Sobre la gripe espa?ola de 1918

El 29 de julio en la edici¨®n digital y al d¨ªa siguiente en la impresa se public¨® un reportaje sobre la gripe espa?ola de 1918 basado en un nuevo estudio sobre aquella pandemia. Se titulaba La gripe de 1918 pudo ser espa?ola, una posibilidad que, como explicaba el texto principal, no se basaba en el citado estudio. Es una hip¨®tesis que admite, pero advierte que no est¨¢ probada, uno de sus autores. En un p¨¢rrafo se comentaba que nada de esto demuestra que el virus surgiera en Espa?a, y los propios autores del trabajo discrepan sobre ese punto. Pero uno de ellos, el director del Museo Vasco de Historia de la Medicina, Ant¨®n Erkoreka, considera perfectamente posible esa hip¨®tesis ¡ªdesde luego, ya no es descabellada, dice por tel¨¦fono¡ª, aunque ni mucho menos la considere probada. Sin embargo, en un despiece de Emilio de Benito se dice La huella de la gripe de 1918 ¡ªque ahora se confirma como espa?ola¡ª, afirmaci¨®n err¨®nea ya que el origen espa?ol de la misma no est¨¢ probado. Ello ha motivado la queja razonable de Beatriz Echeverri, una de las autoras del informe y responsable de varios estudios sobre la citada pandemia. En la carta explica que es la autora s¨¦nior del art¨ªculo Spatial-temporal excess mortality patterns of the 1918-19 influenza pandemic in Spain. Junto al primer autor, Doctor Gerardo Chowell-Puente, fui la responsable de la investigaci¨®n. "Bas¨¢ndose en suposiciones y en declaraciones manipulables de uno de los autores del art¨ªculo, sugiere que el origen del virus de 1918 fue espa?ol. Es m¨¢s, el segundo autor de la p¨¢gina, Emilio de Benito, afirma rotundamente que se confirma el origen espa?ol de la pandemia. Echeverri replica lo que considera un lamentable error subrayando que en el estudio se?alamos que el nombre de Gripe Espa?ola, con el que se conoce la pandemia de 1918, se debi¨® a que la prensa de los pa¨ªses beligerantes censuraron la noticia, mientras que en Espa?a fue noticia desde el primer momento. Toda la investigaci¨®n seria sobre esta pandemia est¨¢ de acuerdo en que la aparici¨®n de la gripe en Espa?a en mayo de 1918 fue precedida por su difusi¨®n en Estados Unidos en marzo y en Francia en abril. Es incre¨ªble que en un peri¨®dico de la seriedad de EL PA?S, se juegue a los titulares sensacionalistas y a la desinformaci¨®n de sus lectores, la mayor¨ªa de los cuales no van a leerse un art¨ªculo cient¨ªfico en ingl¨¦s. Con periodismo de este tipo, no me extra?a que la ciencia espa?ola haga el rid¨ªculo en los c¨ªrculos cient¨ªficos internacionales.

Javier Sampedro, autor del texto principal, a quien traslad¨¦ la carta, me ha remitido la siguiente respuesta: La idea de que la gripe de 1918 pudo ser espa?ola despu¨¦s de todo, que en todo momento present¨¦ como una hip¨®tesis, no se deriva del trabajo t¨¦cnico, sino de mis conversaciones con uno de sus autores, el director del Museo Vasco de Historia de la Medicina, Anton Erkoreka. Pese a que esto me pareci¨® suficiente en el momento de redactar la pieza, reconozco ahora que fue un error no haber recabado la opini¨®n de la lectora, m¨¢xime sabiendo que la cuesti¨®n era objeto de discrepancia entre unos y otros autores del art¨ªculo t¨¦cnico. Pido disculpas por ello. Emilio de Benito admite que la afirmaci¨®n de que ahora se confirma el origen espa?ol es err¨®nea. Aunque se baraje como hip¨®tesis, no est¨¢ demostrada.