El comunicado-tuit

Algunos periodistas abominamos del abuso en la informaci¨®n de declaraciones, de comunicados oficiales y de ruedas de prensa sin preguntas. Los pol¨ªticos, tal vez conocedores del l¨ªmite, eligen ahora un canal que incluso ciertos redactores les festejan: Twitter. Y sus comunicados por Twitter se acogen sin problemas en aras de la modernidad; lo mismo que si difunden una declaraci¨®n por alguna otra red social, aunque ah¨ª tampoco deban responder a ninguna pregunta. El nuevo medio lo prestigia todo.

Con los comunicados de antes, que ven¨ªan a ocupar folio y medio, los periodistas acababan eligiendo una frase para el titular, y a veces tambi¨¦n para la noticia. As¨ª que la m¨¢xima se deduce sola: ¡°Si de aquello que t¨² comuniques van a elegir una frase, dales una sola frase y as¨ª la eliges t¨²¡±.

Las redes sociales eliminan a menudo los intermediarios, en efecto. Millares de personas siguen a Fulano y a Zutana, a Mengana y a Perengano, tanto si se trata de pol¨ªticos como de futbolistas o cantantes; y al partido cual o al partido tal. Eso es una bicoca para los habilidosos del lenguaje; y una desgracia para quienes no han creado sus propios filtros o no acostumbran a tomarlos prestados de gente de fiar.

Me fijo en el ejemplo de la por diversas razones admirable Esperanza Aguirre (mi simpat¨ªa por ella es equivalente a mis desacuerdos). Su enfrentamiento con los ¡°agentes de movilidad¡± de Madrid ocasion¨® un auto judicial seg¨²n el cual la denuncia en su contra deb¨ªa tramitarse como delito y no como falta. La respuesta de la expresidenta madrile?a mediante un comunicado (perd¨®n, un tuit) constituye un memorable ejemplo en la elecci¨®n de las palabras:

Las redes sociales

¡°El auto no dice, ni mucho menos, q el incidente dl coche sea delito. Soy una ciudadana m¨¢s q acude encantada a q el juez escuche la verdad¡± [sic].

En efecto, la resoluci¨®n judicial no se?ala que ella cometiera un delito, pues se trataba de un auto y no de una sentencia; pero s¨ª dice mucho menos: que su desobediencia a la autoridad y su huida posterior constituir¨ªan ¡ªde resultar ciertos los hechos¡ª un delito y no una falta.

Hallamos luego la voz ¡°incidente¡±, definida en el Diccionario como ¡°algo que sobreviene en el curso de un asunto¡± y como ¡°disputa, ri?a, pelea entre dos o m¨¢s personas¡±. Y s¨ª, el ¡°incidente¡± sobrevino en el curso de un asunto: durante la extracci¨®n de billetes en un cajero (acto que ya era en s¨ª mismo un incidente, pues el coche mal estacionado incid¨ªa en el normal desarrollo del tr¨¢fico). Pero ?es la palabra ¡°incidente¡± la mejor posible para describir lo sucedido? Los hechos no sobrevinieron por sorpresa tal que una llamada inoportuna en plena aproximaci¨®n amorosa; y los agentes no se pelearon con nadie, y mucho menos de igual a igual (¡°pelea entre dos o m¨¢s personas¡±, dice la definici¨®n). El ¡°incidente¡± fue m¨¢s bien una ¡°infracci¨®n de tr¨¢fico¡± seguida de supuesta ¡°desobediencia¡±. Sin embargo, el papel desencadenante de Aguirre queda oculto en el mensaje, y hasta su persona de carne y hueso desaparece del texto: ¡°(¡­) el incidente del coche¡±. Ni siquiera ¡°mi incidente¡±. No, el del coche.

As¨ª que la expresidenta ¡°acude¡± ante el juez. Uno acude en socorro de otro y acude al reclamo de un amigo, en ambos casos de forma voluntaria. Pero si nos cita un juez, uno comparece; y adem¨¢s obligatoriamente. Claro, se estir¨® tanto el viejo sentido de ¡°comparecer¡± (ya se comparece incluso ante los periodistas, a los cuales uno convoca en vez de ser convocado) que hoy el verbo no vale lo que val¨ªa hasta la edici¨®n acad¨¦mica de 1992. Y ese ¡°acude¡± compatible con lo voluntario nos desv¨ªa de ideas como ¡°citaci¨®n¡± o ¡°emplazamiento¡±.

Finalmente, el comunicado-tuit de Esperanza Aguirre se?ala que ella ir¨¢ ante el juez para que escuche ¡°la verdad¡±. El juez podr¨¢ atender a otros (a los agentes, a los testigos, al fiscal, a los abogados¡­), s¨ª; pero en su caso escuchar¨¢ ¡°la verdad¡±.

Twitter da una gran ventaja a las fuentes en su contacto con el ciudadano, porque eluden al periodismo cenizo. El agua llega directa al consumidor, no hace falta depuradora. Tal y como el emisor desea.