Sin noticias de Kate Middleton

Tras cinco semanas desaparecida la pregunta es inevitable: ?D¨®nde est¨¢ Kate Middleton? La duquesa de Cambridge no ha vuelto a participar en un acto p¨²blico desde que el pasado 8 de septiembre el palacio de Kensington anunciara que ella y el pr¨ªncipe Guillermo esperaban su segundo hijo. Aunque entonces tambi¨¦n se inform¨® de que Kate volv¨ªa a padecer fuertes n¨¢useas y mareos como los que la alejaron de la vida p¨²blica durante los primeros meses de su primer embarazo, parece que su segundo reto?o la est¨¢ obligando a permanecer en reposo de forma a¨²n m¨¢s estricta.

La duquesa padece de Hyperemesis Gravidarum, una condici¨®n que apenas afecta a un 2% de las embarazadas y que provoca v¨®mitos constantes durante el primer trimestre de gestaci¨®n. Sin embargo, a veces se manifiesta con mucha virulencia y seg¨²n fuentes citadas por la revista People, esta vez la duquesa se encuentra mucho m¨¢s d¨¦bil que cuando esperaba al pr¨ªncipe Jorge. Debido a ello se ha instalado en casa de sus padres en Bucklebury para evitar lidiar con la vida de palacio y dos m¨¦dicos la atienden diariamente. Seg¨²n un amigo de la familia citado por la misma revista, ¡°Kate no se siente bien en absoluto¡± y eso la impide incluso disfrutar del dolce far niente : ni siquiera puede tumbarse en el sof¨¢ a ver su serie favorita, Downtown Abbey. Las n¨¢useas son demasiado fuertes.

Oficialmente la duquesa tiene una cita en la agenda oficial de la realeza brit¨¢nica el pr¨®ximo 24 de octubre, cuando tendr¨ªa que darle la bienvenida al presidente de Singapur pero nadie en su entorno pone la mano en el fuego: a lo largo de las ¨²ltimas semanas tuvo que cancelar desde un viaje a Malta a dos actos de ONG relacionadas con dos de sus pasiones, el arte y la vela.

Mientras permanece atrincherada junto a su familia, en el mundo exterior los responsables de su seguridad y los de la reina Isabel II le dan las ¨²ltimas pinceladas a un nuevo operativo con el que Scotland Yard espera subsanar deficiencias graves que a lo largo del ¨²ltimo a?o han puesto en evidencia los protocolos de seguridad reales. Los cambios no solo afectar¨¢n a la reina y la duquesa sino tambi¨¦n al primer ministro David Cameron y a diversos altos cargos del gobierno brit¨¢nico, cuya seguridad a partir de ahora estar¨¢ bajo la supervisi¨®n de un mismo equipo mientras que ahora depend¨ªa de grupos diferentes. De esta forma se evitar¨¢n errores como el que el a?o pasado afect¨® al duque de York, quien fue confundido con un intruso en los jardines del Palacio de Buckingham.

El pasado agosto adem¨¢s se descubri¨® que la polic¨ªa encargada de la seguridad de la residencia de la reina se quedaba con los objetos que los turistas dejan a la entrada durante los meses en que el palacio est¨¢ abierto al p¨²blico. Varios de esos objetos han sido subastados en eBay, algo que Scotland Yard ha calificado de ¡®intolerable. En muchos casos, los polic¨ªas encargados de la seguridad de los miembros de la casa real llevan muchos a?os en el mismo puesto, lo que habr¨ªa posibilitado que se acomoden demasiado y rompan normas b¨¢sicas. Todos ellos ser¨¢n pr¨®ximamente reemplazados por nuevos guardias.