Tornados de fuego

Hablar de tornados es sin¨®nimo de destrucci¨®n y del m¨¢s r¨¢pido y violento viento sobre el Planeta. Los hemos visto formando potentes remolinos de aire sobre tierra y en el agua (trombas marinas), pero existen tambi¨¦n otros fen¨®menos similares, no tan destructivos pero con carcater¨ªsticas similares, como los remolinos de polvo y los tornados de fuego, mucho m¨¢s peligrosos, espectaculares y dif¨ªciles de apagar. Estos se forman a partir de incendios forestales. La masa de aire que est¨¢ en contacto con el fuego se calienta, se vuelve m¨¢s ligera y asciende, succionando a la vez aire m¨¢s fresco de su alrededor que va llenando el espacio que deja el aire al subir.

Estas corrientes convectivas de aire que van llegando no solo ir¨¢n elevando el remolino sino que tambi¨¦n lo ir¨¢n comprimiendo y haciendo que sea m¨¢s en¨¦rgico. Si vemos alguno hay que alejarse r¨¢pidamente, no solo por el viento que genera sino por el calor que transmite.

Pueden llegar a tener entre 10 y 50 metros de alto, una velocidad de giro de unos 35 km/h y no suelen durar mucho tiempo. No obstante, se han llegado a ver tornados de fuego impresionantes de hasta 1 kil¨®metro de alto, con vientos de hasta 160km/h y durar m¨¢s de media hora haciendo que la temperatura en sus alrededores ascienda hasta los 400 grados. Cuando esto sucede reciben el nombre de tormentas de fuego. En 1923, durante la gran cat¨¢strofe del terremoto de Kanto (Jap¨®n), se form¨® una de estas tormentas del tama?o de una ciudad, produciendo un gigantesco tornado de fuego que mat¨® a 38.000 personas en apenas quince minutos.