?No bebas de esa agua!
Los vecinos de un pueblo tailand¨¦s sufrieron problemas de salud por beber agua contaminada Varias organizaciones tratan de salvar a las siguientes generaciones
Cuando Da ten¨ªa 34 a?os, encontr¨® una peque?a inflamaci¨®n cerca de su garganta. Fue creciendo con el paso del tiempo, pero nunca le dio excesiva importancia. Hab¨ªa visto bultos muy parecidos en el cuello de su madre y de otras mujeres de la aldea, por lo que decidi¨® no ir al m¨¦dico a evaluarse. Da sab¨ªa perfectamente lo que hab¨ªa pasado: durante la estaci¨®n seca hab¨ªa bebido agua contaminada con fluoruro del canal que atraviesa la aldea y esto hab¨ªa perjudicado a su gl¨¢ndula tiroides provocando el crecimiento una masa de enormes dimensiones en el cuello, una dolencia conocida como bocio. ¡°Mi madre ten¨ªa un bulto parecido, pero m¨¢s peque?o. Desde hace 20 a?os ya no me crece. El m¨¦dico me ha dicho que pueden extirparlo, pero yo no quiero, estoy d¨¦bil y podr¨ªa desangrarme¡±, explica Da, que ahora tiene 64 a?os. La mujer, a d¨ªa de hoy, adem¨¢s de este problema de tiroides, tiene los dientes moteados y de color caf¨¦ con leche a consecuencia de la ingesta de agua del lago, un hecho documentado en 2007 gracias a un estudio de la Universidad de Tasmania, en Australia.
El informe fue realizado para evaluar los problemas de salud detectados en los vecinos de Mae Toen, que suger¨ªan como causa la ingesti¨®n de agua contaminada con fluoruro. Este es un compuesto qu¨ªmico que dificulta la absorci¨®n de yodo, un mineral necesario para que el cuerpo humano ¡ªsobre todo el cerebro y la gl¨¢ndula tiroidea¡ª funcione correctamente. Cuando la tiroides no cuentan con suficiente cantidad de yodo para realizar su funci¨®n, tiene que trabajar m¨¢s duro, y esto provoca el bocio. Los autores de la publicaci¨®n encontraron que el 11,2% de la poblaci¨®n de la aldea, que contaba con 1.092 habitantes en el citado a?o, presentaba este tipo de n¨®dulo. Adem¨¢s, casi la mitad ten¨ªa alguna molestia en la pierna; uno de cada tres varones y dos de cada tres mujeres de m¨¢s de 45 a?os ten¨ªan cierto grado de deformidad en las extremidades, 12 no eran capaces de caminar y 21 ten¨ªan dificultades para hacerlo. El 65% ten¨ªa los dientes te?idos y los mayores de 35 eran propensos a un mayor grado de tinci¨®n.
Un estudio revel¨® una prevalencia de bocio en el 11% de los habitantes de Mae Toen
Mae Toen es un ejemplo de un caso cr¨ªtico de contaminaci¨®n de aguas, un fen¨®meno que ha llegado a afectar hasta a tres generaciones. Este peque?o pueblo situado en la provincia de Lampang, en el interior de Tailandia y a m¨¢s de 500 kil¨®metros de Bangkok, se encuentra cerca de una mina de fluoruro que explot¨® el ej¨¦rcito japon¨¦s durante la Segunda Guerra Mundial debido a que estas sales son muy valiosas en tiempos de conflicto porque se utilizan para fabricar acero.
La mina de fluoruro dej¨® de estar activa hace 40 a?os y, con el tiempo, se convirti¨® en un peque?o lago artificial de agua contaminada que se desborda cuando llega la ¨¦poca de lluvias. ¡°El problema que tienen en Mae Toen es que utilizan el agua subterr¨¢nea para comer y cocinar, y esta se encuentra contaminada por el fluoruro¡±, explica el Dr. Chatpat Kongpun, que trabaja en un centro de salud bucal del Ministerio P¨²blico de Salud de Tailandia. ¡°Algunas personas de las nuevas generaciones todav¨ªa padecen problemas de salud, pero no son tan graves como los de las anteriores¡±, asegura.
Es el caso de Da y otros habitantes de la aldea. ¡°Hace tiempo que me he acostumbrado; puedo trabajar en casa y no me duele el cuello, puedo ir a todas partes del pueblo¡±, asegura la mujer, que se gana la vida realizando tareas del hogar y tiene tres hijos de 44, 40 y 38 a?os que no padecen problemas de salud.
Otras familias no han tenido la misma suerte. La carencia de yodo ha provocado problemas en los v¨¢stagos de algunas mujeres que bebieron agua del lago. ¡°El yodo es especialmente vital para el desarrollo de los beb¨¦s durante las 12 primeras semanas de la gestaci¨®n, as¨ª que los fetos de las embarazadas que han bebido agua contaminada pueden experimentar da?os cerebrales, sordomudez o retraso mental. Puede verse incluso en las generaciones m¨¢s j¨®venes¡±, explica Pornithida Padthong, que fue responsable de comunicaci¨®n en UNICEF Tailandia hasta el a?o 2013 y trabaj¨® en la aldea de Mae Toen. ¡°Alrededor del 50% de las embarazadas sufr¨ªa deficiencia de yodo cuando trabaj¨¦ en la aldea el a?o pasado¡±, explica.
La organizaci¨®n, actualmente, no trabaja directamente con el pueblo, pero lo hace a trav¨¦s del Departamento de Salud de Tailandia. El doctor Chatpat Kongpun, empleado en este ministerio, asegura que la acusaci¨®n de UNICEF es cierta. ¡°El agua del lago, todav¨ªa todav¨ªa hoy, cuenta con altos niveles de fluoruro pero, al menos oficialmente, no se utiliza para beber. Las mujeres embarazadas, para estar a salvo, deber¨ªan beber del suministro y utilizar la sal yodada¡±, asegura tambi¨¦n Neil McGlashan, una de las tres personas encargadas de realizar el informe de la Universidad de Tasmania y que trabaj¨® como profesor asociado de esta universidad en el campo de la geograf¨ªa m¨¦dica hasta el a?o 1997.
La deficiencia de yodo ha llegado a afectar hasta a tres generaciones
Para ayudar a solucionar los problemas causados por el fluoruro en Mae Toen, la organizaci¨®n Rotary Club of D¡¯Entracasteaux de Tasmania, que tambi¨¦n financi¨® el citado informe, introdujo un tanque de suministro de agua potable en 2003 y facilit¨® a los campesinos grandes jarras de hormig¨®n para almacenar el agua de la lluvia, como las que tiene Da en su casa. Para compensar la carencia de yodo en los habitantes de Mae Toen, tambi¨¦n se suministraron sacos de sal yodada a los habitantes de la aldea. ¡°En un principio no hay yodo en el nuevo suministro y as¨ª deber¨ªa ser para la siguiente generaci¨®n, lo que significa que ya no hay m¨¢s trastornos por carencia de este elemento qu¨ªmico¡±, asegura McGlashan.
En Tailandia, as¨ª como en otros pa¨ªses del Sureste Asi¨¢tico, la falta de agua potable es un problema grave porque tan solo acostumbra a llover durante la ¨¦poca del monz¨®n, entre mayo y octubre. El principal problema del Rotary Club para ayudar a las familias de Mae Toen fue buscar una fuente alternativa de agua limpia. Encontraron una corriente de tres kil¨®metros que discurre por una monta?a cercana al pueblo, pero puede que no sea suficiente, seg¨²n un informe de la organizaci¨®n fechado en 2007. Da, sin embargo, asegura que con sus jarras consigue almacenar el agua de la lluvia para beber durante la estaci¨®n seca. Ella ya no volver¨¢ a beber agua contaminada.
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