El patrimonio es de todos
El valor de los bienes hist¨®rico-culturales reside en ellos mismos, pero tambi¨¦n en el paisaje que les rodea
El peque?o pueblo de Fr¨®mista, en Palencia, es visita obligada de los peregrinos en el Camino de Santiago para ver la iglesia de San Mart¨ªn, una joya del rom¨¢nico pleno construida entre los siglos XI y XII. Pero hoy el visitante contempla ¡ªen general, con horror¡ª que los andamios que se levantan junto al templo llaman m¨¢s la atenci¨®n que el propio monumento. Es una obra en construcci¨®n de dos viviendas que, al cambiar la orientaci¨®n y la situaci¨®n del patio, impacta enormemente sobre la vista general de la iglesia. El ejemplo es de Fr¨®mista, pero servir¨ªa para otras joyas de la arquitectura.
Los propietarios dicen que el terreno es suyo y que han seguido punto por punto los requerimientos hasta conseguir los permisos. La Junta de Castilla y Le¨®n apunta que conf¨ªa en el buen hacer y la profesionalidad de la Comisi¨®n de Patrimonio de Palencia, que ha exigido una serie de requisitos de dise?o antes de dar su visto bueno; y el alcalde de Fr¨®mista se?ala que apenas ha cambiado la imagen de la plaza.
Sin embargo, por m¨¢s que sea una actuaci¨®n legal, la pol¨¦mica que ha desencadenado merece una explicaci¨®n por parte de la Comisi¨®n de Patrimonio que ha supervisado el proyecto ¡ªrechaz¨® dos antes de aprobar el tercero¡ª, ya que se trata de un bien sobre el que se han aplicado, adem¨¢s, criterios est¨¦ticos. Y ya sabe que estos son siempre discutibles, aunque los tomen t¨¦cnicos cualificados.
Los expertos en patrimonio coinciden en que el valor de este tipo de bienes hist¨®rico-culturales reside en ellos mismos, pero tambi¨¦n en el paisaje que los rodea ¡ªy que el visitante empieza a disfrutar desde el momento en que se produce la aproximaci¨®n al mismo¡ª, por lo que devaluar el entorno supondr¨ªa devaluar el propio monumento.
No es f¨¢cil conjugar en estos casos la protecci¨®n del bien com¨²n con el derecho a la propiedad privada y el respeto a la vida de unos pueblos peque?os para los que el patrimonio es una riqueza, pero tambi¨¦n puede ser una losa si condiciona en demas¨ªa su cotidianidad. Pero para acertar ¡ªo para equivocarse menos¡ª probablemente hace falta debate y para eso son necesarias las explicaciones de aquellos que toman las decisiones.
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