¡°Puede que la se?al del Big Bang no signifique nada¡±
Hace medio siglo, Robert Wilson hizo por casualidad uno de los descubrimientos m¨¢s importantes de la ciencia reciente: la confirmaci¨®n del Big Bang. Hoy analiza en primicia los nuevos resultados publicados por el sat¨¦lite Planck
Robert Woodrow Wilson es el autor de uno de los descubrimientos de chiripa m¨¢s importantes de la ciencia del siglo XX. Este estadounidense de 78 a?os siempre quiso dedicarse a la comunicaci¨®n por sat¨¦lite, un campo que acababa de nacer cuando lleg¨® a la universidad para doctorarse en 1957, el a?o que la Uni¨®n Sovi¨¦tica lanz¨® el Sputnik. Wilson se especializ¨® en medir se?ales de radio y de microondas y comenz¨® a trabajar en una nueva antena con forma de cuerno. Med¨ªa seis metros de largo y parec¨ªa una descomunal trompetilla como las que anta?o usaban las personas que estaban medio sordas. Apuntase donde apuntase, Wilson y su compa?ero Arno Penzias, ambos empleados de los Laboratorios Bell, captaban un molesto ruido de fondo constante y de origen desconocido. Los cient¨ªficos descartaron todas las explicaciones l¨®gicas para aquel ruido, incluidas las ondas de radio emitidas desde la vecina Nueva York o las cagadas de las palomas en la antena. ¡°Un d¨ªa tuvieron que venir un par de tipos con escopetas para deshacernos de ellas¡±, recordaba ayer Wilson durante su ponencia en el festival Starmus, que se celebra esta semana en Tenerife. Tiempo despu¨¦s, hace ahora medio siglo, Wilson y Penzias concluyeron que aquel ruido constante era luz en forma de microondas dejada por el descomunal estallido que dio origen al universo hace 13.700 millones de a?os. Era la mayor prueba hasta la fecha del Big Bang. ¡°Es sorprendente pensar que los fotones del Big Bang siguen llegando hasta nuestro cuerpo sin que seamos conscientes de ello¡±, explic¨® ayer Wilson ante una audiencia de unas 700 personas que han asistido a Tenerife para escuchar a cient¨ªficos como Stephen Hawking o el pol¨¦mico Richard Dawkins.
Durante d¨¦cadas esa se?al captada por Wilson y Penzias, conocida como radiaci¨®n de fondo de microondas, fue la m¨¢s antigua a la que hemos tenido acceso los humanos. Nos ha servido para entender mejor el origen del universo y consolidar la teor¨ªa del Big Bang. Este a?o, un equipo liderado por EEUU anunci¨® haber detectado una se?al m¨¢s antigua que el fondo de radiaci¨®n de Wilson y Penzias. Se trataba de ondas gravitacionales, una especie de onda expansiva capaz de curvar el tiempo y el espacio surgida antes que el fondo de microondas y que supone la mayor prueba hasta la fecha de otra teor¨ªa esencial sobre el universo: la inflaci¨®n. Fracciones de segundo despu¨¦s del Big Bang la inflaci¨®n habr¨ªa hecho crecer el universo millones y millones de veces, poniendo los pilares de un cosmos en el que despu¨¦s pudieron aparecer estrellas, galaxias, planetas y vida. El proceso requer¨ªa una precisi¨®n de reloj suizo: ¡°Una parte por cada cuatrill¨®n de m¨¢s o de menos y no estar¨ªamos aqu¨ª¡±, asegur¨® ayer Wilson.
El supuesto descubrimiento de ondas gravitacionales ha supuesto una de las mayores pol¨¦micas cient¨ªficas del a?o. Poco despu¨¦s del anuncio de las ondas gravitacionales, otros equipos advirtieron que la se?al captada por los estadounidenses con el telescopio BICEP 2, en el Polo Sur, pod¨ªa no haber venido de fuera de nuestra galaxia, sino que se deber¨ªa a perturbaciones en el fondo de microondas causadas por simple polvo gal¨¢ctico. Ayer, los responsables del sat¨¦lite europeo Planck, el instrumento que puede medir el polvo gal¨¢ctico con mayor precisi¨®n, confirm¨® esa posibilidad. Wilson no lo sab¨ªa hasta que Materia le pidi¨® su opini¨®n sobre los nuevos datos.
¡°Es muy posible que lo captado por BICEP 2 se deba al polvo, de hecho es lo que tem¨ªa que pasase¡±, explic¨® el Nobel despu¨¦s de la conferencia mientras una cola de admiradores comenzaba a formarse junto a ¨¦l. ¡°Puede que la se?al del primer eco del Big Bang no signifique nada despu¨¦s de todo¡±, dijo con una sonrisa en la boca. Antes de descubrir la prueba fehaciente de que el Big Bang sucedi¨®, Wilson era partidario de la teor¨ªa contraria: un universo estable sin origen ni final defendida por Fred Hoyle. Pero 50 a?os despu¨¦s de su descubrimiento, Wilson advierte que el hecho de que la se?al del primer eco del Big Bang quede en nada ¡°no debe hacernos descartar la inflaci¨®n como teor¨ªa¡±. De hecho insinu¨® que posiblemente el problema lo tengamos los humanos. ¡°La regi¨®n del cielo en la que se ha captado esa se?al tiene muy poco polvo y por eso mismo puede ser muy, muy dif¨ªcil descartar qu¨¦ parte de la se?al no se deba a este problema¡±, advirti¨®. ¡°Incluso si toda la se?al captada se debiera al polvo puede que detr¨¢s haya otra se?al genuina¡±. El problema, claro, es si es posible detectarla con la tecnolog¨ªa actual.
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