Cumbre EEUU-?frica (3): ?Por qu¨¦ ahora?
Un total de 42 jefes de Estado y Gobierno de ?frica han acudido a Washington invitados a la Cumbre entre los Estados Unidos y ?frica. No cabe duda de que es un momento hist¨®rico al tratarse de la primera reuni¨®n entre las dos partes. La Uni¨®n Europea, celebr¨® en abril su cuarta cumbre con el continente africano y China lleva desde el a?o 2000 organizando peri¨®dicamente encuentros similares. Tambi¨¦n otros pa¨ªses como India o Jap¨®n se re¨²nen regularmente con los pa¨ªses del continente y Corea del Sur y Turqu¨ªa lo har¨¢n antes de finales de a?o.
No cabe duda de que todo el mundo parece tener inter¨¦s en reunirse con los pa¨ªses africanos. La pregunta que nos viene en mente es por qu¨¦ Estados Unidos ha esperado tanto para tener la suya y por qu¨¦ ha decidido celebrarla justo en este momento.
Evidentemente, Estados Unidos se ha dado cuenta tarde de que est¨¢ perdiendo a ?frica. La fuerte presencia China y de otros pa¨ªses BRICS o similares que est¨¢n reforzando la cooperaci¨®n Sur-Sur en detrimento de la Norte-Sur representa un fuerte peligro para los intereses occidentales en el continente y el pa¨ªs norteamericano no puede permitirlo. Por ejemplo, mientras que el comercio de ?frica Subsahariana con China aument¨® en 2013 un 5,1 % con respecto al a?o anterior, con India un 8,3 % o con Brasil un 7,8 %, con Francia se redujo en un 2,8 % y con los Estados Unidos en un 12,5 %.
Adem¨¢s, en 2013, el 67 % del intercambio comercial estadounidense se centr¨® en cinco pa¨ªses: Nigeria, Sud¨¢frica, Angola, Egipto y Argelia. Este comercio se limita pr¨¢cticamente al petr¨®leo y a los minerales.
Las inversiones directas estadounidenses son muy bajas en comparaci¨®n con las Chinas o las de la Uni¨®n Europea, y eso que hace solo un par de d¨¦cadas los inversores norteamericanos lideraban este sector. El 74% de ellas tambi¨¦n se centran en los cuatro primeros pa¨ªses mencionados anteriormente y las Islas Mauricio ocupan el lugar de Argelia. La administraci¨®n Obama est¨¢, evidentemente, preocupada por esta p¨¦rdida de protagonismo y quiere ponerle fin adem¨¢s de diversificar sus opciones en el continente.
?frica se est¨¢ ganando el respeto de todos aquellos que hasta hace poco la despreciaban. Seg¨²n el Banco Mundial (BM), durante la ¨²ltima d¨¦cada, el producto interior bruto (PIB) real de ?frica subsahariana creci¨® a un ritmo mucho m¨¢s r¨¢pido que el del resto del mundo. Aunque el crecimiento econ¨®mico no est¨¢ poniendo fin a las grandes desigualdades que se viven en ¨¦l continente y la bonanza no llega a la mayor¨ªa de los ciudadanos, no podemos negar que tambi¨¦n, en gran parte gracias a ¨¦l, se han conseguido grandes progresos en la reducci¨®n de la pobreza y de la mortalidad materna e infantil, por ejemplo.
Ahora Estados Unidos se da cuenta de esta realidad y de que los BRICS y otros pa¨ªses del Sur son los que realmente est¨¢n beneficiandose de las muchas oportunidades que en la actualidad ofrece ?frica subsahariana.
Y ello a pesar de que en los ¨²ltimos a?os ha aumentado considerablemente la presencia de tropas estadounidenses en el continente y la colaboraci¨®n con distintos ej¨¦rcitos nacionales, todo ello, con el objetivo declarado, de luchar contra el terrorismo internacional. Pero no cabe duda de que esta presencia no es bienvenida en todas partes y crea muchos recelos sobre sus verdaderos objetivos.
Consciente de todo esto, Estados Unidos est¨¢ modificando su manera de acercarse al continente. As¨ª ha decidido cambiar los objetivos de la Ayuda oficial al desarrollo (AOD) estadounidense para ?frica para el a?o 2015, desplazando la salud y la educaci¨®n en favor de la paz, la seguridad, la gobernanza y el desarrollo econ¨®mico. Este hecho nos deja claro los objetivos de la administraci¨®n Obama con respecto a ?frica y por donde va a discurrir la Cumbre EE.UU-?frica.
Est¨¢ claro que Estados Unidos es ahora consciente de que ?frica ya no es un lugar oscuro y lleno de pobreza sino que hoy significa mucho dinero y negocios y que est¨¢ perdiendo la oportunidad de hacerse con ellos. Pero si quiere beneficiarse de esta nueva realidad tiene que darse prisa porque la delantera la llevan, principalmente, los pa¨ªses del Sur.
En esta nueva estrategia destinada a dar la vuelta a la situaci¨®n, la Cumbre se va a centrar en los temas que m¨¢s le interesan a los Estados Unidos: los intercambios comerciales, la paz y la seguridad y la seguridad alimentaria. Para ello, la administraci¨®n Obama anunciar¨¢ la creaci¨®n de un fondo de casi mil millones de d¨®lares para incentivar el comercio y reforzar las misiones de paz. Al mismo tiempo, pondr¨¢ a disposici¨®n de los pa¨ªses africanos miles de millones de d¨®lares para programas de agricultura y electricidad.
No sabemos hasta qu¨¦ punto los pa¨ªses africanos sabr¨¢n jugar sus cartas y sacar el mejor partido de este nuevo escenario en el que se ven envueltos. En realidad, estamos asistiendo a una nueva lucha por el reparto de ?frica similar al que protagonizaron los poderes europeos en el siglo XVIII. Esta vez, los competidores proceden de todo el planeta y las armas son econ¨®micas pero la realidad de fondo es la misma: el af¨¢n de apropiarse de las riquezas de ?frica y de las grandes oportunidades econ¨®micas que ofrece sin que a nadie le importe realmente lo que sucede a los hombres y mujeres que habitan el continente. La Primera Cumbre Estados Unidos-?frica responde claramente a este inter¨¦s.
Ahora, la diferencia consiste en que esta vez los habitantes del continente est¨¢n mucho mejor preparaos y formados para defender sus propios intereses y aprovecharse del hecho de que todos est¨¦n interesados en ellos.
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