La anorexia masculina: ignorada, minoritaria y distinta
Un estudio bucea en las diferencias que presenta la enfermedad en hombres y mujeres En los chicos la tasa de homosexualidad es superior y la respuesta al tratamiento es mejor
La anorexia entre los hombres es minoritaria (apenas un 10% de los casos) y pasa m¨¢s inadvertida que entre las mujeres (ni?as, adolescentes, j¨®venes, fundamentalmente). Pero a pesar de haber sido un trastorno ignorado durante a?os, no solo existe; sino que tiene sus particularidades respecto a las chicas. Por ejemplo, destaca la proporci¨®n de homosexuales, que es superior entre los pacientes varones. Tambi¨¦n hay diferencias en las estrategias empleadas para perder peso por las v¨ªctimas de esta disfunci¨®n de la conducta alimentaria: en lugar (o adem¨¢s) de recurrir a pr¨¢cticas como los v¨®mitos, ellos tienden a desarrollar otros comportamientos como la obsesi¨®n por el ejercicio. E incluso hay m¨¢s casos de comportamientos cruzados con la depresi¨®n y el abuso de drogas.
Estas son algunas de las conclusiones a las que han llegado investigadores de la Universidad de Montreal que se han sumergido en 24 estudios elaborados a lo largo de 15 a?os sobre las historias cl¨ªnicas de 279 pacientes de entre 11 y 36 a?os para detectar los denominadores comunes entre hombres y mujeres con anorexia, y, sobre todo, identificar las diferencias.
La investigaci¨®n dirigida por el equipo canadiense y publicada en la revista Neuropsychiatrie de l'Enfance et de l'adolescence destaca que los afectados de ambos sexos comparten el mismo terror por ganar peso o la obcecaci¨®n enfermiza por llevar la cuenta de las calor¨ªas ingeridas. Pero inciden en las discordancias y reflexionan sobre ellas. Por ejemplo, respecto a la mayor tasa de homosexuales, los investigadores lanzan varias hip¨®tesis. Entre ellas, sugieren que est¨¢ relacionado con la importancia que se da en la comunidad gay a la apariencia f¨ªsica, pero tambi¨¦n comentan que la anorexia podr¨ªa ser un refugio frente a los conflictos derivados de la necesidad de afrontar la identidad sexual del paciente. ¡°La anorexia nerviosa ser¨ªa una forma de retrasar decisiones o de evitar afrontar dudas sobre la orientaci¨®n homosexual¡±, plantea Laurence Corbeil-Serre, director de la investigaci¨®n.
¡°Es cierto que estos chicos son un grupo de riesgo¡±, comenta Gonzalo Morand¨¦, jefe de la unidad de Trastornos de la Alimentaci¨®n del Hospital Ni?o Jes¨²s de Madrid. ¡°La tendencia homosexual es un cl¨¢sico¡±, a?ade Enric Armengol, director m¨¦dico del Centro de prevenci¨®n y tratamiento de la anorexia y bulimia (Centro ABB) de Barcelona. ¡°Por un lado, por las exigencias del aspecto f¨ªsico de la comunidad gay y sus estereotipos de delgadez¡±, insiste Armengol. ¡°Por otro, porque estos comportamientos se suelen dar en la adolescencia, durante unas etapas de desarrollo personal en los que est¨¢n definiendo su orientaci¨®n sexual, y padecen una tensi¨®n emocional que les hace m¨¢s vulnerables a este tipo de comportamientos¡±.
Morand¨¦, por cuya consulta han pasado durante los ¨²ltimos 20 a?os ¡°algo m¨¢s de 2.000 chicas y m¨¢s de 200 chicos¡± a?ade otro grupo de riesgo entre ellos. Este especialista se?ala a ni?os con sobrepeso ¡°que se sienten rechazados y pasan de un extremo al contrario, especialmente si tienen un car¨¢cter obsesivo¡±. Y tambi¨¦n apunta hacia los deportistas infantiles de alto nivel, algunos de los cuales ha tratado: ¡°se crea una expectativa elevada respecto a ellos, y si no est¨¢n a la altura del nivel de exigencia que se les ha puesto, se sienten fracasados, y lo pagan con la comida y con el ejercicio compulsivo¡±.
Hay otras diferencias a los que no alude el estudio pero sobre las que se detienen tanto Morand¨¦ como Armengol. Por ejemplo, las relacionadas con la reacci¨®n de unos y otras ante los tratamientos para hacer frente a la enfermedad. ¡°En varones la respuesta es algo m¨¢s r¨¢pida que entre ellas¡±, relata Armengol. ¡°Sobre todo en la primera fase de la terapia, que es conductual [luego se trabaja m¨¢s la personalidad], en la que tratamos de conseguir que el paciente recupere una ingesta saludable y deje de comer en funci¨®n de c¨®mo se siente emocionalmente¡±. ?A qu¨¦ se deben estos comportamientos diferenciados? ¡°Quiz¨¢s tenga que ver con el cerebro emocional del hombre, que responde mejor a los mensajes m¨¢s directos y concretos¡±, comenta el psiquiatra del centro ABB. Hay otra posible explicaci¨®n: es frecuente que las ni?as con anorexia sean muy buenas alumnas, mientras los chicos no son igual de estudiosos, como comenta Morand¨¦. Suelen ser chicas perfeccionistas y tenaces, ¡±lo que se convierte en un inconveniente a la hora de cambiar los h¨¢bitos¡±.
La respuesta al tratamiento entre los chicos es m¨¢s r¨¢pida sobre todo en la primera fase, que busca recuperar una ingesta saludable Enric Armengol, psiquiatra
Investigaciones previas ya hab¨ªan identificado problemas a la hora de diagnosticar la anorexia o la bulimia en hombres, debido a la percepci¨®n generalizada que existe de que se trata de enfermedades de mujeres, lo que confunde tanto a las v¨ªctimas como a los m¨¦dicos encargados de detectar los s¨ªntomas. La consecuencia de ellos es una falta de tratamiento y apoyo adecuado, como apunta un trabajo de las universidades de Oxford y Glasgow publicado en el British Medical Journal en abril. Este aspecto, que en la mayor¨ªa de las veces juega en contra de los chicos con anorexia, sin embargo, en ocasiones puede ayudarles en la recuperaci¨®n. ¡°A veces los chicos que llegan con una conciencia de enfermedad baja responden bien al tratamiento cuando se dan cuenta de que su problema no tienen nada que ver con ser d¨¦bil o raro, sino con un trastorno alimentario. Aclaran sus ideas, se relajan y reaccionan mejor¡±.
En t¨¦rminos generales, dos tercios de los enfermos se recuperan, para lo que necesitan un largo tratamiento de entre tres y cinco a?os. El tercio restante sigue con alg¨²n tipo de s¨ªntomas y en el 5% de los casos, la enfermedad se cronifica. ¡°Estos n¨²meros se mantienen por igual entre hombres y mujeres¡±, comenta el psiquiatra del hospital madrile?o.
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