La misma historia pero diferente
La familia de Stieg Larsson ha contratado a su continuador de Millenium. El futuro de la narrativa policial son las franquicias
?ltimamente, la literatura parece El Rinc¨®n del Vago, esa p¨¢gina web de res¨²menes de libros y monograf¨ªas para estudiantes perezosos. Es el efecto de las ¡°biograf¨ªas noveladas¡±, que cuentan las vidas reales de personajes famosos, pero evitan citas, fuentes y todos esos incordios que son obligatorios en las biograf¨ªas de verdad.
Lo ha hecho Joyce Carol Oates en Rubia, su libro real-ficticio sobre Marilyn Monroe. Y Jean Echenoz con el atleta Emil Z¨¢topek, tema de su novela Correr. Y David Foenkinos en Lennon, contada en primera persona, como si el Beatle estuviese en el div¨¢n de un psicoanalista. El concepto es: autores talentosos reescriben con estilo lo que los bi¨®grafos contaron con rigor. Libros para un p¨²blico que desea conocer la historia de los personajes, pero no soplarse una biograf¨ªa acad¨¦mica de novecientas p¨¢ginas.
Para aspirar a un remake, el famoso ni siquiera requiere haber estado vivo. Los herederos de Ian Fleming contrataron a William Boyd para escribir una nueva novela de James Bond: Solo. Un gran favor para el creador de Bond, ya que Boyd es mucho mejor escritor que Fleming, y como escribe medio siglo despu¨¦s, tiene el buen gusto de ahorrarnos todos los comentarios racistas y sexistas del original. Tambi¨¦n ha vuelto a la vida Philip Marlowe, el inolvidable detective concebido por Raymond Chandler, hoy en manos de John Banville para La rubia de ojos negros. Y la familia de Stieg Larsson ha contratado a su propio continuador de la saga Millenium. El futuro de la narrativa policial son las franquicias: ?para qu¨¦ tomarnos el trabajo de conocer a un nuevo detective si los viejos no se jubilan?
La magia de la literatura es contar la misma historia que te han contado cien veces y hacerla ¨²nica
La calidad de estos libros puede ser muy buena. Pero a m¨ª no dejan de producirme cierta tristeza. Como si ya no tuvi¨¦ramos nada nuevo que contar, y s¨®lo nos quedase reciclar viejas historias.
Por eso, me he resistido durante meses a leer El testamento de Mar¨ªa, la ¨²ltima novela de Colm T¨®ib¨ªn: la historia de Cristo contada por su madre. Y s¨®lo he cedido cuando ha aparecido la adaptaci¨®n teatral con Blanca Portillo, que la cr¨ªtica espa?ola ha puesto por las nubes.
T¨®ib¨ªn, hay que decirlo, tiene curr¨ªculo para escribir esta historia. Es un maestro de los personajes femeninos, como la protagonista de Brooklyn, su bell¨ªsima novela sobre la migraci¨®n irlandesa a Estados Unidos, contada con extraordinaria sencillez y pasi¨®n por el detalle. Es un especialista en libros y relaciones familiares, como demuestra su delicioso libro de ensayos literarios Nuevas maneras de matar a tu madre. Y sobre todo, es un irland¨¦s encantado de fastidiar a la Iglesia cat¨®lica, como demostr¨® en su art¨ªculo para la London Review of Books ¡®El Papa viste de Prada¡¯.
Con todo ese bagaje, T¨®ib¨ªn consigue narrar una versi¨®n del Nuevo Testamento donde la v¨ªctima no es Jes¨²s sino Mar¨ªa. Esta campesina adoradora de la diosa Artemisa asiste impotente al endiosamiento ¨Cnunca mejor dicho¨C de su ¨²nico hijo, que influido por un grupo de subversivos deja de lado a su propia madre, abandona la vida normal, y pone en pr¨¢ctica unos milagros que, contados por ella, producen una mezcla de l¨¢stima y espanto. Tras la muerte de Jes¨²s, Mar¨ªa es resguardada ¨Co secuestrada¨C por esos mismos amigos para que colabore en la redacci¨®n de la historia oficial.
Como La ¨²ltima tentaci¨®n de Cristo, de Nikos Kazantzakis, El testamento de Mar¨ªa se plantea la pregunta ¡°?y si Mar¨ªa fuese una persona normal?¡±. Y eso, a pesar de la opini¨®n de algunos intransigentes, hace m¨¢s fascinante la figura de la Virgen. La dota de una humanidad que el culto le niega, y nos hace reflexionar sobre la divinidad, el poder y la maternidad.
Pero sobre todo, a pesar de mis resistencias, T¨®ib¨ªn demuestra que un gran escritor puede contarte la misma historia que te han contado cien veces, y hacerla ¨²nica. Esa es la magia de la literatura.
@twitroncagliolo
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