Rescates de monta?a

Los accidentes en monta?a han aumentado en los ¨²ltimos a?os. El tema es bastante complejo y como tal debe ser tratado. M¨¢s accidentes, sin duda, pero no tanto en t¨¦rminos relativos porque tambi¨¦n ha crecido el n¨²mero de personas que practican deportes en este entorno. Deber¨ªamos considerar, por un lado, la creciente afluencia de personas, muchas veces con una visi¨®n de la monta?a y de sus riesgos que los medios han banalizado y situado m¨¢s cerca de la aventura o el riesgo, que de una relaci¨®n estrecha y respetuosa con el medio natural.

Convertir la monta?a en lo que nunca fue, un recinto deportivo, hacer de la competici¨®n la forma predominante de relacionarse con ella y convertir el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa en el sentido de las actividades que se hacen, aumenta considerablemente el riesgo de accidentes. Como exclam¨® el Conde Russell a finales del siglo XIX: ¡°?Qu¨¦ queda ahora, escalar de espaldas?¡±. No est¨¢ de m¨¢s recordar que el rescate al que acud¨ªan los guardias muertos en Le¨®n se produjo en una carrera, o que en la ¨²ltima edici¨®n del Trail Aneto Posets tres participantes tuvieron que ser rescatados. No todos los accidentes se producen en estas competiciones, frecuentemente animadas y subvencionadas por Instituciones p¨²blicas, pero es evidente el aumento de riesgo que suponen, y deber¨ªa abrirse una profunda reflexi¨®n sobre estos y otros aspectos derivados de su proliferaci¨®n.

Hay que ir, por tanto, mucho m¨¢s all¨¢ de los cobros de los rescates o los carn¨¦s por puntos que pretenden responsabilizar solo a la v¨ªctima, sin actuar sobre las causas de fondo y las responsabilidades compartidas.¡ª Amat S¨¢nchez.