Monica Lewinsky se reinventa

Durante a?os, Monica Lewinsky trat¨® de huir de su involuntaria fama. Prob¨® en el mundo de la moda dise?ando bolsos y se gradu¨® en Psicolog¨ªa Social por la London School of Economics. Desapareci¨® del mapa y mantuvo un estricto silencio durante una d¨¦cada. Todo sin ¨¦xito. En la memoria colectiva, fue y para muchos siempre seguir¨¢ siendo la joven becaria de la Casa Blanca que a mitades de los noventa tuvo una aventura extramatrimonial con el que por entonces era el hombre m¨¢s poderoso del mundo, el presidente de Estados Unidos Bill Clinton. El hecho de que siga manteniendo, 16 a?os m¨¢s tarde, casi la misma imagen y estilo de anta?o tampoco ayuda a olvidar.

Cansada sin embargo de seguir siendo ¡°esa mujer¡±, como la calificara Clinton, y con la madurez que dan los a?os -y, en su caso, los disgustos-, Lewinksy ha decidido reinventarse de nuevo. Pero esta vez no huye de su pasado, sino que lo afronta, lo asume y lo esgrime como bandera de su nueva causa: la lucha contra el ciberacoso del que ella se considera la primera v¨ªctima mundial. O, como dijo esta semana en su primer discurso p¨²blico, ante un millar de j¨®venes emprendedores reunidos por la revista Forbes, es la ¡°paciente cero¡± de un fen¨®meno que hoy en d¨ªa afecta a miles de personas en todo el planeta, famosos y no famosos.

¡°De la noche a la ma?ana pas¨¦ de ser una figura totalmente privada a una humillada p¨²blicamente¡±, record¨® Lewinsky a la audiencia. ¡°Yo fui el paciente cero, la primera persona cuya reputaci¨®n fue completamente destruida en todo el mundo por Internet. No hab¨ªa Facebook, Twitter o Instagram, pero hab¨ªa p¨¢ginas de cotilleos, y los emails se pod¨ªan reenviar¡±, se?al¨®. Durante la casi media hora que dur¨® su discurso, Lewinsky tuvo que hacer a ratos una pausa. Han pasado m¨¢s de tres lustros desde su ¡°humillaci¨®n p¨²blica¡±, pero se nota que todav¨ªa no le resulta f¨¢cil hablar de ello. Y eso que su regreso parece haber sido cuidadosamente planificado.

En junio daba el primer paso, con un largo art¨ªculo titulado Verg¨¹enza y supervivencia -sus dos mayores caracter¨ªsticas, afirma- en la revista americana Vanity Fair, de la que se ha convertido en colaboradora.

Justo antes de su comparecencia p¨²blica para Forbes, inauguraba tambi¨¦n su cuenta de Twitter con un ¡°vamos all¨¢¡± que r¨¢pidamente gan¨® miles de seguidores. En dos d¨ªas, superaba los 70.000, una muestra del poder de la Red de la que ella dice sentirse v¨ªctima y de la que quiere proteger a otros posibles ciberacosados.

Su inspiraci¨®n, afirma, es Tyler Clementi, un estudiante de 18 a?os de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey, que se suicid¨® en 2010 despu¨¦s de que su compa?ero de habitaci¨®n retransmitiera en Internet un v¨ªdeo de su encuentro sexual con otro hombre. Paradojas del destino, con este caso, Lewinsky sin embargo se vuelve a vincular indirectamente de quien ha rehuido todos estos a?os: la ex primera dama Hillary Clinton, quien tras el suicidio del joven estudiante particip¨®, al igual que otros miembros del Gobierno de Barack Obama -ella era entonces su secretaria de Estado-, en el proyecto It gets better (Las cosas mejoran) lanzado para respaldar a los j¨®venes de la comunidad LGTB acosados por su orientaci¨®n sexual.