Claro que Podemos
El voto de los 132.000 inscritos en la Asamblea Ciudadana S¨ª se Puede decidir¨¢, en un procedimiento in¨¦dito, la constituci¨®n ¨¦tica y organizativa del nuevo partido. Y demostrar¨¢ que es posible ¡®mandar obedeciendo¡¯
Si la calidad democr¨¢tica se midiera por el aburrimiento ante la pol¨ªtica, la irrupci¨®n de Podemos habr¨ªa servido solamente para sacar a la sociedad espa?ola del sopor de la falta de alternativas. Una cantinela gastada y voceada hasta la saciedad por los sacerdotes del mantra de la resignaci¨®n. Pero el agotamiento del r¨¦gimen del 78 tiene en su haber demasiado dolor social como para leer los cambios pol¨ªticos s¨®lo en clave medi¨¢tica. Ojal¨¢ estuvi¨¦ramos ante un irreal cap¨ªtulo de Juego de tronos, pero Espa?a se parece m¨¢s a un reality show donde los participantes han dejado el carnet de ciudadanos en la entrada del recinto. Un mill¨®n de j¨®venes en la emigraci¨®n, casi 400 desahucios diarios, cerca de seis millones de parados, uno de cada cuatro espa?oles en riesgo de exclusi¨®n, recortes en sanidad y educaci¨®n, cierre de la Universidad a los sectores empobrecidos, y el presidente de la patronal madrile?a quemando su tarjeta negra de Caja Madrid al tiempo que dec¨ªa que hab¨ªa que endurecer la ley de huelga, aumentar el copago sanitario y terminar con ¡°el caf¨¦ gratis para todos¡±. Sin olvidar a los consejeros ech¨¢ndose un ratito en hoteles de cinco estrellas a eso de las tres de la tarde despu¨¦s de sacar 500 euros con su tarjeta por si tuvieran que pagar algo en met¨¢lico y que cobra alguien que no emite factura.
La movilizaci¨®n electoral promovida por esta candidatura popular y ciudadana ha contribuido a reconstruir la ilusi¨®n perdida por la pol¨ªtica. No por falta de necesidad, sino por un abandono nacido del error funesto de haber delegado la pol¨ªtica. Se ven¨ªa denunciando, pero ni los medios, ni la academia ni el Parlamento quisieron verlo. Podemos, parafraseando a Tocqueville, ha sido el acontecimiento pol¨ªtico m¨¢s anunciado e inesperado de nuestra joven democracia. Pero, por eso mismo, s¨®lo lo ve¨ªan los que no ten¨ªan la vista cansada de tanto leer los mismos p¨¢rrafos.
El voto a Podemos es resultado de la indignaci¨®n social de las plazas, de las reivindicaciones de las mareas y las marchas contra ¡°el estado real de la naci¨®n¡±. Pero tambi¨¦n del deseo de cambio pol¨ªtico para recuperar la democracia espa?ola ¡°desmoralizada¡± y ¡°desacreditada¡± que el profesor Aranguren ya denunciara en estas p¨¢ginas en 1988. Con palabras de Adela Cortina, eran los tiempos de las ¡°grandes rebajas morales de la temporada democr¨¢tica¡±, que han devenido hoy en el mal gobierno de la crisis del ¨¦bola, de la crisis en Catalu?a y el esc¨¢ndalo de las tarjetas de Bankia; tambi¨¦n de la resurrecci¨®n del problema social decimon¨®nico expresado en la crisis de la sanidad y la educaci¨®n, y de la reedici¨®n de la intervenci¨®n extranjera en Espa?a, ahora en forma de p¨¦rdida de soberan¨ªa econ¨®mica (Eurovegas, bases militares norteamericanas, cambios en la Constituci¨®n por presiones del IV Reich financiero). Estamos ante una quiebra de la confianza en las formas del ¡°r¨¦gimen del 78¡± que vuelven a poner de actualidad el Oligarqu¨ªa y caciquismo de Costa publicado en 1901. Un siglo tirado por la borda. Es tiempo de echar el cierre a un habitus pol¨ªtico caduco y abrir un tiempo nuevo en nuestra democracia. Sin transacciones. Por eso dec¨ªamos que el miedo ten¨ªa que cambiar de bando. Ya lo han entendido el rey Juan Carlos, Rubalcaba y alg¨²n que otro usuario de tarjetas opacas. Quedan muchos. Esto apenas ha empezado.
Hemos venido a moralizar la vida p¨²blica, democratizar el poder y recuperar la felicidad
El proceso de transformaci¨®n de una candidatura electoral en un nuevo partido pol¨ªtico es in¨¦dito en nuestro pa¨ªs. Hist¨®ricamente los ¡°nuevos partidos¡± son el resultado de fracciones que, apelando a la novedad, adaptan sus ideas y formas pol¨ªticas de origen. Pero la constituci¨®n de Podemos es muy distinta. Se est¨¢ construyendo una formaci¨®n pol¨ªtica de nuevo tipo ¡ªpara una revoluci¨®n ciudadana¡ª y ex novo, desde cero y por el principio. De ah¨ª la complejidad de dise?ar el patr¨®n y cortar el traje al mismo tiempo; de hacerlo desde arriba y desde abajo, tejiendo en com¨²n, reunidos en asamblea, con presencia medi¨¢tica y forjando ideolog¨ªa y programa. Habr¨¢ a quienes el esfuerzo les parezca insuficiente o les decepcione, pero si pensamos Podemos no como una marca en el supermercado pol¨ªtico sino como un proceso popular participativo, todo est¨¢ por hacer. As¨ª ocurre con la Asamblea Ciudadana S¨ª se Puede. No termina nada. Muy al contrario, con ella, ¡°empieza todo¡±. Tiempo habr¨¢ de experimentar, evaluar, revisar y, si es el caso, revocar representantes o reformular modelos y estrategias. Nada nos va a atar salvo la decisi¨®n de hacer democracia de manera desatada. Hemos entendido que la emancipaci¨®n s¨®lo se define como democracia sin fin. Ya hemos aprendido que en pol¨ªtica, las puertas giratorias deben cambiarse por las puertas abiertas.
El proceso asambleario desplegado desde el 25-M ha contado con la participaci¨®n de miles de personas, dentro y fuera de nuestras fronteras (ese nuevo ¡°exilio¡± tan presente en Podemos). Reuniones presenciales, redes sociales, medios de comunicaci¨®n, m¨ªtines y encuentros en plazas. Cerca de 1.000 personas, organizadas en 164 equipos, han realizado 253 propuestas. Mediante un proceso horizontal deliberativo esta creatividad propositiva ha ido alcanzando consensos y agregaciones hasta presentar, finalmente, 50 propuestas a la Asamblea Ciudadana. El voto libre y directo de las 132.000 personas inscritas decidir¨¢ la constituci¨®n ¨¦tica, pol¨ªtica y organizativa de Podemos y elegir¨¢ su direcci¨®n. Y quiz¨¢s ¨¦sta sea la mejor innovaci¨®n: demostrar en la pr¨¢ctica que s¨ª se puede con asamblea y liderazgo, ¡°mandar, obedeciendo¡±.
El m¨¦todo Podemos ha demostrado sus virtudes y su audacia. Avales y primarias, cuentas claras y transparentes (sin recurrir a los bancos en cuyas manos languidece la democracia interna de los partidos), la presencia constante y creciente en las redes sociales y la promoci¨®n de nuevas herramientas de participaci¨®n. Plaza Podemos, el ¨¢gora virtual, ha tenido el reconocimiento de los propios fundadores norteamericanos de la herramienta reddit en que se basa. En los congresos de redes sociales se presenta la ¡°revoluci¨®n tecnopol¨ªtica¡± que promueve Podemos. Y en las facultades de Ciencias Pol¨ªticas y Sociolog¨ªa de todo el mundo constituye un ¡°estudio de caso¡±. Ya era hora de que de las facultades de Ciencias Pol¨ªticas saliera una pol¨ªtica ¨²til para los pueblos, por responsabilidad social.
No somos una marca en el supermercado pol¨ªtico sino un proceso popular; todo est¨¢ por hacer
El uso intenso de nuevas tecnolog¨ªas reinventa la solidaridad intergeneracional (j¨®venes ense?ando a mayores). Alfabetizaci¨®n pol¨ªtica y pedagog¨ªa participativa que Podemos est¨¢ impulsando en sectores sociales, barrios, pueblos y ciudades, superando esa vieja pol¨ªtica de ¡°consenso pasivo¡± que deja al ciudadano reducido a votar cada cuatro a?os, mientras otros votan todos los d¨ªas.
El miedo de la casta da la medida del reto que Podemos tiene entre manos. La forma es la idea. M¨¢s a¨²n en democracia. Hemos venido para remoralizar la vida p¨²blica, democratizar los poderes y recuperar el deseo de felicidad que como pueblo y como personas nos merecemos. Claro que podemos hacer real una Espa?a ¡°democr¨¢tica y avanzada¡± como recoge el pre¨¢mbulo de la vaciada Constituci¨®n de 1978. Para que lo redactado por ¡°el viejo profesor¡± sea ¡°realmente existente¡± es necesario hoy un cambio constitucional, y para lograrlo es necesario transformar la mayor¨ªa social en una nueva mayor¨ªa pol¨ªtica. S¨®lo as¨ª la indignaci¨®n social se convierte en impulso pol¨ªtico. Visi¨®n de ruptura y esperanza en una vida mejor y una pol¨ªtica decente.
?se es el objetivo de los documentos presentados por el equipo de Pablo Iglesias bajo el nombre Claro que Podemos. Un documento ¨¦tico, pol¨ªtico y organizativo que busca culminar en las elecciones generales de 2015 esta fase destituyente del agotado pasado y dar entrada a una reconstrucci¨®n de nuestra democracia. Pusimos la audacia y la confianza en el pueblo. Volvemos a dar un nuevo paso con el mismo objetivo. Y como viene siendo lugar com¨²n, vuelve a ser cierto que cuanto m¨¢s das, m¨¢s recibes. Tiempo de generosidad. Un buen punto de partida para repensar la pol¨ªtica.
Juan Carlos Monedero es fundador de Podemos y Jes¨²s Montero es miembro del Equipo T¨¦cnico de la Asamblea Ciudadana.
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