El d¨¦ficit o c¨®mo asfixiar a las autonom¨ªas
La crisis financiera de las comunidades solo se resolver¨¢ con una reforma fiscal
En el a?o 2010, Espa?a inici¨® el proceso de consolidaci¨®n fiscal m¨¢s importante de su historia. Desde entonces el gasto p¨²blico se ha reducido en poco m¨¢s de 2,2 puntos de PIB, hasta situarse en el 44,3% del mismo en 2013. Sin embargo, hay que tener en cuenta que durante este mismo periodo el gasto en intereses se ha disparado y que, de no haber sido as¨ª, la ca¨ªda del gasto p¨²blico habr¨ªa sido a¨²n mayor; de 4 puntos de PIB. No obstante, la bajada del gasto no se ha repartido por igual en todas las Administraciones. Solo las Comunidades Aut¨®nomas (CC?AA) y los Ayuntamientos han sido capaces de reducir sus gastos (-14% y -21%, respectivamente). Por el contrario, tanto la Administraci¨®n central, principalmente por el aumento del gasto en intereses, como la Seguridad Social, por el aumento del gasto en pensiones, han visto incrementados sus gastos en un 3,4% y un 2,6% respectivamente.
Por el lado de los ingresos se observa el mismo comportamiento. Mientras que la Administraci¨®n central ha aumentado sus ingresos en 10.155 millones de euros, tanto los Ayuntamientos como las autonom¨ªas los han reducido en 3.382 y 1.600 millones de euros respectivamente.
La estrategia de consolidaci¨®n dise?ada por el Ejecutivo parece clara: limitar los ingresos y el d¨¦ficit a las comunidades, de forma que los Gobiernos aut¨®nomos se vean obligados a reducir el gasto irremediablemente. Por el momento, parece que esta estrategia ha funcionado, ya que las comunidades tienen poca capacidad normativa sobre sus ingresos. Por si esto no fuera suficiente, las CC?AA son las encargadas de gestionar gastos tan sensibles como la sanidad y la educaci¨®n. As¨ª, no es de extra?ar que entre los a?os 2010 y 2012 el gasto en educaci¨®n se ha reducido en un 11% y el gasto en sanidad ha mermado casi un 9%. Estas ca¨ªdas ser¨¢n a¨²n mayores cuando conozcamos los ¨²ltimos datos.
En el a?o 2013, gracias a la nueva medida del PIB, el conjunto de las Administraciones p¨²blicas ha conseguido cumplir con el objetivo de d¨¦ficit por primera vez desde que iniciamos el proceso de consolidaci¨®n fiscal. Hemos cerrado el a?o 2013 con un d¨¦ficit del 6,3%, dos d¨¦cimas por debajo del objetivo. No obstante, el d¨¦ficit de las CC?AA en 2013 fue del 1,5% del PIB, rebasando el objetivo fijado por Bruselas en dos d¨¦cimas. A pesar del nuevo incumplimiento, el ajuste del d¨¦ficit de las autonom¨ªas desde el a?o 2010 ha sido sustancial: 2,2 puntos de PIB. Tal y como hemos visto anteriormente, para lograr tal reducci¨®n, ante la escasa competencia normativa para aumentar sus ingresos, las autonom¨ªas no han tenido otra opci¨®n que reducir sus gastos en educaci¨®n y sanidad.
El Gobierno sabe que si reforma la financiaci¨®n auton¨®mica tendr¨¢ que subir la presi¨®n tributaria
?C¨®mo pintan las cosas para este a?o? Hasta el mes de julio, el d¨¦ficit de las CC?AA se ha situado en el 1% del PIB, es decir, en el nivel con el que nos hab¨ªamos comprometido para todo el a?o y dos d¨¦cimas peor que en el mismo periodo del a?o anterior. Esto es debido a una ca¨ªda del 1,8% en los ingresos no financieros (principalmente por las ca¨ªda de las entregas a cuenta y liquidaciones) y a un aumento de los gastos del 1,5% (principalmente por el aumento del gasto corriente en bienes y servicios y el gasto en intereses). Seg¨²n nuestras estimaciones, el d¨¦ficit auton¨®mico se situar¨¢ en el entorno del 1,8%, o sea, muy lejos del objetivo. Parece que la estrategia est¨¢ llegando a su final, ya que las comunidades parecen no tener capacidad adicional para reducir sus gastos.
Adem¨¢s, lejos de solucionarse, los problemas de ingresos para las CC?AA continuar¨¢n en 2015. Seg¨²n los reci¨¦n presentados Presupuestos Generales del Estado, los ingresos tributarios del Estado van a aumentar con respecto a la liquidaci¨®n prevista en 2014 en unos 9.000 millones, pero para las autonom¨ªas lo har¨¢n en algo menos de 1.000 millones. Es decir, los aumentos recaudatorios siguen sin llegar a las comunidades.
El Gobierno es consciente de la incapacidad de las CC?AA para obtener suficientes ingresos para financiar sus gastos, pero retrasa la reforma del sistema de financiaci¨®n auton¨®mica. La raz¨®n nos parece clara. Moncloa sabe que si reforma la financiaci¨®n auton¨®mica necesitar¨¢ aumentar los ingresos de las Administraciones p¨²blicas; es decir, subir la presi¨®n fiscal, y hacerlo en un a?o electoral tiene unos costes pol¨ªticos que no est¨¢ dispuesto a asumir.
Pero la crisis fiscal en Espa?a en general, y la de las autonom¨ªas en particular, no se solucionar¨¢ hasta que se lleve a cabo una profunda reforma fiscal que mejore la recaudaci¨®n sin da?ar el crecimiento. Esta reforma no solo debe abordar el mejor dise?o de los impuestos conocidos (principalmente el IRPF, sociedades o IVA), sino tambi¨¦n una reforma del ineficiente y opaco sistema de financiaci¨®n auton¨®mica que ahoga a las Comunidades Aut¨®nomas y en ¨²ltima instancia corre el riesgo de desmantelar la sanidad y la educaci¨®n p¨²blica.
J. Ignacio Conde-Ruiz, de la Universidad Complutense, y Juan Rubio-Ram¨ªrez, de la Universidad de Duke, son investigadores de FEDEA.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.