?Por qu¨¦ estamos a¨²n en 'verano'?
La palabra ¡°vero?o¡± ¨Ct¨¦rmino que resulta de fusionar verano y oto?o, y que escuch¨¦ por primera vez hace algunos a?os a mi colega Mario Picazo¨C comienza a popularizarse, lo mismo que ha ocurrido con las ciclog¨¦nesis explosivas, que ya est¨¢n en boca de todos. Las redes sociales, en particular Twitter, han sido las encargadas de propagar viralmente un t¨¦rmino que resume el sentir general de los espa?oles en estos calurosos d¨ªas de oto?o que estamos viviendo.
El tiempo nos tiene acostumbrados a sus locuras. Las altas temperaturas en octubre no son cosa de ahora; ya las padecieron nuestros padres, abuelos y las generaciones anteriores. No faltan en el refranero meteorol¨®gico dichos que aluden a los famosos ¡°veranillos¡± del oto?o. El m¨¢s conocido es el de San Miguel (29 de septiembre), conocido tambi¨¦n como el veranillo del membrillo, por ser hacia finales de septiembre cuando madura ese fruto, pero hay otros m¨¢s que se localizan en fechas m¨¢s tard¨ªas del calendario, como el veranillo de San Mart¨ªn (11 de noviembre), ¡°que tiene 3 d¨ªas y fin¡±, y que supone una breve interrupci¨®n del fr¨ªo que acontece en la ¨¦poca de la matanza.
Por lo anteriormente expuesto, cabr¨ªa pensar que el calor de la ¨²ltima parte de octubre no es tan raro como pudiera parecer a primera vista y, de hecho, est¨¢ dejando de serlo, tal y como certifican los registros meteorol¨®gicos de los ¨²ltimos a?os. Los veranillos, entendidos como periodos espor¨¢dicos, de corta duraci¨®n, en los que se alcanzan temperaturas por encima de la media de la ¨¦poca oto?al en que acontecen, est¨¢n dando paso a otra cosa diferente: al citado vero?o. El tiempo veraniego est¨¢ gan¨¢ndole la partida al oto?al durante la primera mitad del oto?o astron¨®mico, aquel que se extiende desde el equinoccio de septiembre hasta el solsticio de invierno o de diciembre.
Este comportamiento, hasta hace poco an¨®malo, lo estamos disfrutando/padeciendo con relativa frecuencia en los ¨²ltimos 10-15 a?os. Ya no es solo la impresi¨®n personal (subjetiva) de cada uno de nosotros. Cient¨ªficamente, puede afirmarse que tanto el oto?o como la primavera se est¨¢n difuminando, est¨¢n perdiendo definici¨®n, adquiriendo cada vez unos tintes m¨¢s veraniegos. No es algo observado solo en nuestro ¨¢mbito geogr¨¢fico; se trata de un fen¨®meno a escala global, algo que encaja bien en la fase c¨¢lida actual del planeta.
Las altas temperaturas en octubre no son cosa de ahora; ya las padecieron nuestros padres, abuelos y las generaciones anteriores
Para entender porqu¨¦ empiezan a ser frecuentes en Espa?a los d¨ªas con temperaturas por encima de los 30 ?C en la segunda quincena de octubre, hay que hacer algunas consideraciones acerca de la din¨¢mica atmosf¨¦rica. Lo normal en verano es que el aire fr¨ªo de origen polar se retire hacia latitudes m¨¢s altas, pasando a dominar sobre nuestro pa¨ªs las masas de aire c¨¢lido de origen subtropical, generadas por el gran ¡°horno¡± sahariano. Los picos de calor t¨ªpicos de la can¨ªcula tienen lugar como consecuencia de la invasi¨®n, desde el S¨¢hara hacia el norte, de ¡°lenguas¡± de aire c¨¢lido (conocidas en Meteorolog¨ªa como dorsales), que abrazan en parte o en su totalidad nuestro pa¨ªs. Cuando la situaci¨®n es m¨¢s persistente de lo habitual, tenemos lo que se conoce popularmente como una ola de calor.
Con la llegada del oto?o, la reducci¨®n progresiva de la insolaci¨®n en nuestro hemisferio induce cambios importantes en la circulaci¨®n atmosf¨¦rica. Lo normal es que el aire fr¨ªo de origen polar comience a desbordar hacia el sur, limitando las incursiones hacia el norte del aire c¨¢lido subtropical. Cuando esto ocurre, empezamos a percibir el final del verano. Esta transici¨®n del verano al oto?o no es suave, sino que viene caracterizada por grandes oscilaciones t¨¦rmicas. Los veranillos a los que antes se hizo referencia son el resultado de las ¨²ltimas resistencias del aire subtropical al incisivo aire polar, antes de que este gane definitivamente la batalla.
Parece evidente que ese comportamiento es consecuencia del calentamiento global
?A qu¨¦ es debida, entonces, la prolongaci¨®n del tiempo veraniego durante la primera mitad del oto?o, por todos percibida? Parece evidente que ese comportamiento es consecuencia del calentamiento global. Sus efectos son especialmente acusados en las regiones polares del Hemisferio Norte, donde la p¨¦rdida de hielo es una realidad, lo mismo que el ascenso que est¨¢n experimentando all¨ª las temperaturas.
Con este nuevo escenario, a la masa de aire fr¨ªo de origen ¨¢rtico o polar le lleva cada vez m¨¢s tiempo alcanzar la suficiente entidad para desbordar hacia el sur de forma impetuosa, doblegando al aire c¨¢lido subtropical. As¨ª las cosas, este ¨²ltimo encuentra m¨¢s facilidades que anta?o para prolongar su estancia en nuestro pa¨ªs durante m¨¢s d¨ªas del oto?o.
Jos¨¦ Miguel Vi?as (@divulgameteo) es presidente de ACOMET (Asociaci¨®n de Comunicadores de Meteorolog¨ªa) y consultor de la OMM (Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial). Responsable de la web www.divulgameteo.es
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