¡°Una persona expuesta no debi¨® estar todo ese tiempo sin controlar¡±

Como director del Centro Nacional de Medicina Tropical y desde su experiencia en ?frica con el primo del ¨¦bola, el virus Marburg, Agust¨ªn Benito Llanes (Madrid, 1959) considera muy poco probable que el brote vaya m¨¢s all¨¢ de la fase actual en Espa?a y pide calma a este "pa¨ªs de tertulianos" en el que los pol¨ªticos "solo escuchan a los mediocres". Tras una tertulia con colegas como el inmun¨®logo colombiano Manuel Patarroyo y el parasit¨®logo espa?ol Santiago Mas-Coma en el marco del Campus ?frica, este bi¨®logo lamenta que el protocolo inicial no estuviera m¨¢s encima de gente que, como la auxiliar infectada, hab¨ªa estado en contacto con un enfermo de ¨¦bola. Aunque sus conocimientos se centran en malaria y chagas y no en el virus mortal, explica que "trabajar con el ¨¦bola es muy complicado" y asegura que "el protocolo lo tienen que cambiar y, de hecho, ya lo han cambiado". Para Benito, el desmantelamiento del Sistema Nacional de Salud supone que puedan surgir m¨¢s imprevistos conteniendo enfermedades tropicales y recuerda que nuestro pa¨ªs tiene tradici¨®n de luchar contra estas enfermedades ligadas a la pobreza: "Debemos seguir teniendo recursos para investigarlas y combatirlas".

Pregunta. ?Fall¨® el protocolo de actuaci¨®n durante esta crisis?

La rueda de prensa del otro d¨ªa me record¨® a la de la colza

Respuesta. En alguien que ha estado trabajando en un procedimiento de riesgo con un paciente infectado, la posibilidad de transmisi¨®n es muy limitada, pero es posible, y las medidas tienen que ser las m¨¢s estrictas. El protocolo lo tienen que cambiar. Una persona que ha estado expuesta al virus, a la m¨ªnima tiene que estar controlada. No debi¨® estar todo ese tiempo sin controlar. Yo hubiera modificado el protocolo haciendo que esa gente, de alguna manera, asistiera de manera activa al lugar de trabajo para hacer controles rutinarios, que es lo que se est¨¢ haciendo ahora. Es decir, que el protocolo en realidad ya se ha cambiado. Esto no ten¨ªa que haber ocurrido, como en el primer cura. Y la realidad es que todos estamos aprendiendo seg¨²n suceden las cosas.

P. ?Cabe el riesgo de que se extienda?

R. El brote se va a controlar, no estamos en ?frica. Si en las condiciones en las que se trabaja en ?frica, aun as¨ª, no se ha producido una pandemia y estamos en 8.000 infectados... Mientras aqu¨ª tomemos las medidas normales, no va a ir a mayores. Tampoco se esperaba un contagio, porque era improbable, pero pod¨ªa ocurrir.

P. La auxiliar manifest¨® s¨ªntomas el d¨ªa 29 de septiembre y no fue ingresada hasta el 6 de octubre. ?Tendr¨ªa m¨¢s posibilidades si la hubieran ingresado antes?

R. El proceso hubiera sido similar. En condiciones normales, depende de que t¨² puedas generar una respuesta contra el virus. Y eso es independiente de que t¨² te tomes un paracetamol o de que te est¨¦n poniendo un antivirus. Ingresarla en la primera fase, cuando tiene las primeras fiebres, no hubiera producido que esta paciente tuviera m¨¢s posibilidades de salvarse. En los d¨ªas 29 y 30, cuando est¨¢ en su casa, el virus es incipiente, con un grado de infectividad bajo. En la fase actual, en cambio, son imprescindibles los cuidados intensivos, en la UCI, que permiten un margen de mejora importante.

P. ?C¨®mo logra el organismo vencer al virus?

Si desmantelas el Sistema Nacional de Salud, m¨¢s posibilidades hay de que alguien enfermo se te escape

R. No lo sabemos bien. Por eso se est¨¢ probando de todo, a ver qu¨¦ funciona. No se est¨¢n ni haciendo ensayos cl¨ªnicos. Es todo tan urgente y la situaci¨®n es tan de emergencia que tanto la UE como EEUU te permiten utilizar tratamientos experimentales, como ZMapp, que ha sido usado solo con animales. Son medidas que te pueden funcionar o no, es tirar a ciegas a ver c¨®mo funciona. La hip¨®tesis que se est¨¢ usando es la de un suero hiperinmune de otros enfermos que han sobrevivido, que tiene anticuerpos y plaquetas que ya reconocen el virus, que sirve de reforzamiento del sistema inmune y que facilitar¨¢ que la persona se cure.

P. En el caso de los misioneros la situaci¨®n era distinta, ?mereci¨® la pena repatriarles?

R. Los religiosos eran gente mayor, con unas condiciones m¨¦dicas previas, patolog¨ªas cardiacas. No tiene sentido llevar un hospital all¨ª porque cuando llega ya es tarde. Porque no es tan f¨¢cil llevarlo. Las condiciones log¨ªsticas no son las que nos imaginamos. Y si se lleva para atender solo a espa?oles, tambi¨¦n habr¨ªa generado pol¨¦mica.

P. ?Es probable que se haya contagiado el marido de la auxiliar?

R. Debe pasar 21 d¨ªas de cuarentena para saber si ha desarrollado la infecci¨®n. De haberse contagiado, todav¨ªa estar¨ªa en los primeros d¨ªas o en una fase incipiente despu¨¦s de haber estado en contacto con su mujer. En esa primera semana en que convivi¨® con su mujer, el virus est¨¢ en una fase inicial, no de expansi¨®n absoluta. Al principio no tienes casi s¨ªntomas, apenas un poco de fiebre. Hay riesgo de transmitir, pero es muy limitado, mucho menor que cuando ya se desarroll¨®.

Contra el virus se est¨¢ tirando a ciegas a ver c¨®mo funciona

P. ?Cu¨¢nto tiempo sobrevive el virus en el ambiente?

R. Tenemos infecciones como la enfermedad de Chagas, que puede estar hasta 40 a?os en el tejido cardiaco y el sujeto no desarrolla ninguna sintomatolog¨ªa. Con el ¨¦bola sabemos bastante, pero tampoco se conoce al detalle, porque en ?frica no se hace una autopsia en condiciones apropiadas y menos en pleno brote. Olv¨ªdate de hacer un seguimiento como nos gustar¨ªa. Por ejemplo, por las condiciones del semen, es un medio donde el virus se puede acantonar durante semanas incluso despu¨¦s de haber sobrevivido a la enfermedad. El virus puede estar durante varios d¨ªas en sangre, pero en la ropa lo l¨®gico es que muera a las 48 horas. Si cierras herm¨¦ticamente los efectos de una persona durante una semana, ya no queda nada. El ¨¦bola es un virus muy l¨¢bil, en el exterior se muere con nada.

P. ?Tiene cr¨ªticas a la gesti¨®n que se ha hecho de la crisis?

R. Estamos en un pa¨ªs de tertulianos en el que la gente habla de todo. Todos somos especialistas en todo. Esto ya pas¨® con Sancho Rof y el "bichito que se cae de la mesa". La rueda de prensa del otro d¨ªa me record¨® a aquella de la colza. Hay un lado que es el de los especialistas y hay otro lado, el de la pol¨ªtica, que se nutre de lo que todos conocemos: la mediocridad. Los pol¨ªticos se rodean de gente mediocre y v¨¢lida. Lo que dice la gente v¨¢lida, como no es lo que quieren o¨ªr, no lo aceptan y siguen el consejo del mediocre. La informaci¨®n especializada est¨¢ centralizada, pero a la vez dividida en distintas comunidades aut¨®nomas y cada una sigue su propio criterio. Y de ah¨ª surge parte del cacao. Hay que tener gente especializada y no vale el asesor de turno, sino alguien de la sanidad p¨²blica.

P. ?Hasta qu¨¦ punto han afectado los recortes a la gesti¨®n de la crisis?

El virus se muere con nada y resiste 48 horas en la ropa

R. En Espa?a muere gente de malaria. A medida que vas desmantelando el Sistema Nacional de Salud, m¨¢s posibilidades hay de que alguien que viaje por ah¨ª con una enfermedad tropical se te escape. Pero este brote se va a controlar, como se ha controlado en Nigeria pese al riesgo tremendo que ha habido en algunas grandes ciudades con gran peligro de exposici¨®n. Con respecto al desmantelamiento del Carlos III, a veces hay que ponerse en el papel de los pol¨ªticos cuando deciden qu¨¦ es m¨¢s necesario. Ellos no han visto ninguna necesidad de mantener un hospital de infecciosos especializado en un momento en el que se quedaban sin recursos. No hicieron previsiones de que pudiera llegar el ¨¦bola a Madrid y que se diera una situaci¨®n como esta. Aun as¨ª, hay centros de referencia especializados en enfermedades tropicales importadas. Otra cosa son las condiciones que t¨² tengas, porque las infraestructuras estaban ah¨ª: no ten¨ªa por qu¨¦ haber pasado esto. Si se hubiera logrado curar a un misionero, se habr¨ªan podido poner una medalla. Y se la habr¨ªan puesto. Pero se ha dado un error en unas condiciones de estr¨¦s extremas.