Legalizar las drogas
El fracaso de las pol¨ªticas punitivas aconseja explorar la propuesta de regulaci¨®n controlada
Un elevado n¨²mero de notables l¨ªderes internacionales, entre los que se encuentran varios expresidentes y el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, acaban de presentar un informe en Nueva York en el que proponen un viraje radical en el enfoque de la lucha contra la droga. En concreto, sugieren despenalizar el consumo y facilitar el acceso controlado a la misma. La iniciativa debe ser tomada muy en serio. Tras a?os de insistir en la misma estrategia, hay que constatar el fracaso de las actuales pol¨ªticas punitivas, que tienden a convertir a los adictos en delincuentes y nutren una econom¨ªa criminal cada vez m¨¢s poderosa. Los carteles de la droga manejan m¨¢s recursos que muchos de los pa¨ªses en los que operan; se han convertido en una gangrena que corroe al Estado de derecho.
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Por otra parte, los Gobiernos tienen que destinar cada vez m¨¢s dinero a sostener unas pol¨ªticas cuyos resultados son decepcionantes. No solo no se reduce el problema, sino que aumenta. La criminalidad asociada al tr¨¢fico ilegal supone en muchos pa¨ªses una sangr¨ªa en vidas insoportable, y una amenaza pol¨ªtica muy seria.
Se impone la necesidad de abordar otras alternativas. El hecho de que entre los promotores de la propuesta figuren no pocos antiguos mandatarios de pa¨ªses que han sufrido los estragos de este problema indica hasta qu¨¦ punto est¨¢n agotadas las pol¨ªticas que se mantienen m¨¢s por la inercia y los intereses creados en torno a ellas que por una evaluaci¨®n racional y ponderada de sus logros.
La legalizaci¨®n no debe tomarse, sin embargo, como una panacea. El camino es sin duda complejo y nadie asegura el ¨¦xito. El objetivo es intentar un cambio de paradigma que permita reducir el problema a una escala m¨¢s manejable. No se trata, por supuesto, de convertir de repente las drogas en una mercanc¨ªa de libre acceso; en ning¨²n caso se plantea algo parecido a abrir estancos de narc¨®ticos, estupefacientes y alucin¨®genos. Una liberalizaci¨®n total regida ¨²nicamente por las reglas del mercado permitir¨ªa aflorar la econom¨ªa que ahora sustenta el tr¨¢fico ilegal, y hasta convertirlo en un lucrativo negocio, pero a costa de extender todav¨ªa m¨¢s el problema sanitario.
Lo que se propone es la despenalizaci¨®n del consumo y la regulaci¨®n responsable del acceso a las sustancias psicoactivas. Se trata de habilitar un sistema que permita a los adictos recibir la droga, al tiempo que se les ofrece ayuda m¨¦dica para tratar su dependencia. Ello romper¨ªa el principal eslab¨®n de la actual cadena criminal, basada en que cada nuevo adicto se ve impelido a convertirse en camello y conseguir nuevos adictos para poder sostener su consumo. Romper esta cadena supone dejar sin mercado a los carteles de la droga.
Este es un debate que afecta especialmente a Espa?a. No solo es un eslab¨®n muy importante en el tr¨¢fico ilegal, sino que su consumo lastra el futuro de muchos j¨®venes. Las razones para explorar esta v¨ªa son muchas. Merece la pena intentarlo.
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