?Eso es un micr¨®fono o es que te alegras de verme?

El tama?o s¨ª importa¡­ Al menos en lo que a revistas del cuore se refiere. La pasada semana se publicaban unas fotos del actor Idris Elba (Luther, Mandela) en el rodaje de la pel¨ªcula A Hundred Streets. Se ha armado la mundial. Nadie le mir¨® a los ojos y s¨ª a la entrepierna pues, realmente, la cosa era de admirar. Ante la oleada de rumores acerca del tama?o del sexo, su propietario sali¨® al paso con salero y sinceridad en las redes sociales: ¡°La buena noticia es que tengo un jodido mont¨®n de followers nuevos; la mala noticia es que era el cable de un micro¡±, para a?adir despu¨¦s, ¡°Calvin Klein me ha llamado por tel¨¦fono. Me quieren para su pr¨®xima campa?a. La colecci¨®n 30 cent¨ªmetros llegar¨¢ en invierno de 2014¡±.

Los penes y Hollywood siempre han ido¡­ como dir¨ªamos¡­ de boca en boca¡­ Ah¨ª est¨¢, sin ir m¨¢s lejos, esa leyenda sobre la particular manera de tocar el piano que ten¨ªa Errol Flynn, a golpes de glande; o la extraordinaria capacidad de Gary Cooper a quien no en vano le pusieron como apodo la Mula de Montana por lo mucho que cargaba. En versi¨®n ca?¨ª, el difunto Tony Leblanc alcanz¨® la fama por ser una verdadera estrella del Desarrollismo (y no solo pol¨ªtico).

Informaciones m¨¢s o menos universales, marujeos populares, pero que nunca hab¨ªan figurado en las primeras p¨¢ginas de las informaciones, como s¨ª que lo hac¨ªa el tama?o de los bustos de sus colegas femeninas de profesi¨®n. El tab¨² con el pene, sin embargo, se ha acabado. Por ejemplo: la promoci¨®n de la ¨²ltima serie de J. J. Abrams, The Leftlovers, viene con la propina de las miradas que, seg¨²n la prensa rosa, la actriz Liv Tyler echaba al paquete de su compa?ero, Justin Theroux; tambi¨¦n nos cuentan, fotos de rodaje mediante, que Andrew Garfield conquist¨® a Emma Stone en The Amazing Spider-Man, gracias a esa bendita lycra que tantas alegr¨ªas ha dado a los bien dotados, del ballet de Bolsh¨®i al ya citado Errol Flynn.

El miembro se ha convertido en un fil¨®n en parte porque, a diferencia de las partes pudendas femeninas, el hombre se ve m¨¢s indefenso: la suya es imprevisible e indomable. As¨ª le ocurri¨®, por ejemplo, al reciente goleador de la final de la Copa del Mundo, el alem¨¢n Mario Gotze, en unas vacaciones en Ibiza, cuando calentaba el sol al lado de su novia, Ann-Kathrin Bommel: su despliegue f¨ªsico en ba?ador fue una imagen recurrente para ilustrar su gesta en la final de Maracan¨¢. La revista Cuore hac¨ªa a?os que hab¨ªa lanzado su m¨ªtica portada ¡°El piquet¨®n de Piqu¨¦¡±, ilustrado con una fotograf¨ªa del defensa central esperando en el aeropuerto a su novia Shakira en una exhibici¨®n de virilidad muy ¡°waka waka¡±. La verdad es que los futbolistas es un colectivo que se lo hab¨ªa buscado: Beckham fue un pionero y, detr¨¢s del rubio de los centros pl¨¢tano (si es que todo se reduce a lo mismo), lleg¨® la selecci¨®n italiana anunciando slips para D&G, Cristiano Ronaldo para Armani¡­

La pasi¨®n por el paquete de los actores, sin embargo, es toda una novedad. Hasta ahora se les media por su talento y no por los cent¨ªmetros de su miembro (salvo a los porno, claro). Hay quien culpa de todo a Jon Hamm, rutilante protagonista de la serie Mad Men. Incluso se atreven a poner un momento y un lugar precisos: cuando la revista digital Gawker titul¨® un art¨ªculo ¡°El pene de Jon Hamm saca a su due?o a pasear¡±. El muchacho se mostraba indignado en las p¨¢ginas de Rolling Stone: ¡°Les llaman partes ¨ªntimas por algo. Joder, llevaba pantalones [¡­] S¨¦ que hay peores trabajos en esta vida, pero tengo la impresi¨®n de que el que se hagan tumblrs dedicados a mi polla no era parte del trato. Sea como fuere, supongo que es mejor que lo saquen por esto que no por lo contrario¡±.

Desde entonces, las redacciones est¨¢n llenas de actores bamboleando sus encantos en shorts o ch¨¢ndal y la red bulle con los gifs y Tumblrs de Ryan Gosling o de Michael Fassbender en sus escenas m¨¢s calientes, cortes¨ªa de sus igualmente calientes fans. No parece probable que la moda del pene como nuevo objeto de consumo de cotilleo vaya a desaparecer. Al contrario. Una condena y una bendici¨®n: hombres y mujeres nos hemos igualado¡­por los bajos. Algo es algo.