Existe en el imaginario colectivo occidental la idea generalizada de una India espiritual y m¨ªstica. Cada a?o, miles de turistas espirituales viajan desde todas partes de Espa?a atra¨ªdos por su halo misterioso, en busca de paz y de la ansiada conexi¨®n con su ser interior.
Pero, ?es realmente India un pa¨ªs espiritual o es todo maya, es decir, una ilusi¨®n publicitaria? A menudo, suelen escucharse frases troqueladas del tipo: "All¨ª, si tienen un grano de arroz, lo comparten contigo" o "la gente te abre las puertas de sus casas y te ofrecen lo que tienen". Algunos escarmentados, en cambio, afirman que "es un pa¨ªs muy duro", "un lugar de contrastes", de blancos y negros. Pero, como sabemos, la vida es una escala difusa de grises y matices.
Como en un Juego de tronos, a menudo los escenarios de India se convierten en un lugar inh¨®spito donde, o devoras, o eres devorado. Con una superpoblaci¨®n descomunal y un capitalismo emergente, la vida en las grandes urbes es una continua lucha por los recursos en la que la competencia agudiza los sentidos y la astucia.
Muchos turistas viajan en vagones de tercera clase imponi¨¦ndose toda clase de penurias con el fin de mimetizarse; comiendo en puestos ambulantes que jam¨¢s han pasado un control sanitario, hosped¨¢ndose al aire libre o aventur¨¢ndose por los barrios de chabolas con la intenci¨®n de "experimentar la verdadera India". Lamentablemente, en condiciones as¨ª es m¨¢s f¨¢cil padecer una gastroenteritis que hallar el nirvana.
A¨²n as¨ª, muchos turistas encuentran la verdad y la paz entre el caos del tr¨¢fico, la contaminaci¨®n, el ruido incesante, la superpoblaci¨®n y la pobreza. Acuden a los templos sagrados, al silencio de los ashrams, a la explosi¨®n de colores y est¨ªmulos de las celebraciones religiosas, a la sabidur¨ªa de los santones y gur¨²s, a las ense?anzas de las escrituras v¨¦dicas, a las escuelas de Yoga y centros de meditaci¨®n... Porque la India tambi¨¦n es eso: una de cal y otra de arena. Por un lado, el monje cobra "la voluntad"; por otro, bendice. El capitalismo es lo que tiene: todo lo devora.
En este escenario, se ajustan de forma engrasada las leyes espirituales como una justificaci¨®n m¨ªstica donde la vida y la muerte son naturales y forman parte de una "visi¨®n profunda" donde el sufrimiento es parte de la vid, y la resignaci¨®n ante lo que es la ley del karma que cada uno merece provocan la sumisi¨®n de las masas. Un caos meticuloso que fascina o desagrada a partes iguales a los occidentales.
Sin embargo, ?qu¨¦ es m¨¢s espiritual?: ?que los dem¨¢s compartan su grano de arroz con uno o que el sistema pol¨ªtico, social y econ¨®mico garantice un plato de arroz a sus ciudadanos? Una naci¨®n que garantice los derechos, la igualdad entre el hombre y la mujer, la libertad sexual y social, ?no crear¨¢ realmente mayores condiciones para un despertar espiritual y moral? ?Son necesarias esas muestras privadas y opcionales de generosidad? ?Es necesario que abran a uno las puertas de su casa o que cada uno tenga la suya? El buenismo enmascarado supone a veces la puerta para que la espiritualidad o el dogma sustituyan el raciocinio, la pol¨ªtica, los ideales, el progreso y la libertad misma del individuo. Una naci¨®n que no garantiza la educaci¨®n, la independencia econ¨®mica, el bienestar de sus ciudadanos y la satisfacci¨®n de sus necesidades primarias no puede ser realmente un pa¨ªs espiritual. Si atendemos a la jerarqu¨ªa de las motivaciones de Maslow, es un fen¨®meno que solo puede darse en la c¨²spide de la pir¨¢mide, es decir, despu¨¦s de tener las necesidades fisiol¨®gicas, emocionales y materiales cubiertas.
Obviamente, cuando uno tiene hambre no est¨¢ para filosof¨ªas. Por eso en occidente hay una gran demanda de este tipo de viajes: porque el ciudadano puede permit¨ªrselo. Puede aspirar a una autorrealizaci¨®n y una conexi¨®n con su ser y el entorno, puede re¨ªrse de s¨ª mismo y liberarse de las etiquetas mentales porque se ha creado el andamio necesario para que pueda ascender en el escalaf¨®n personal. En este sentido, ?no es, por tanto, un pa¨ªs del primer mundo, m¨¢s espiritual? ?No es acaso el agua del Ganges tan sagrada como el agua del grifo de M¨®stoles?
La muerte es algo natural y necesario, pero una naci¨®n que valorara la vida de sus individuos y les permite desarrollarse en su plenitud intelectual, sentimental, f¨ªsica y contemplativa es profundamente m¨ªstica. La autorrealizaci¨®n del individuo no puede ser patrimonio de ninguna frontera; es inherente al ser humano. Se corrobora as¨ª una de las principales leyes de la espiritualidad: no hay que buscar m¨¢s all¨¢, en las construcciones o en los textos, en Asia o en el exotismo, lo que siempre estar¨¢ ah¨ª, dentro de uno mismo, sea en Espa?a o en cualquier pa¨ªs "moderno", pues la espiritualidad est¨¢ en los ojos del que mira.
Comentarios
Tan cierto como la vida misma.La espiritualidad no est¨¢ fuera retratada en cualquier estilo de vida m¨¢s o menos exc¨¦ntrico, la espiritualidad est¨¢ dentro de las personas, que mejoran y aspiran a mejorar en derechos y deberes madurando.La espiritualidad no es un rito, es un trabajo diario en el beneficio propio y prolongando en la comunidad que nos rodea actuando hacia dentro y hacia afuera.Ejerciendo la solidaridad desde el interior y ejerciendo el reconocimiento de la aplicaci¨®n de la justicia distributiva.Empleando la actitud desprendida y desapegada de los intereses materiales en el sentido de ser justos y honestos con el capital que tenemos.Nuestro cuerpo, nuestro intelecto, y nuestra capacidad volitiva para decidir una elecci¨®n decant¨¢ndonos por una acci¨®n u otra, en funci¨®n de nuestra madurez como personas.Ejerciendo la compasi¨®n.Tengamos y practiquemos la religi¨®n que sea, o ninguna.Aqu¨ª o en cualquier parte del mundo.En coche o en bicicleta. Es la persona el fundamento y el eje de nuestro universo.
Hac¨ªa tiempo que no le¨ªa algo tan l¨²cido al respecto. En todo de acuerdo.
Las personas mas espiritualizadas que he visto no tenian una religion formal o eran polite¨ªstas.
Europa.
Tenemos coincidencias con el autor de la nota y con Estepona. Nosotros somos el verdadero y ¨²nico Templo .La Inteligencia Divina est¨¢ esparcida por el Todo.
El art¨ªculo de Sagar Prakash es bastante objetivo. Solo quiero precisar que en todas los entornos sociales y culturales hay siempre dos lados por donde mirar... lo bueno (la bondad, la espiritualidad, etc.) y lo malo (la podredumbre mental de la avaricia, la egolatr¨ªa, el crimen, etc.). La dualidad rige en todas las cosas... resulta extra?o y natural que para comer carne haya que matar animales. La vida en si misma es un laberinto que no parece tener explicaci¨®n. De ese laberinto (peor que el D¨¦dalo) nacen las creencias convertidas en sistemas ideol¨®g¨ªcos.
Hay que tener en cuenta que el autor es espa?ol, canario en concreto, completamente occidentalizado. Ve la India, pa¨ªs m¨¢s de sus ancestros que suyo, como un turista espa?ol m¨¢s. Como a nosotros, le indigna la coartada c¨®smica del karma, que justifica la sumisi¨®n resignada: tienes lo que mereces.
Generalmente los que marchan a lejan¨ªas a buscar "espiritualidad" est¨¢n absolutamente perturbados. La espiritualidad no est¨¢ en un sitio; es una armon¨ªa y est¨¢ dentro de nosotros.
La espiritualidad es interior.La espiritualidad no es sin¨®nimo de religi¨®n.La espiritualidad y el capitalismo son como el agua y el aceite.
Tan cierto como la vida misma.La espiritualidad no est¨¢ fuera retratada en cualquier estilo de vida m¨¢s o menos exc¨¦ntrico, la espiritualidad est¨¢ dentro de las personas, que mejoran y aspiran a mejorar en derechos y deberes madurando.La espiritualidad no es un rito, es un trabajo diario en el beneficio propio y prolongando en la comunidad que nos rodea actuando hacia dentro y hacia afuera.Ejerciendo la solidaridad desde el interior y ejerciendo el reconocimiento de la aplicaci¨®n de la justicia distributiva.Empleando la actitud desprendida y desapegada de los intereses materiales en el sentido de ser justos y honestos con el capital que tenemos.Nuestro cuerpo, nuestro intelecto, y nuestra capacidad volitiva para decidir una elecci¨®n decant¨¢ndonos por una acci¨®n u otra, en funci¨®n de nuestra madurez como personas.Ejerciendo la compasi¨®n.Tengamos y practiquemos la religi¨®n que sea, o ninguna.Aqu¨ª o en cualquier parte del mundo.En coche o en bicicleta. Es la persona el fundamento y el eje de nuestro universo.
Hac¨ªa tiempo que no le¨ªa algo tan l¨²cido al respecto. En todo de acuerdo.
Las personas mas espiritualizadas que he visto no tenian una religion formal o eran polite¨ªstas.
Europa.
Tenemos coincidencias con el autor de la nota y con Estepona. Nosotros somos el verdadero y ¨²nico Templo .La Inteligencia Divina est¨¢ esparcida por el Todo.
El art¨ªculo de Sagar Prakash es bastante objetivo. Solo quiero precisar que en todas los entornos sociales y culturales hay siempre dos lados por donde mirar... lo bueno (la bondad, la espiritualidad, etc.) y lo malo (la podredumbre mental de la avaricia, la egolatr¨ªa, el crimen, etc.). La dualidad rige en todas las cosas... resulta extra?o y natural que para comer carne haya que matar animales. La vida en si misma es un laberinto que no parece tener explicaci¨®n. De ese laberinto (peor que el D¨¦dalo) nacen las creencias convertidas en sistemas ideol¨®g¨ªcos.
Hay que tener en cuenta que el autor es espa?ol, canario en concreto, completamente occidentalizado. Ve la India, pa¨ªs m¨¢s de sus ancestros que suyo, como un turista espa?ol m¨¢s. Como a nosotros, le indigna la coartada c¨®smica del karma, que justifica la sumisi¨®n resignada: tienes lo que mereces.
Generalmente los que marchan a lejan¨ªas a buscar "espiritualidad" est¨¢n absolutamente perturbados. La espiritualidad no est¨¢ en un sitio; es una armon¨ªa y est¨¢ dentro de nosotros.
La espiritualidad es interior.La espiritualidad no es sin¨®nimo de religi¨®n.La espiritualidad y el capitalismo son como el agua y el aceite.
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