Alfabeto mortal

Parece un modigliani, pero es el virus del ?bola. No siempre se le coge en la misma postura, depende del momento. A este lo han pillado en actitud antropom¨®rfica, como si se estuviera levantando de la cama, o a punto de tumbarse en el div¨¢n para continuar la lectura de Crimen y castigo. Es un decir, vive, como tanta gente, ajeno a las manifestaciones literarias. Metabolizar o no metabolizar, esa es la cuesti¨®n, y para metabolizar necesita un organismo vivo igual que otros, para escribir, necesitan papel y pluma. Es bello, como casi todo lo que nos mata. Y peque?o, pues se mide en nan¨®metros. Un nan¨®metro es una mil millon¨¦sima parte de un metro. Haga usted el c¨¢lculo y ver¨¢ que no es nada. Por cierto, ya que sale la nada, vamos a hacer un poco de demagogia, que de eso vivimos. ¡°Convocar¨¦ primarias y las convocar¨¦ en noviembre¡±, prometi¨® Pedro S¨¢nchez. En el conjunto de la aparatosa renovaci¨®n del PSOE, esa mentirijilla tampoco es nada. Pero quiz¨¢ haya comenzado a provocar hemorragias internas y fiebres diarreicas. Lo infinitamente peque?o produce el mismo efecto que lo infinitamente grande. Y pasa igual de inadvertido. El universo, con sus fosforescencias y sus huracanes, podr¨ªa ser un vientre gigantesco en descomposici¨®n. Lo dice un personaje de Nabokov en una novela, no caigo ahora en cu¨¢l.

A este sujeto peligrosamente filamentoso le gusta formar nudos que la ciencia intenta desenredar, hasta ahora con m¨¢s pena que gloria. Esos nudos parecen tambi¨¦n las letras de un alfabeto con el que escribe en nuestras c¨¦lulas una novela que termina mal.