Ser lesbiana est¨¢ ¡®Well, Well, Well¡¯

A nuestra sociedad le encanta clasificar: no s¨®lo somos humanos, somos hombre o mujer, de una nacionalidad o de otra, de una condici¨®n sexual concreta, de cierta edad, y nos dedicamos a algo espec¨ªfico. La pertenencia a roles sociales permite centrarse en un territorio. Dec¨ªa Arist¨®teles que el ser humano, m¨¢s que con sus deseos e intereses, est¨¢ comprometido con su imagen como persona. Pues bien, en Francia acaba de aparecer una revista que tiene mucho que ver con todo esto. Es exclusivamente para lesbianas, est¨¢ dirigida por una lesbiana, pensada por lesbianas y trata temas sobre lesbianas. Se llama Well, Well, Well (Bien, Bien, Bien), cuesta 15 euros, es semestral y ha sido financiada por crowd?funding. 427 personas han colaborado para hacer posible lo que desde la redacci¨®n difunden como mook, mitad revista (magazine), mitad libro (book).

El primer n¨²mero est¨¢ arrasando y antes de que se agote me hago con un ejemplar en la librer¨ªa Les Guetteurs de Vent de la Avenue Parmentier (no se encuentra en todos los quioscos). Entro a leerlo al Nix Caf¨¦ (hasta hace poco Bliss K¡¯fe), exclusivo para chicas. Soy bienvenido y mis expectativas se cumplen. Enseguida detecto a una joven (muy joven) que lee lo mismo que yo. Con la mirada nos decimos algo que no s¨¦ muy bien qu¨¦ es.

La edici¨®n es sofisticada y n¨ªtida. Observo contenidos: en portada aparece C¨¦line Sciamma, cineasta sensible a las cuestiones de g¨¦nero que, tres a?os despu¨¦s de Tomboy, estrena en Francia Bande de filles (Pandilla de chicas). Leo un reportaje de chicas futbolistas y un dossier sobre la poca visibilidad de las lesbianas en temas sociales como el matrimonio entre personas del mismo sexo. Una estupenda semblanza sobre la desaparecida artista y activista Audre Lorde y una colecci¨®n de sugerentes retratos de la fot¨®grafa Zanele Muholi. Nada es fr¨ªvolo. Temas que van desde la recuperaci¨®n de la memoria hasta la importancia de mantener logros conseguidos en la actualidad, pasando por testimonios de lesbianas en los a?os sesenta, aut¨¦nticas hero¨ªnas del movimiento feminista. Ni un anuncio de ropa, cero cosm¨¦ticos. En el editorial, Marie Kirschen, la directora, afirma que hoy d¨ªa esta revista es absolutamente ?¡°in-dis-pen-sable¡±.

Hemos elegido rechazar la publicidad porque queremos escribir para nuestros lectores, no para anunciantes¡±

Contacto con ella y argumenta: ¡°Aunque la prensa general hablara del matrimonio para todos y de la PMA (procreaci¨®n m¨¦dicamente asistida) para parejas de mujeres, no exist¨ªan revistas en papel destinadas a lesbianas. As¨ª que hemos pretendido reparar la ausencia de medios en los que puedan expresar su voz a trav¨¦s de un objeto bonito que lectoras y lectores quieran conservar. La idea es dar visibilidad a mujeres que aman a mujeres y aumentar su presencia en la prensa. Y hemos elegido rechazar la publicidad porque queremos escribir para nuestros lectores, no para anunciantes¡±.

Contra lo que podr¨ªa parecer, Well, Well, Well ha captado a m¨¢s p¨²blico del que cre¨ªan y va m¨¢s all¨¢ de condiciones sexuales. ¡°Lectoras heteros, chicos gais, muchos libreros, todos est¨¢n encantados con este n¨²mero, y ojal¨¢ que las personas curiosas puedan aprender cosas de la cultura lesbiana¡±, comenta Kirschen sobre una publicaci¨®n que desde la minor¨ªa conquista a la mayor¨ªa.

Termino de leer el n¨²mero y se lo regalo a Gonzalo, amigo homosexual. Cuando le pregunto qu¨¦ le parece, me saca de dudas: ¡°Ojal¨¢ todas las revistas de gais tuvieran este nivel, ?no?¡±