Nueve piscinas donde bucear no irrita los ojos
El cloro vive sus horas bajas. Las aguas se han vuelto amables y darse un chapuz¨®n en Espa?a ya no es un deporte de riesgo
Cuando suben las temperaturas, sumergirse en aguas limpias, saludables y tratadas de manera ecol¨®gica es una de las opciones de ocio m¨¢s buscadas. La mejor manera es hacerlo, indudablemente, en aquellos lugares que, de forma espont¨¢nea, crea la naturaleza, pero son igual de recomendables aquellas que se conocen como piscinas naturales o naturalizadas, hechas por los seres humanos pero que mantienen un equilibrio biol¨®gico.
Para eliminar los agentes infecciosos la desinfecci¨®n con qu¨ªmicos es el sistema m¨¢s usado, pero esto hace que el agua se convierta en una sustancia t¨®xica para plantas, peces y anfibios. Solo los seres humanos somos capaces de tolerar, por un tiempo, esta toxicidad. La depuraci¨®n marca una alternativa m¨¢s respetuosa y saludable, ya que se realiza a trav¨¦s de procesos de filtrado y eliminaci¨®n de materia org¨¢nica mediante microorganismos. El sistema est¨¢ basado en filtros de grava y arena y en la capacidad de filtraci¨®n de distintos tipos de plantas: las acu¨¢ticas aceleran el crecimiento de microorganismos beneficiosos que eliminan las bacterias y mantienen el agua limpia, tanto como para cumplir con los estrictos criterios de calidad en Europa, donde representa una alternativa cada vez m¨¢s eficiente para sus piscinas. No es sin embargo este el caso de Espa?a. En nuestro pa¨ªs, la normativa para piscinas p¨²blicas exige un m¨ªnimo de cloro de entre 0,5 y 2 miligramos por litro, algo incompatible con la filosof¨ªa de las piscinas naturalizadas o de agua natural. ¡°De todos modos, cada vez estamos m¨¢s cerca de que las piscinas p¨²blicas cumplan con un pH asequible sin basarse solo en el cloro¡±, comenta Toni Mar¨ªn, director de Ecohabitar. Teniendo en cuenta esta normativa, para darnos un ba?o en aguas m¨ªnimamente cloradas y con una desinfecci¨®n menos agresiva, debemos usar m¨¦todos como un catalizador. Establecimientos como el hotel Barcel¨® La Bobadilla (1), en Granada, ponen a disposici¨®n de sus clientes una ¡°piscina sostenible que cuenta con su propia depuradora¡±.
Desinfecci¨®n ecol¨®gica
Sin salirnos de la legislaci¨®n, una tecnolog¨ªa ecol¨®gica de ¨²ltima generaci¨®n utiliza la propia mol¨¦cula del agua para producir un oxidante natural que elimina bacterias, virus, algas y dem¨¢s contaminantes. El sistema Oxymatic emplea la hidr¨®lisis del agua y la electrolisis residual de cobre, dos tecnolog¨ªas que tratan el agua con procesos diferentes pero complementarios para mantenerla limpia y desinfectada. ¡°El agua tratada con este m¨¦todo ecol¨®gico y con el m¨ªnimo nivel de cloro exigido por ley no aviva alergias, no irrita ni enrojece los ojos y tampoco produce reacciones en la piel ni problemas respiratorios¡±, explican desde Hydrover, empresa especializada en este m¨¦todo de tratamiento ecol¨®gico del agua. Podemos encontrar piscinas as¨ª tratadas en establecimientos como el hotel NH Almenara Sotogrande (2) (San Roque, C¨¢diz) o el Novotel Sanchinarro (3) (Madrid) y en las piscinas de Bara?¨¢in-Lagunak (4) (Pamplona), Salou (5) (Tarragona), Nikki Beach (6) (Marbella) y Pozuelo de Alarc¨®n (7) (Madrid).
Las piscinas de agua salada emplean cloradores salinos, unos dispositivos que se integran en el sistema de filtrado y aprovechan el agua salada para formar cloro gaseoso mediante electrolisis. Se genera hipoclorito que, cuando se descompone, vuelve a convertirse en sal, un ciclo que respeta la naturaleza. El nivel de sal es menos de una d¨¦cima parte del contenido en el agua de mar y similar al que puede haber en una l¨¢grima, por lo que no irrita los ojos o la piel. Algunos ejemplos de piscinas saladas: Municipal de Parla (8) (Madrid) y Puerto Norte de San Esteban de Pravia (9) (Muros de Nal¨®n, Asturias).
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