Suspensi¨®n gal¨¢ctica
Las permutas de terrenos son operaciones donde la tasaci¨®n del valor suele ser confusa o discutible y se prestan a financiaci¨®n opaca
Quienes como el escritor Dino Segre (seud¨®nimo, Pitigrilli) no distinguen el ciclista de la bicicleta ni el futbolista del bal¨®n, y de ello se alaban, consideran el caso de la ampliaci¨®n del estadio Santiago Bernab¨¦u como un efecto indeseado m¨¢s de la burbuja futbol¨ªstica. El balompi¨¦, para quien no desciende al virtuosismo de un pase entre l¨ªneas, es un simple negocio que pierde con velocidad uniformemente acelerada cualquier vestigio deportivo. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid acaba de paralizar de forma cautelar el plan general de Madrid de 2012, que, entre otras cosas, inclu¨ªa una permuta de terrenos que permit¨ªa al Real Madrid construir un hotel y un centro comercial de m¨¢s de 12.000 metros cuadrados en la Castellana, delante del estadio del club. ?La suspensi¨®n est¨¢ bien fundada? Sin duda, salvo mejor opini¨®n de los jueces despu¨¦s de los recursos. La Comisi¨®n Europea est¨¢ investigando la equidad del valor de los terrenos intercambiados entre el club y el Ayuntamiento; sospecha que el desequilibrio entre el valor de los terrenos que aporta el municipio y los que aporta el Real Madrid puede encubrir ayudas p¨²blicas. Es decir, que los madrile?os estar¨ªan pagando, sin saberlo, el magno proyecto del club. La suspensi¨®n impide adem¨¢s que despu¨¦s pueda argumentarse el consabido ¡°costar¨ªa m¨¢s abandonar el proyecto que acabarlo¡±.
Bruselas dir¨¢ en su momento si hay ayudas p¨²blicas encubiertas o no. Conviene recordar que los Ayuntamientos de ciudades con clubes de ¨¦lite (Manchester, M¨²nich, Mil¨¢n, Liverpool) suelen resistirse (o prohibir) las permutas o recalificaciones de terrenos de sus equipos. Son operaciones donde la tasaci¨®n del valor suele ser confusa o discutible y se prestan f¨¢cilmente a conceder privilegios a espaldas de los ciudadanos.
Mientras llega el dictamen europeo, hay que preguntarse si el f¨²tbol gal¨¢ctico, el de fichajes de entre 80 y 100 millones de euros para ¡°ilusionar a los socios¡± (o para que no se hagan preguntas sobre la gesti¨®n de los clubes), ha llegado hasta el punto de necesitar m¨¢s dinero para subsistir del que puede generar, lo que le obliga a recurrir a la especulaci¨®n inmobiliaria, la ingenier¨ªa financiera, la ocultaci¨®n fiscal y la opacidad en los contratos. Una respuesta afirmativa ser¨ªa una p¨¦sima noticia.
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