La elecci¨®n directa de alcaldes

La Izquierda ante la elecci¨®n directa de alcaldes era el t¨ªtulo de un art¨ªculo que se public¨® el pasado d¨ªa 4. Se afirmaba, en relaci¨®n con las alianzas antes o despu¨¦s de las elecciones, que ¡°el caso espa?ol revela que los acuerdos de coalici¨®n antes de unas elecciones suelen ser un mal negocio, especialmente para la izquierda. En 1979, PSOE y PSP decidieron unir sus fuerzas y obtuvieron 5.469.813 votos. Dos a?os antes, en 1977, cuando concurrieron por separado, el PSOE logr¨® pr¨¢cticamente el mismo resultado en solitario¡­¡±. As¨ª las cosas, cabr¨ªa preguntarse si se hubiera obtenido ese mismo resultado yendo por separado. Es obvio que podr¨ªan hacerse conjeturas en uno u otro sentido, pero lo cierto es que no lo sabemos: no sabemos en puridad lo que suman o restan las coaliciones. Por otra parte, esta variable es una entre muchas otras que explicar¨ªan el voto, y que han de tenerse en cuenta. En una recopilaci¨®n amplia de casos se encontrar¨¢n ejemplos que apoyen cualquiera de estas alternativas, coalici¨®n o concurrencia en solitario. Puesto que el tiempo cambia las cosas, la comparaci¨®n de resultados de momentos distintos, comparaciones hist¨®ricas, no parece adecuada; no digamos ya el restringir el an¨¢lisis al ¡°caso espa?ol¡±. La pr¨®xima consulta electoral y la incertidumbre que pende sobre las reglas de juego exigen sin duda un an¨¢lisis de las distintas opciones.¡ª Alfonso Carvajal.?