Verne viajero
La mayor¨ªa de los aparatos e ingenios que imagina Verne no resisten un m¨ªnimo an¨¢lisis cient¨ªfico
Carta de la semana: Verne viajero
Habiendo le¨ªdo decenas de obras de Jules (que no Julio) Verne, todas las ¡°mayores¡± y gran parte de sus novelas secundarias, coincido con Carlos Alonso Cladera en considerar los fundamentos cient¨ªficos verdianos ¡°endebles¡±. Yo tambi¨¦n rechazo considerarlo precursor de nada, y mucho menos un escritor de ciencia-ficci¨®n.
La mayor¨ªa de los aparatos e ingenios que imagina Verne no resisten un m¨ªnimo an¨¢lisis cient¨ªfico, ya sea el ob¨²s que viaja a la Luna (y que no aluniza, se?or Mill¨¢s), el Nautilus o la nave a¨¦rea impulsada por h¨¦lices el¨¦ctricas de Robur el conquistador. Aunque en descargo de Verne cabe decir que ¨¦l no invent¨® nada, sino que retom¨® ideas ajenas y las desarroll¨®.
Lo que se suele soslayar en los comentarios sobre Verne es que fue sobre todo un escritor de viajes y aventuras. ?l sent¨ªa pasi¨®n por la geograf¨ªa y vivi¨® la gran epopeya de las exploraciones y de los exploradores. Sus mejores novelas, aunque no las m¨¢s populares, carecen de artilugios y tratan de viajes ¨Cen medios convencionales¨C y aventuras: La vuelta al mundo en 80 d¨ªas, Miguel Strogoff, Las aventuras del capit¨¢n Hatteras, Kerab¨¢n el testarudo¡ y sobre todo la que yo considero la mejor novela de Verne y uno de los mejores relatos de aventuras jam¨¢s escritos: Los hijos del Capit¨¢n Grant.
Jos¨¦ Antonio Ezquerra. Manresa
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El mismo aire
El art¨ªculo La sexta extinci¨®n¡ de Luis Miguel Ariza, en El Pulso del d¨ªa 5 de octubre, me trajo algunas reflexiones. Cuando algunos expertos hablan de la proximidad del punto de no retorno (a partir del cual ninguna medida correctora recuperar¨¢ el equilibrio de la madre Tierra), cuando el virus del ¨¦bola se extiende y cuando se pierden logros sociales ganados por nuestras generaciones precedentes, me pregunto por qu¨¦ las sociedades occidentales no incorporan el cuidado como categor¨ªa moral b¨¢sica. El cuidado de la Tierra y de la naturaleza como extensi¨®n del cuidado de los seres vivos y de la humanidad. Porque, como dijo John F. Kennedy, ¡°a fin de cuentas, el v¨ªnculo m¨¢s b¨¢sico que tenemos en com¨²n es que todos vivimos en este peque?o planeta. Todos respiramos el mismo aire, todos valoramos el futuro de nuestros hijos y todos somos mortales¡±.
F. J. Bar¨®n Duarte. A Coru?a
?Y Sevilla?
En el gran trabajo de mi admirado Diego Manrique La gran familia de la m¨²sica espa?ola (28-09-2014) se enaltece medio siglo de ¨¦xitos musicales en espa?ol. Me ha sorprendido mucho la ausencia de la revoluci¨®n musical sevillana, muy anterior a la movida madrile?a y punto de partida de muchos caminos del pop-rock espa?ol, y que Diego define como ¡°el pinchazo de anteriores fogonazos sevillanos del calibre de Smash o Veneno¡±. Recordemos¡
1969: disco de Smash con Manuel Molina, El garrot¨ªn. 1976: segundo disco de Lole y Manuel, Pasaje del agua, con toda la artiller¨ªa rockera sevillana. 1977: primer disco de Veneno con los hermanos Pata Negra (n¨²mero uno en las listas del pop espa?ol desde hace 30 a?os). 1978: primer disco de Pata Negra, Guitarras callejeras. 1979: La leyenda del tiempo, con Camar¨®n y los rockeros sevillanos. Lo que m¨¢s me sorprende es el culto a la popularidad y al ¨¦xito comercial frente a la calidad musical.
Ricardo Pach¨®n. Sevilla
Limitaciones conscientes
No puedo estar m¨¢s de acuerdo con el art¨ªculo titulado Aventuras criminales (5-10-2014) del se?or Javier Mar¨ªas. Corren unos tiempos en los que, bajo el lema o el eslogan deportivo de ¡°Nada es imposible¡±, cualquier ciudadano cree tener derecho y estar capacitado para protagonizar las m¨¢s arriesgadas haza?as deportivas o aventuras ¨¦picas. Para caminar por los senderos de la vida es imprescindible conocer nuestras capacidades y saber utilizarlas adecuadamente, pero no es menos primordial ser conscientes de nuestras limitaciones y carencias para poder afirmar como S¨®crates que ¡°solo s¨¦ que no s¨¦ nada¡±.
?ngel Roba. Logro?o
La inmensa mayor¨ªa
Se?or Roncagliolo, usted lleva ocho a?os en Catalu?a (yo, toda una vida, m¨¢s de 55) y me temo que su percepci¨®n no sea del todo real. Quien azuza el independentismo es la clase pol¨ªtica soberanista sirvi¨¦ndose de los medios audiovisuales y escuelas p¨²blicas, manipulando la informaci¨®n, las cifras y la historia. Hace unos pocos a?os, a la inmensa mayor¨ªa de catalanes nos importaba poco, por no decir nada, la independencia. Su menci¨®n a los 1,8 millones de la ¨²ltima Diada me hace pensar que se lo crey¨®. Le dir¨¦ que su percepci¨®n de que ganan los nacionalistas es falsa, y a las cifras me remito. ?ltimas elecciones en clave soberanista: con un censo total de 5,4 millones, el voto independentista alcanz¨® 1,1 millones. Tambi¨¦n le podr¨ªa argumentar que en la Diada, en una manifestaci¨®n que se llevaba preparando un a?o ¨Cvamos, espont¨¢nea¨C, seg¨²n dos empresas especializadas no hubo m¨¢s de 800.000 almas. No est¨¢ mal recordar que somos 7,5 millones. Y por ¨²ltimo, la encuesta que public¨® este diario donde se dec¨ªa que solo el 29% de los catalanes quieren la independencia. Con estos datos, espero que quede claro que los nacionalistas/independentistas est¨¢n lejos de ganar, pero las minor¨ªas ruidosas tienen mucho poder, y si la prensa les ayuda, todav¨ªa mucho m¨¢s.
J. ferragut. Barcelona
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