Salvemos los libros

Estupendo el reportaje de portada publicado el 10 de agosto bajo el t¨ªtulo Los guardianes del libro, tres generaciones de editores sin miedo al futuro. Desde el papiro al pergamino, desde los amanuenses hasta Gutenberg, el libro, icono de la cultura universal, ha sobrevivido al paso del tiempo, a ideolog¨ªas, religiones, censores, dictadores, con excepciones b¨¢rbaras como la Inquisici¨®n, los totalitarismos o la quema de la biblioteca de Sarajevo. El libro de papel atraviesa por una crisis sin precedentes ante la revoluci¨®n tecnol¨®gica, audiovisual y electr¨®nica. Los editores entrevistados ven los peligros que acechan el libro, pero son optimistas ante su futuro. V¨ªctor Gomoll¨®n y Jessica Aliaga, de Jekyll & Jill: ¡°Los libros de papel seguir¨¢n. El papel y lo electr¨®nico son compatibles¡±. Beatriz de Moura, de Tusquets: ¡°Esta crisis es la m¨¢s larga y ponzo?osa de todas¡­¡±. Salvemos los libros.

Escritores cercenados

Ricardo Ruiz de la Sierra (San Lorenzo de El Escorial)

Leo el art¨ªculo Los guardianes del libro, de Jes¨²s Ruiz Mantilla, y observo cu¨¢n rom¨¢ntico ve a un sector, que en mi opini¨®n, es el principal responsable de la muerte de la literatura como obra de arte y del paso de una actividad cultural a una industria del entretenimiento con ping¨¹es beneficios. En los ¨²ltimos 30 a?os han desaparecido peque?as editoriales que apostaban por los intelectuales que escrib¨ªan novelas que nos hac¨ªan reflexionar (Unamuno, Huxley¡­) y solo han quedado unas pocas multinacionales que apuestan por narradores profesionales sin m¨¢s pretensiones que distraer. Tambi¨¦n en la poes¨ªa, la mayor¨ªa de la que se edita hoy solo la entienden los que se la recomiendan al editor por intereses, como dice Visor. Es curioso, pero ninguno entona el ¡°mea culpa¡±, ning¨²n agente del sector se plantea, para incrementar los ¨ªndices de lectura, aumentar la calidad de los libros que se publican, y las editoriales en vez de abrirse siguen dando anticipos a los escritores de oficio conocidos. Como muchos lectores, cuando acabo de leer a algunos contempor¨¢neos que imponen en las librer¨ªas los grandes sellos editoriales, pienso: ¡°Siempre quedar¨¢n los cl¨¢sicos, los que perduran en el tiempo¡±.

Energ¨²menos

Pilar Castellanos Fern¨¢ndez, Alcal¨¢ de Henares (Madrid)

Me he emocionado leyendo a Rosa Montero y sus 300.000 energ¨²menos. Debo agradecer que personas como ella con relevancia social levanten la voz contra el maltrato animal. No podemos permitir que los maltratadores se vayan ¡°de rositas¡±. Tenemos que pararlo.

Como dice Rosa Montero deber¨ªan publicar los nombres junto a los rostros de los maltratadores al igual que se exponen las fotograf¨ªas de los asesinos m¨¢s peligrosos o los terroristas m¨¢s buscados. Quiz¨¢s quien no tenga mascota no pueda entenderlo, pero yo que soy novata en este mundo os dir¨¦ que para hacer da?o a un animal hay que ser un criminal.

La ley tiene que ser rigurosa; nos pasamos el d¨ªa mirando a Europa, ?por qu¨¦ no la miramos para regular una ley sobre la tenencia de animales y castigos equiparables a traficantes, asesinos o violadores?

Gracias de nuevo, Rosa Montero, por estas letras que nos han llenado de ilusi¨®n por un futuro esperanzador para todas nuestras mascotas, aunque tengamos que leer algo tan escalofriante.

Orteguianos

Francisco Javier Barbado (Madrid)

Sostiene Javier Cercas, en su brillante art¨ªculo en El Pa¨ªs Semanal del pasado 17 de agosto, que Jordi Gracia en su apasionante biograf¨ªa sobre Ortega y Gasset destroza clich¨¦s y demuestra que Ortega fue siempre un liberal y un dem¨®crata casi siempre radical. Sin embargo, el penetrante Peter Watson, nada sospechoso de orteguiano malintencionado, afirma que para Ortega la verdadera democracia ten¨ªa lugar solo cuando el poder era elegido por una minor¨ªa selecta y ten¨ªa repulsi¨®n por el hombre-masa y el individuo an¨®nimo (Historia intelectual del siglo XX, Cr¨ªtica, 2007).

Ortega fue la ¨²nica posibilidad de fil¨®sofo para Baroja (Semblanzas, 2013) y tambi¨¦n un empresario cultural para Mainer (Historia m¨ªnima de la literatura espa?ola, 2014). Sin embargo, es menos conocida la visi¨®n del m¨¦dico Vald¨¦s Lambrea (Vidas de sanatorio, 1944): ¡°Ortega tiene una cabeza de hombre de ciencia. Hubiera sido un gran bi¨®logo e investigador¡±. Curiosamente esto coincide con la aspiraci¨®n del joven Ortega, se?alada por Cercas, de hacer una ¡°labor objetiva y cient¨ªfica en libros¡±. En mi opini¨®n, en una tierra gris y est¨¦ril para la ciencia, el verdadero fracaso de Ortega no fue pol¨ªtico, sino una semilla cient¨ªfica perdida P