La rabia
Ignoro qu¨¦ viento la transporta, pero sin duda hay una m¨²sica nueva que de forma confusa pero contundente est¨¢ sonando en medio de la calle
En el relevo de la c¨²pula del Partido Socialista el nuevo l¨ªder, Pedro S¨¢nchez, a quien sin duda las c¨¢maras adoran, ha pronunciado discursos, ha dado entrevistas, ha hecho declaraciones, ha formulado promesas. En su boca han sonado de nuevo las palabras de siempre: ilusi¨®n, cambio, solidaridad, proyecto, justicia, igualdad, di¨¢logo, futuro, ciudadan¨ªa. No creo que nadie haya sentido una emoci¨®n especial al o¨ªrlas y tampoco el propio l¨ªder al pronunciarlas. Envueltas en el tono correcto previsible no hay forma de que un pol¨ªtico socialista se salga del pentagrama. Hay palabras en otro tiempo llenas de energ¨ªa, que pronunciadas por algunos pol¨ªticos est¨¢n ya desactivadas y han perdido toda la carga. Como si supieran que las palabras nuevas hieren o comprometen demasiado los socialistas evitan cualquier exceso verbal. Ante todo quieren dar la sensaci¨®n de que son un partido de orden, una alternativa de Gobierno, una parte esencial del sistema. Creo que sus votantes est¨¢n deseando irritarse, sorprenderse, excitarse, incluso escandalizarse con nuevas formas de acci¨®n, todo menos aburrirse con las palabras gastadas. Hoy un pol¨ªtico de izquierdas recortado por la l¨ªnea de puntos, lleno de buenas intenciones, no es nada, aunque tenga un buen perfil. Mientras en la calle se oyen los cascos de los caballos met¨¢licos y los vers¨ªculos malditos del Apocalipsis est¨¢n colgados de las acacias y una juventud airada est¨¢ a punto de hacer saltar el horizonte, este es el momento en que el Partido Socialista solo parece invocar el centro para salvarse. Ignoro qu¨¦ viento la transporta, pero sin duda hay una m¨²sica nueva que de forma confusa pero contundente est¨¢ sonando en medio de la calle. No a otra cosa se debe el ¨¦xito de Podemos, una formaci¨®n asamblearia que ha robado a la izquierda las palabras de siempre pero las ha cargado de desesperaci¨®n y de rabia.
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