Existe una gran comunidad india en Canarias compuesta, en su mayor¨ªa, por sindhis. Se les reconoce f¨¢cilmente porque la mayor¨ªa de sus apellidos terminan con el sufijoani, proveniente del s¨¢nscrito Yan y Yani, que significa ¡°descendientes¡± o tambi¨¦n "perteneciente a". Hoy en d¨ªa, los sindhis forman parte activa de la sociedad espa?ola y se han mimetizado ejemplarmente con las costumbres locales.
Pero, ?qui¨¦nes son los sindhis? Hist¨®ricamente son un grupo ¨¦tnico de origen indo-ario, nativos de Sindh, provincia de la actual Pakist¨¢n que, tras la partici¨®n, tuvieron que formar parte de uno de los mayores ¨¦xodos de la Historia y abandonarlo todo: su hogar, tierras, dinero¡ y refugiarse en India. Mi abuela a¨²n hoy recuerda los r¨ªos de cad¨¢veres que anegaban las calles en Giddu Bandar o c¨®mo tuvo que esconderse durante horas bajo el asiento del tren en el que huir¨ªa de Pakist¨¢n para evadir al revisor. Siempre han tenido fama de ¡°grandes negociantes¡± y, con el tiempo, emigraron al extranjero, tanto que hoy en d¨ªa existe un dicho que afirma que no hay lugar del mundo donde no haya un sindhi.
A Canarias vinieron desde varios puntos del Mediterr¨¢neo atra¨ªdos por las ventajas de los puertos francos y su posici¨®n estrat¨¦gica en las rutas comerciales. Comenzaron a asentarse adaptando su actividad comercial a las cambiantes oportunidades que se presentaban en aquellos a?os de crecimiento econ¨®mico. Tanto que, hoy d¨ªa, uno de los hombres m¨¢s ricos de Espa?a forma parte de esta comunidad primigenia.
Sin embargo, lo relevante, lo que me gustar¨ªa destacar del car¨¢cter de los sindhis es su innegable capacidad de adaptaci¨®n, la manera tan sencilla con la que han abrazado la cultura espa?ola y la han incorporado a su propia identidad. Especialmente estos d¨ªas, en que vemos el recrudecimiento del conflicto en Oriente Medio por cuestiones territoriales, religiosas e hist¨®ricas, los sindhis son un ejemplo de una poblaci¨®n que fue desterrada de sus tierras y jam¨¢s luch¨® por ellas, jam¨¢s mir¨® atr¨¢s.
Algunos la tachar¨ªan de cobarde, pero lo cierto es que fue capaz de mirar hacia delante, de concentrarse en lo importante, en las necesidades diarias de comer, vestir y tener un techo bajo el que dormir, en invertir su esfuerzo y sus capacidades mentales y f¨ªsicas en la creaci¨®n de un negocio cuando no encontraban para qui¨¦n trabajar; en emprender, ahora que est¨¢ tan de moda esa palabra, en emigrar hacia otros pa¨ªses sin mirar atr¨¢s ni lamentar las p¨¦rdidas pasadas, sin apelar al rencor, al odio ni al dogma religioso.
Todo lo contrario: no perdieron su idioma, su modo de vida ni su idiosincrasia, sino que las exportaron, la llevaron all¨¢ donde fueron y la ejercieron con naturalidad y en convivencia con las poblaciones locales. No impusieron ni exigieron sus costumbres en tierras extra?as, y no apelaron al sentimiento nost¨¢lgico, ni demonizaron la p¨¦rdida cultural, pues inconscientemente comprend¨ªan que la cultura no es algo est¨¢tico, no es una jaula que encierra al hombre sino que est¨¢ en constante crecimiento y adaptaci¨®n y que su funci¨®n es hacer libres a las personas, enriquecerlas y no esclavizarlas ni retenerlas ancladas en un tiempo ni un lugar.
La tierra no pertenece al hombre, sino el hombre a la tierra, y all¨¢ donde est¨¦, est¨¢ su hogar y sus ra¨ªces, pues la verdadera sabidur¨ªa est¨¢ en el car¨¢cter del ser humano, y la cultura no puede estar m¨¢s que a su servicio, pues es una gran sierva pero una terrible ama que, enarbolada por reaccionarios, puritanos o conservaduristas se convierte en un arma de segregaci¨®n. La cultura es informaci¨®n, datos, memoria, es algo pasado, muerto y anclado, conocerla s¨ª, pero no depender de ella, ni identificarse. Lo ¨²nico vivo, lo ¨²nico importante y valioso es el ser humano, ¨¦l es el origen y el final.
Esa es al menos mi experiencia, y por supuesto, al igual que los individuos, no existen comunidades perfectas ni irreprochables, y con seguridad tambi¨¦n la comunidad sindhi habr¨¢ de tomar ejemplo de otras sociedades en muchos otros aspectos. En eso consiste el valor del ser humano, en su capacidad de aprendizaje y adaptaci¨®n con independencia de razas, religiones o culturas.
Sagar Prakash Khatnani es un escritor de origen indio que naci¨® en las islas Canarias en 1983.Despu¨¦s de ganar varios concursos de literatura, ha publicado su primera novela, Amagi,que escribi¨® durante seis a?os por las noches y en sus horas libres. Antes de alcanzar el reconocimiento, su libro fue autoeditado en Amazon, donde en apenas unos meses a la venta consigui¨® casi 2.000 descargas. Pero ha sido su blog , con cientos de visitas diarias, y su p¨¢gina de Facebook, en la que el autor comparte con los lectores peque?os fragmentos de su novela, lo que la ha convertido en un verdadero ¨¦xito en las redes sociales, donde cuenta con m¨¢s de 9.000 fans. La novela fue publicada en papel en junio de 2014 y tendr¨¢ ediciones internacionales, siendo M¨¦xico su primer destino.
Comentarios
Enhorabuena por el art¨ªculo y por el trabajo que est¨¢s realizando. Son raras las veces que nos podemos encontrar con un Sindhi cuyas haza?as est¨¢n ligadas a los aspectos sociocultures y no meramente al ¨¦xito financiero o material. S¨®lo por esto, mi m¨¢s sincera admiraci¨®n, respeto y sobre todo mucho orgullo de toparme con alguien como t¨², que por cierto ha sido de casualidad porque alguien ha compartido tu art¨ªculo en Facebook. Afortunadamente las nuevas generaciones de Sindhis van escuchando m¨¢s la voz que llevan dentro y no las de mandato paternal, que a pesar de ser bienvenidas, pecan a veces de ser excesivamente pr¨¢cticas.Comparto tu idea de la capacidad innegable de adaptaci¨®n e integraci¨®n de nuestra comunidad, as¨ª como de su extraordinario mimetismo - heredado bajo mi punto de vista- y que seg¨²n mi opini¨®n, ha tenido mucho que ver el instinto de supervivencia generado en gran parte por el car¨¢cter n¨®mada. ¡°Cuando vayas a Roma, s¨¦ como los romanos¡±, es algo que sabemos hacer muy bien, al igual que los antiguos fenicios y persas ¨C nosotros, por cierto, descendemos de ¨¦stos ¨²ltimos-.Por otro lado, y como bien escrib¨ªas al final del art¨ªculo, no somos comunidades perfectas. Innegable sin duda nuestra capacidad de inter-socializarnos, somos un ejemplo a seguir, qu¨¦ duda cabe. Pero bajo mi punto de vista, y a diferencia de otras culturas que conviven con la canaria y la peninsular como los chinos o los coreanos - que deben de aprender mucho de nuestra experiencia inter-social y tampoco cabe duda- somos lamentablemente poco intra-sociales. No nos apoyamos mutuamente en ¨¦pocas de crisis o problem¨¢ticas, somos buenos amigos en la bonanza, y desconocidos en la desgracia. Quiz¨¢s algo parad¨®jico, siendo la mayor¨ªa de nosotros conscientes de nuestra educaci¨®n espiritual de anta?o. En defnitiva, nos queda mucho por aprender. Gente como t¨² genera nuevas visiones y perspectivas, y para m¨ª es una esperanza que nunca he perdido, porque de alg¨²n modo esa disrupci¨®n sociocultural que sufrimos muchos ¨C al final somos n¨®madas- estimula el pensamiento en las nuevas generaciones y es lo que paulatinamente va produciendo el cambio. Que no te quepa duda que me voy a leer tu novela Amagi, promete mucho. Y ahora como buen sindhi, ?d¨®nde la puedo encontrar gratis? ;-) Son bromas, estar¨¦ encantado de contribuir con tu trabajo, es un honor.Un placer conocerte!Narain M.H
Gracias por el art'iculo. Me pareci¨® interesante, relevante y muy bien escrito. Apenas anoche termin¨¦ un libro por Saaz Aggarwal: Sindh: stories from a vanished homeland y sigo muy en sinton¨ªa con todo lo conectado a nuesta cultura sindhi y as¨ª fue como d¨ª con tu art¨ªculo. Para a?adidura escrito en espa?ol impecable. Soy m¨¦dico nacido en Venezuela donde vivo y pese a que todos los sindhis en Venezuela (la mayor¨ªa de mi misma familia) somos pocos tenemos muchos a?os aqu¨ª con un profundo arraigo a costumbres tanto sindhis como latinas. Igual me paraci¨® muy relevante y bien articulado el comentario de Narain Mahtani, Ser¨ªa interesante generar una liga de sindhis hispano parlantes. Saludos!!!
Enhorabuena por el art¨ªculo y por el trabajo que est¨¢s realizando. Son raras las veces que nos podemos encontrar con un Sindhi cuyas haza?as est¨¢n ligadas a los aspectos sociocultures y no meramente al ¨¦xito financiero o material. S¨®lo por esto, mi m¨¢s sincera admiraci¨®n, respeto y sobre todo mucho orgullo de toparme con alguien como t¨², que por cierto ha sido de casualidad porque alguien ha compartido tu art¨ªculo en Facebook. Afortunadamente las nuevas generaciones de Sindhis van escuchando m¨¢s la voz que llevan dentro y no las de mandato paternal, que a pesar de ser bienvenidas, pecan a veces de ser excesivamente pr¨¢cticas.Comparto tu idea de la capacidad innegable de adaptaci¨®n e integraci¨®n de nuestra comunidad, as¨ª como de su extraordinario mimetismo - heredado bajo mi punto de vista- y que seg¨²n mi opini¨®n, ha tenido mucho que ver el instinto de supervivencia generado en gran parte por el car¨¢cter n¨®mada. ¡°Cuando vayas a Roma, s¨¦ como los romanos¡±, es algo que sabemos hacer muy bien, al igual que los antiguos fenicios y persas ¨C nosotros, por cierto, descendemos de ¨¦stos ¨²ltimos-.Por otro lado, y como bien escrib¨ªas al final del art¨ªculo, no somos comunidades perfectas. Innegable sin duda nuestra capacidad de inter-socializarnos, somos un ejemplo a seguir, qu¨¦ duda cabe. Pero bajo mi punto de vista, y a diferencia de otras culturas que conviven con la canaria y la peninsular como los chinos o los coreanos - que deben de aprender mucho de nuestra experiencia inter-social y tampoco cabe duda- somos lamentablemente poco intra-sociales. No nos apoyamos mutuamente en ¨¦pocas de crisis o problem¨¢ticas, somos buenos amigos en la bonanza, y desconocidos en la desgracia. Quiz¨¢s algo parad¨®jico, siendo la mayor¨ªa de nosotros conscientes de nuestra educaci¨®n espiritual de anta?o. En defnitiva, nos queda mucho por aprender. Gente como t¨² genera nuevas visiones y perspectivas, y para m¨ª es una esperanza que nunca he perdido, porque de alg¨²n modo esa disrupci¨®n sociocultural que sufrimos muchos ¨C al final somos n¨®madas- estimula el pensamiento en las nuevas generaciones y es lo que paulatinamente va produciendo el cambio. Que no te quepa duda que me voy a leer tu novela Amagi, promete mucho. Y ahora como buen sindhi, ?d¨®nde la puedo encontrar gratis? ;-) Son bromas, estar¨¦ encantado de contribuir con tu trabajo, es un honor.Un placer conocerte!Narain M.H
Gracias por el art'iculo. Me pareci¨® interesante, relevante y muy bien escrito. Apenas anoche termin¨¦ un libro por Saaz Aggarwal: Sindh: stories from a vanished homeland y sigo muy en sinton¨ªa con todo lo conectado a nuesta cultura sindhi y as¨ª fue como d¨ª con tu art¨ªculo. Para a?adidura escrito en espa?ol impecable. Soy m¨¦dico nacido en Venezuela donde vivo y pese a que todos los sindhis en Venezuela (la mayor¨ªa de mi misma familia) somos pocos tenemos muchos a?os aqu¨ª con un profundo arraigo a costumbres tanto sindhis como latinas. Igual me paraci¨® muy relevante y bien articulado el comentario de Narain Mahtani, Ser¨ªa interesante generar una liga de sindhis hispano parlantes. Saludos!!!
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