ªan obligar a todos los funcionarios del Estado a pasar all¨ª sus vacaciones! ?Hagamos como Stalin! ?Convirtamos Crimea en una base militar! ?Y qu¨¦ hacer con los t¨¢rtaros de Crimea, tan desleales? ?Expulsarlos y establecerlos en otro sitio? Todo el mundo estaba enloquecido. Y, la verdad, ?c¨®mo puede seguir la vida adelante cuando dentro de tu cuerpo est¨¢ creciendo ese ser ucranio y extra?o?
Por fin hubo una reacci¨®n del Kremlin, el cerebro del organismo materno. Fue una decisi¨®n firme: ?Hay que abortar! ?Deshacerse de esa hija odiosa, peligrosa e indeseada! Al aborto se le dio el nombre de ¡°primavera rusa en Ucrania¡±. Se decidi¨® que el proceso corriera a cargo de separatistas, saboteadores, mercenarios, aventureros y provocadores. La operaci¨®n comenz¨® en el sureste de Ucrania, empleando unos instrumentos quir¨²rgicos que ni eran muy nuevos ni estaban muy limpios, y con escasa esterilizaci¨®n. La televisi¨®n hizo de anestesia.
Las cadenas rusas herv¨ªan:
¡°?Defenderemos a la poblaci¨®n de habla rusa de la junta fascista! ?Nuestros hermanos de sangre nos piden ayuda! ?Donetsk y Lugansk son los pilares del mundo ruso en Ucrania! ?Rechazaremos a los liberal-fascistas ucranios como hicieron nuestros padres y nuestros abuelos! ?Defender a los rusos en Ucrania es la sagrada responsabilidad de todos los patriotas! ?Estados Unidos quiere ocupar Ucrania a trav¨¦s de los liberal-fascistas!¡±.
Convertida en una masa de zombis por la televisi¨®n, la poblaci¨®n caminaba por las calles con ojos desorbitados: en todas partes parec¨ªan surgir esos ¡°liberal-fascistas¡± ucranios, con los brazos extendidos hacia las gargantas rusas. Aun as¨ª, la histeria televisiva tambi¨¦n gener¨® chistes:
¡°Dos chicas est¨¢n sentadas en un caf¨¦ en Odesa. Una dice: ¡®?Es incre¨ªble, Sara! Abraham se niega categ¨®ricamente a hablar ruso¡±.
¡°?Por qu¨¦?¡±.
¡°Tiene miedo de que los rusos vengan a Odesa a defenderle¡±.
Las mentes se volvieron tan calenturientas como la televisi¨®n. Los gritos de pol¨ªticos y bur¨®cratas rusos exigiendo ¡°el env¨ªo inmediato de tropas y la toma de Kiev¡± se hicieron habituales.
Sin embargo, a pesar de todos los f¨¢rmacos utilizados, da la impresi¨®n de que el aborto no se ha materializado. No se puede arrancar el fruto del ¨²tero. Cada ciudadano ruso sigue llevando a Ucrania en su interior, esa misma Ucrania que deseaba ser verdaderamente libre e independiente.
El derribo del avi¨®n de Malaysian anuncia unas consecuencias terribles e irremediables
¡°?Por qu¨¦ tengo que levantarme todos los d¨ªas para escuchar otra vez las noticias sobre la est¨²pida Ucrania?¡±, se queja un amigo, indignado. ¡°Estamos hasta arriba a diario¡±.
¡°No me puedo creer que Rusia y Ucrania est¨¦n peleando¡±, dice otro. ¡°Es una pesadilla...¡±.
¡°Todos los rusos estamos sentados en un teatro gigantesco, contemplando una obra que se llama Ucrania. ?Y no hay manera de escapar del teatro!¡±, exclama un tercero entre risas amargas.
Hace unos d¨ªas, la prensa rusa public¨® una historia incre¨ªble que record¨® a todo el mundo al gran Gogol: ¡°El 8 de julio, un alto funcionario del Gobierno fue detenido en la avenida de Nevski de San Petersburgo: el hombre emit¨ªa sonidos totalmente incoherentes, transportaba un malet¨ªn y no llevaba pantalones¡±. Resulta que era el jefe de gabinete del vicealcalde de la ciudad. Seg¨²n los m¨¦dicos del hospital en el que le internaron, no paraba de musitar una sola palabra: ¡°?Lugansk!¡±.
Ucrania se ha introducido en todos nosotros. Todos ¡ªpersonas sin techo, pol¨ªticos, campesinos, oligarcas, amas de casa y saboteadores¡ª la llevamos dentro. Cuando Putin vol¨® al lejano Brasil, llev¨® en su interior a Ucrania. Le estorb¨® y le impidi¨® ver a gusto los partidos de f¨²tbol. Ha estorbado a ?gor Strelkov (jefe de la Rep¨²blica Popular de Donetsk) a la hora de resucitar el Imperio Ruso. Al operador del sistema BUK de misiles antia¨¦reos le estorbaba un avi¨®n que atravesaba el cielo ucranio. As¨ª que le dispar¨® un cohete. El derribo del Boeing 777 de Malaysian Airlines fue resultado de una contracci¨®n dolorosa que presagia unas consecuencias terribles e irremediables.
Rusia est¨¢ embarazada de Ucrania. El nacimiento es inevitable. Faltan m¨¢s cosas por venir: los dolores de parto cada vez m¨¢s intensos, el desgarro del cord¨®n umbilical, los primeros lloros de la reci¨¦n nacida... El nombre de la ni?a ser¨¢ hermoso: ¡°Adi¨®s al imperio¡±. ?Tendr¨¢ una infancia feliz? No sabemos a¨²n. Mucha gente conf¨ªa de coraz¨®n en que crezca fuerte y sana. ?Pero qu¨¦ ocurrir¨¢ con la madre? El parto va a ser dif¨ªcil, y no cabe duda de que habr¨¢ complicaciones. ?Sobrevivir¨¢?
Vlad¨ªmir Sorokin es un escritor ruso.
? 2014 Vlad¨ªmir Sorokin.
Traducido del ingl¨¦s por Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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