Los yanomami van a la guerra con extra?os a cambio de mujeres
Este pueblo amaz¨®nico pacta con desconocidos a la hora de atacar para obtener as¨ª recursos y a las hermanas e hijas de sus aliados, seg¨²n un estudio del pol¨¦mico Napoleon Chagnon
Los unokai son los hombres m¨¢s respetados entre los indios yanomami. Tienen mayor estatus y, de media, el doble de mujeres que los que no lo son. Para que les llamen as¨ª tienen que haber matado a un enemigo. Un estudio muestra ahora su particular pol¨ªtica de alianzas para ir a la guerra: en vez de atacar codo con codo con los suyos, pactan con extra?os al clan. A cambio, acaban cas¨¢ndose con hijas o hermanas de sus aliados, creando bandas de cu?ados.
Los yanomami?est¨¢n entre los grupos ind¨ªgenas m¨¢s idealizados de este planeta. Este pueblo, formado por unos 25.000 individuos desperdigados por el norte de la selva amaz¨®nica en unas 250 comunidades de unas decenas de personas, es el s¨ªmbolo del buen salvaje para unos y de la barbarie primitiva para otros. Hasta los a?os cincuenta no tuvieron un contacto sostenido con el hombre blanco. Quiz¨¢ por eso los yanomami siempre han despertado gran inter¨¦s entre los antrop¨®logos. Muchos usan su modo de vida y conductas como un espejo en el que ver a los primeros grupos sociales humanos.
Uno de los cient¨ªficos que mejor los conoce es el antrop¨®logo de la Universidad de Misuri (Estados Unidos), Napoleon Chagnon, uno de los primeros cient¨ªficos que se fue a vivir con ellos en los a?os sesenta y que ha pasado casi media vida estudi¨¢ndolos. Chagnon, que bautiz¨® a los yanomami como el pueblo feroz, ha sido duramente criticado por otros antrop¨®logos e indigenistas por describir a los yanomami casi como gen¨¦ticamente violentos y vivir en un estado permanente de violencia.
Ahora, un estudio con varios colegas sistematiza las notas de Chagnon sobre la violencia de los yanomami. Como en otros grupos humanos, las razones para matar a otro son las mismas: luchas de poder para conseguir nuevos territorios o m¨¢s recursos, ya sea comida o mujeres. Pero, seg¨²n este trabajo, no se casan con las f¨¦minas del grupo atacado sino con las parientes de sus aliados.
El 70 % de los guerreros se casan con mujeres del clan aliado
De los 118 unokais estudiados, 102 se hab¨ªan casado con unas 200 mujeres. Tal como publican en la revista PNAS, el 70% de ellos ten¨ªan al menos una mujer que era hermana, hija o prima hermana de otro unokai con el que hab¨ªa ido de razia. Aunque los yanomami no tienen registros de las bodas, por lo que no se puede saber qu¨¦ fue antes, si el matrimonio o la alianza, para los investigadores, este hecho es realmente sorprendente.
"Algunos, yo incluido, pensamos que el bot¨ªn es para el vencedor, ya que si conquistas otro territorio, puedes quedarte con sus tierras, su comida o, tambi¨¦n, con sus mujeres", explica en una nota el antrop¨®logo de la Universidad de Utah (Estados Unidos) y coautor del estudio, Shane Macfarlan.
Pero con los yanomami no es as¨ª. "El beneficio adaptativo son las alianzas que estableces para llevar a cabo actos de guerra. No te apropias de la tierra o las mujeres del grupo vencido sino, para los yanomami, lo que logras es poder intercambiar recursos con los aliados, como trabajo y, m¨¢s importante, c¨®nyuges femeninas", aclara el antrop¨®logo estadounidense.
En las criticadas obras de Chagnon, se relata c¨®mo grupos de hasta 20 yanomamis atacan a otra comunidad al amanecer, matando a quien puedan y huyendo enseguida del lugar. No se trata de una guerra convencional. Son hechos espor¨¢dicos dentro de un equilibrio inestable entre las distintas comunidades y funciona tanto como una larga guerra de desgaste como veh¨ªculo para reforzar v¨ªnculos con los compa?eros de lucha.
El estudio muestra que los lazos familiares directos no son el factor clave en la formaci¨®n de estas alianzas agresivas. De hecho, los investigadores no han encontrado ni un solo caso de padres e hijos que fueran juntos a la guerra. En realidad, la mayor¨ªa de los unokai comparten la misma edad, son de comunidades vecinas y, si est¨¢n emparentados, lo son por v¨ªa materna, rara vez por la paterna.
La violencia en chimpanc¨¦s y humanos
Los antrop¨®logos tambi¨¦n comprobaron que la mayor parte de las nuevas comunidades que se creaban estaban formadas por dos o m¨¢s unokai que hab¨ªan matado juntos y, en muchos casos, se hab¨ªan casado con una mujer del clan del otro.
La relevancia de este trabajo est¨¢ en que ofrece una explicaci¨®n alternativa sobre el origen de la violencia entre los humanos. Hasta ahora, el modelo m¨¢s aceptado era el de las alianzas fraternales de inter¨¦s. Aqu¨ª, los guerreros compartir¨ªan lazos de parentesco, vivir¨ªan en la misma comunidad y tendr¨ªan diversas edades. Es el modelo que reproducen los chimpanc¨¦s, el otro gran simio que usa la violencia como ejercicio de poder y que tambi¨¦n son capaces de establecer alianzas para matar a un adversario.
A pesar de que este trabajo no va a acabar con el debate sobre la base biol¨®gica de las coaliciones para matar entre los chimpanc¨¦s o los humanos, lo que s¨ª muestra es que, en el caso de los segundos, hay un elemento cultural a?adido. Como dice Macfarlan sobre los yanomami: "Si matan juntos, conectando dentro de esta escena social, este mercado del matrimonio, est¨¢n jugando el juego de su cultura".
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