La desigualdad de la A a la Z
Ya sea por renta, riqueza o patrimonio, la brecha entre los m¨¢s ricos y los m¨¢s pobres no deja de crecer: Y cada d¨ªa son m¨¢s lo que viven con menos. As¨ª lo indica el informe 'Iguales' de Oxfam Interm¨®n presentado en Madrid
Iguales. Lo que deber¨ªa ser objetivo y meta de todo Gobierno y sociedad democr¨¢tica se est¨¢ convirtiendo en los ¨²ltimos a?os en sue?o inalcanzable. Con tal t¨ªtulo se ha presentado en Madrid este jueves el ¨²ltimo informe de Oxfam Interm¨®n en el que denuncia la creciente desigualdad econ¨®mica, de g¨¦nero y de oportunidades en todo el mundo. Ocurre inter e intra pa¨ªses y en tantos aspectos ya, que las brechas aumentan entre ricos y pobres; las mujeres no dejan de sufrir discriminaci¨®n y sus posibilidades para estudiar, trabajar o alcanzar puestos de responsabilidad pol¨ªtica o empresarial siguen muy limitadas. Y ni siquiera en el respeto por los Derechos Humanos se usa la misma vara de medir para todos: pueblos ind¨ªgenas, homosexuales o gitanos, ente otros, se encuentran excluidos y olvidados en determinados pa¨ªses.
Son tantos los conceptos, datos y acercamientos relacionados con la creciente desigualdad en este siglo XXI que hemos elaborado este abecedario con la pretensi¨®n de desgranar lo recogido en el estudio de Oxfam y mostrar as¨ª, con su ayuda y algunos datos m¨¢s, una suerte de "estado de la desigualdad del mundo en 28 palabras".
Alfabetizaci¨®n
La formaci¨®n, la escuela, los estudios marcan en gran medida el trabajo, el salario, la posici¨®n social que se tendr¨¢ en la vida. Los soci¨®logos coinciden en se?alar a la educaci¨®n como clave en la generaci¨®n de oportunidades de mejora de los individuos. Pero en el mundo hay 781 millones de analfabetos, seg¨²n la UNESCO. "A pesar de los avances", matiza el organismo. De ese n¨²mero, 126 millones son ni?os. Para reducir estas cifras, el mundo marc¨® en el 2000 como reto universal que todos menores del planeta tuvieran acceso a la educaci¨®n primaria. Era el Objetivo 2 del Milenio (ODM). En las regiones en v¨ªas de desarrollo, esa promesa no se ha cumplido para el 10% de ellos. En total, 58 millones no van al colegio, seg¨²n la ONU.
Son ni?os pobres que no contar¨¢n, en el futuro, con las capacidades y herramientas para mejorar su situaci¨®n. Ellos son la prueba de que la igualdad de oportunidades es todav¨ªa un sue?o lejano, pues su punto de partida es muy distinto de quienes en sus pa¨ªses cuentan con sistemas educativos p¨²blicos y gratuitos; muy diferente de aquellos cuyos padres pueden pagarles la mejor universidad o, simplemente, les permiten ir a la escuela. As¨ª, la falta de educaci¨®n es un factor crucial. Y como un bucle, "la desigualdad obstaculiza el avance hacia la educaci¨®n universal", explica el informe de seguimiento de los ODM.
Brecha
En el mundo hay muchas: la salarial, la de g¨¦nero, social, econ¨®mica o la digital. Todas ellas significan y generan inequidad. Algunas de ellas, en algunos lugares del mundo, se consiguen estrechar. Hace apenas unos d¨ªas, Facebook lleg¨® a 100 millones de usuarios activos al mes en ?frica, lo que la compa?¨ªa tecnol¨®gica anunci¨® animosa a bombo y platillo. Sin embargo, no todos los datos dan lugar a celebraciones: siete de cada 10 personas en el mundo, vive en pa¨ªses en los que la brecha entre ricos y pobres ha aumentado en los ¨²ltimos 30 a?os, seg¨²n refleja el estudio realizado por el economista Branko Milanovic en 2013.
Un ejemplo pr¨¢ctico de lo que esto significa es la historia de Bernarda Paniguada, una vendedora de quesos y otros productos alimenticios en Villa Elo¨ªsa de las Ca?itas, una de las zonas m¨¢s pobres y desatendidas de la Rep¨²blica Dominicana. Su hija mayor, Karynely, acab¨® el instituto hace cuatro a?os y ahora ayuda en el negocio familiar. No pudo seguir estudiando ni encontrar un buen trabajo porque carece de los conocimientos inform¨¢ticos necesarios ya que en su colegio no hab¨ªa ning¨²n ordenador. En otro punto del pa¨ªs, en una de las zonas m¨¢s ricas, vive V¨ªctor Rojas, que dirige una prestigiosa empresa. En su barrio, sus hijos tienen colegios en los que reciben "la mejor educaci¨®n posible", relata Oxfam Interm¨®n, y un m¨¦dico les visita en casa ante el menor s¨ªntoma de fiebre.
Cambio clim¨¢tico
"La desigualdad econ¨®mica subyace en muchos de los conflictos violentos del mundo y constituye un obst¨¢culo en la lucha contra el cambio clim¨¢tico", se?ala el informe Iguales. Con frecuencia, contin¨²an los autores, las personas m¨¢s pobres son las primeras y principales afectadas por la destrucci¨®n del medio ambiente. Sin embargo, son las m¨¢s ricas quienes tienen un mayor impacto sobre los recursos del planeta. Narinder Kakar, el Observador Permanente de la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza en las Naciones Unidas, ha declarado que la degradaci¨®n medioambiental puede atribuirse a menos del 30% de la poblaci¨®n mundial, seg¨²n recoge el texto de Oxfam. As¨ª, unos destruyen el planeta y otros sufren las consecuencias, denuncia la ONG. "El 7% m¨¢s rico de la poblaci¨®n mundial (500 millones de personas) es responsable del 50% de las emisiones mundiales de CO2, mientras que el 50% m¨¢s pobre produce s¨®lo el 7% de la contaminaci¨®n". Parecida proporci¨®n inversa sucede con el consumo del agua.?
Derechos Humanos
Art¨ªculo 1 de la Declaraci¨®n Universal de Derechos Humanos (1948):
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como est¨¢n de raz¨®n y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Empleo
La importancia de que la mayor parte de la poblaci¨®n de un pa¨ªs tenga un trabajo digno, reconocido y apropiadamente remunerado es clave en la lucha contra la desigualdad, pues es la principal fuente de ingresos para la mayor¨ªa de las personas. Sirve, cuanto menos, para que tengan garantizado un nivel de vida digno, tal como apuntan los expertos de ONG y organismos internacionales. El acceso a un empleo digno se incluye, de hecho, entre los Objetivos del Milenio y (como asignatura pendiente) todo apunta a que estar¨¢ tambi¨¦n entre los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible que se fijar¨¢n en el pr¨®ximo 2015.
Tambi¨¦n se?alan los autores del informe de Oxfam Interm¨®n (OI) que se debe garantizar una ayuda p¨²blica a aquellos que se quedan sin trabajo. La organizaci¨®n reclama, como medida anti inequidad, unos ingresos m¨ªnimos a trav¨¦s de prestaciones por desempleo y pensiones, entre otros.?
En pa¨ªses como Rusia, ciudadanos como Vasily y su mujer, se sienten desamparados y olvidados por el Estado. Trabajaban en la f¨¢brica textil de Vyshnevolotsky, en el pueblo ruso de Vyshny Volochek, pero la factor¨ªa cerr¨® en 2002. ¡°Todo el mundo aqu¨ª se qued¨® sin empleo. Fuimos v¨ªctimas y pensamos que alguien se preocupar¨ªa por nuestra situaci¨®n. Pero no fue as¨ª, nadie nos ayud¨®. En Mosc¨² se estaban haciendo ricos, pero el Gobierno no se inquiet¨® por lo que estaba pasando en este lugar¡±, se queja el hombre en un testimonio recogido en el informe.?
Fiscalidad
La redistribuci¨®n de la riqueza es uno de los mantras que repiten las organizaciones sociales. Como mecanismo para que el reparto sea m¨¢s equitativo, un grupo muy importante de ellas y de miembros la sociedad civil llevan mucho tiempo reclamando una pol¨ªtica fiscal, nacional e internacional, m¨¢s distributiva. Una de las propuestas que ha cobrado fuerza, y ya es una realidad en algunos pa¨ªses, es que se imponga la llamada tasa Tobin. Se trata de un Impuesto sobre las Transacciones Financieras (ITF) inspirado parcialmente en las ideas del economista americano James Tobin.
El ITF est¨¢ respaldado por la ONU, el G20, la Comisi¨®n Europea, e incluso el FMI, inicialmente reacio. Las razones son s¨®lidas: un impuesto de estas caracter¨ªsticas desincentiva los movimientos especulativos de los mercados financieros. Lo recaudado deber¨ªa destinarse a combatir la pobreza y la desigualdad. Y esa cantidad podr¨ªa ser muy abultada si se extendiera, por ejemplo, a las acciones, bonos y derivados financieros: seg¨²n c¨¢lculos de Oxfam Interm¨®n, 37.000 millones de euros solo en la Uni¨®n Europea.
Gini
Existen muchos acercamientos para estudiar y explicar la desigualdad: desde el humano hasta el meramente num¨¦rico. Uno de los ¨ªndices mas reconocidos para medirla es el de Gini, que tras una compleja f¨®rmula da un n¨²mero entre 0 (una sociedad completamente igual) y 1 (uno acapara todo y los dem¨¢s no tienen nada). Ambos extremos son imposibles, pero en las d¨¦cimas es donde est¨¢ la diferencia para la calidad de vida de millones de personas.
Hospitales
Hospitales, centros m¨¦dicos, personal sanitario... Un sistema sanitario define a un pa¨ªs y la situaci¨®n de sus habitantes. El acceso a la sanidad, la gratuidad o no de los sistemas de salud, los recursos p¨²blicos que se destinan a infraestructuras, evitar enfermedades y curar a las personas, son elementos clave.
"La brecha econ¨®mica es causa de desigualdades en la salud, la educaci¨®n y en las oportunidades de futuro", apunta el informe de Oxfam. Si bien, como la propia organizaci¨®n subraya, las decisiones pol¨ªticas encaminadas prestar un servicio a todos los ciudadanos de un Estado por igual contribuyen, sin duda, a corregir lo que el dinero separa. No fue el caso de Karo y Anahit. En 2010, el Gobierno de su pa¨ªs, Armenia, dedic¨® al gasto en atenci¨®n sanitaria un 1,62% de su presupuesto total. Esta falta de inversi¨®n ha obligado a la poblaci¨®n a realizar considerables pagos directamente de su bolsillo para cubrir sus necesidades m¨¦dicas. El elevado coste de la atenci¨®n ha puesto a este matrimonio en una dif¨ªcil situaci¨®n financiera. Ella padece hipertensi¨®n arterial y prolapso uterino, por lo cual requiere una intervenci¨®n quir¨²rgica, mientras que ¨¦l ha sobrevivido a un infarto de miocardio y sigue padeciendo las complicaciones provocadas por su diabetes. No cumplen, sin embargo, los requisitos para recibir asistencia subvencionada. Por eso, para tratarse de sus dolencias han tenido que solicitar pr¨¦stamos bancarios, adem¨¢s de vender sus joyas y ganado. Con cada nuevo problema de salud que surge, la familia se hunde m¨¢s en el endeudamiento y la pobreza.
Ind¨ªgenas
Hasta hace poco, Bolivia era un pa¨ªs donde la pobreza y la desigualdad estaban unidas a la discriminaci¨®n racial en contra de la poblaci¨®n ind¨ªgena mayoritaria que, en gran medida, estaba excluida de la toma de decisiones pol¨ªticas. En 2006 lleg¨® al poder Evo Morales, el primer presidente ind¨ªgena del pa¨ªs. Los movimientos sociales impulsaron la creaci¨®n de una nueva Constituci¨®n, que consagr¨® una serie de derechos pol¨ªticos, econ¨®micos y sociales, que inclu¨ªa a la excluida (hasta entonces) comunidad ind¨ªgena. Actualmente, muchas m¨¢s personas se benefician de la explotaci¨®n de los recursos naturales del pa¨ªs, pues el Gobierno ha aumentado la inversi¨®n en infraestructuras, programas sociales dirigidos a ciertos colectivos y ha extendido el derecho a una pensi¨®n. Tambi¨¦n ha elevado el salario m¨ªnimo y el gasto p¨²blico en sanidad y educaci¨®n. Aunque es necesario un gasto a¨²n mayor en estos servicios, la pobreza y la desigualdad no han dejado de disminuir en el pa¨ªs en los ¨²ltimos diez a?os.
Este es solo un ejemplo de que la discriminaci¨®n a grupos minoritarios no es inevitable.
J¨®venes
Hay zonas del mundo como ?frica donde m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n (1.000 millones de habitantes) tiene menos de 20 a?os. Con este dato, y teniendo en cuenta que all¨ª se encuentran los pa¨ªses m¨¢s pobres del planeta, es f¨¢cil imaginar hacia d¨®nde est¨¢ creciendo el mundo pero no en todos los par¨¢metros y derechos que debiera. De no verse acompasado con una mejora de la condiciones de vida, la explosi¨®n demogr¨¢fica puede convertirse en un polvor¨ªn que genere inestabilidad, violencia social y movimientos migratorios masivos.
Kofi Annan
Presidente del Africa Progress Panel (Panel para el Progreso de ?frica), ex secretario general de las Naciones Unidas y premio Nobel.
La creciente desigualdad entre ricos y pobres se encuentra en un punto de inflexi¨®n: o bien se consolida a¨²n m¨¢s, poniendo en peligro nuestros esfuerzos de reducci¨®n de la pobreza, o bien llevamos a cabo cambios concretos que nos permitan revertirla. Este valioso informe de Oxfam analiza los problemas provocados por la desigualdad extrema, as¨ª como las decisiones pol¨ªticas que los Gobiernos pueden adoptar para construir un mundo m¨¢s justo en el que todas las personas tengamos las mismas oportunidades. El presente informe es un llamamiento a la acci¨®n en favor del bien com¨²n. Debemos responder a ¨¦l".
Legislaci¨®n
De nada sirven los grandes discursos y los informes si no hay leyes que implementen en los Estados aquello que se ha acordado en los organismos internacionales. Esto sucede con la lucha contra la desigualdad. Desde Obama hasta el Papa Francisco han asegurado que combatirla es uno de los retos m¨¢s importantes del siglo XXI. Pero cuando se trata de aprobar medidas concretas, las intenciones quedan descafeinadas. Porque una cosa es decir que todo el mundo merece un salario m¨ªnimo digno y otra obligar a las empresas a pagarlo.
Ni?os
La sociolog¨ªa ha demostrado ampliamente que la pobreza se hereda (como la riqueza). Los hijos de las personas con menos recursos cuentan con menos oportunidades para estudiar, tienen mayor riesgo de sufrir problemas de salud y est¨¢n, en la mayor¨ªa de los casos, abocados a repetir la historia de miseria de sus padres. Poner el foco en ellos es capital. Son uno de los grupos m¨¢s vulnerables pues no pueden defender sus derechos por s¨ª mismos, y sufren con mayor dureza los estragos de la pobreza y el hambre. Y, aunque esto muy grave en los pa¨ªses menos desarrollados, no es exclusivo.?
Mitos
1. La desigualdad extrema siempre ha existido y siempre existir¨¢
2. Los ricos lo son porque se lo merecen y trabajan m¨¢s que el resto
3. La desigualdad es necesaria para recompensar a quienes hacen las cosas bien
4. La pol¨ªtica de la desigualdad no es m¨¢s que la pol¨ªtica de la envidia
5. Crecimiento y reducci¨®n de la desigualdad son incompatibles
6. El problema no es la desigualdad econ¨®mica extrema, sino la pobreza extrema
?Qui¨¦n no ha escuchado que los pobres lo son porque no quieren trabajar o son personas vagas? Tampoco es raro que salga en conversaciones de bar que "esto de la desigualdad es tan antiguo como el mundo" y que por eso es adem¨¢s "inevitable". Oxfam Interm¨®n cree que nada de eso es verdad. Al menos, no del todo. Por eso, dedica un cap¨ªtulo del informe a desmontar y combatir estos t¨®picos.
Para la ONG, las grandes variaciones de los niveles de desigualdad a lo largo del tiempo y entre los distintos pa¨ªses demuestran que el nivel de desigualdad "no es el resultado de ning¨²n orden natural de las cosas, sino que depende de una serie de factores externos, como las pol¨ªticas gubernamentales". Los autores del documento exponen ejemplos de ello. Es el caso de muchos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina que en la ¨²ltima d¨¦cada han reducido la brecha. "Entre 2002 y 2011, la desigualdad de ingresos disminuy¨® en 14 de los 17 pa¨ªses latinoamericanos de los que existen datos comparables", aseguran. Esos avances se han producido, dicen, gracias a la presi¨®n social para que sus Gobiernos adoptaran medidas redistributivas e invirtieran en sanidad y educaci¨®n p¨²blicas. A lo largo de este per¨ªodo, aproximadamente 50 millones.
As¨ª refuta la organizaci¨®n: "Este mito presupone que todo el mundo parte de la misma base, de modo que cualquiera puede hacerse rico si trabaja lo suficiente. La realidad es que, en muchos pa¨ªses, el patrimonio y los ingresos que pueda tener una persona en el futuro est¨¢n determinados en gran medida por los ingresos que tienen sus padres. Un tercio de las personas m¨¢s ricas del mundo no amas¨® su fortuna trabajando duro, sino que la hered¨®".
Cierto grado de desigualdad como recompensa a la innovaci¨®n y la iniciativa empresarial es aceptable, seg¨²n OI. Pero matiza que eso no explica la diferencia extrema entre las fortunas que amasan unos o los sueldos "desorbitados" y las condiciones de vida precarias de otros. "Ser¨ªa absurdo creer que el director de una empresa que gana 200 veces m¨¢s que el trabajador medio es 200 veces m¨¢s productivo o que contribuye 200 veces m¨¢s a la sociedad", se lee en el texto.
Frente al argumento de que quienes defienden m¨¢s equidad lo hacen por envidia de los que tienen o ganan m¨¢s que ellos, Oxfam Interm¨®n apunta que las sociedades con mayores niveles de desigualdad econ¨®mica tienen, en general, mayores ¨ªndices de delincuencia, menor esperanza de vida, mayores niveles de mortalidad infantil, peor salud y bajos niveles de confianza". Peor aun, a?ade, la desigualdad "extrema" tambi¨¦n hace que el poder se concentre en manos de una minor¨ªa, lo cual constituye una amenaza para la democracia.
Lejos de que esta afirmaci¨®n sea verdad, la organizaci¨®n subraya que diferentes estudios demuestran lo contrario. No solo no lo son sino que, para OI, un crecimiento sostenible solo es posible si es equitativo.
Hay quienes piensan que mientras se reduzca el n¨²mero de persona que viven en situaci¨®n de pobreza, no hay por qu¨¦ preocuparse por la desigualdad ni por el hecho de que los ricos lo sean cada vez m¨¢s. El informe viene a refutar esta idea en tanto que el crecimiento de la brecha econ¨®mica entre las capas m¨¢s altas y m¨¢s bajas de la sociedad ralentiza el ritmo de reducci¨®n de la pobreza, e incluso amenaza con revertirlo. La propia ONU ha advertido de este riesgo si no se pone freno a la curva ascendente de la inequidad. Lo hizo recientemente en el informe del ?ndice de Desarrollo Humano, en que afirmaba que 800.000 personas que han salido de la pobreza en las ¨²ltimas d¨¦cadas podr¨ªan volver a caer en ella y sumarse, de nuevo, a los 1.500 millones de personas que viven en la miseria.
Espa?a
Un reciente informe de Unicef sobre pobreza infantil en las 41 econom¨ªas m¨¢s avanzadas del mundo es buena prueba de la situaci¨®n que se vive en Espa?a. En cuatro a?os desde que estall¨® la crisis, hay 800.000 ni?os m¨¢s en situaci¨®n precaria, un aumento de 8 puntos respecto al dato de 2008, lo que sit¨²a al pa¨ªs en tercera posici¨®n entre los desarrollados en cuanto a proporci¨®n de sus menores que vive en hogares bajo el umbral de la pobreza (con menos de un 60% de la renta media) En total, hay 2,7 millones en esa situaci¨®n.
No es el ¨²nico documento con datos demoledores que se ha publicado esta misma semana. El informe Foessa de C¨¢ritas denunciaba este mismo martes que solo el 34,3% de los espa?oles vive sin carest¨ªas esenciales.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
En 2015, se renovar¨¢n los actuales ODM (adoptados por la ONU en 2000) y se sustituir¨¢n por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esta nueva agenda internacional est¨¢ todav¨ªa por decidir, pero ya se vislumbran los principales retos que contendr¨¢, entre ellos, la lucha contra la desigualdad. Lo incluye como Objetivo 10 el listado propuesto por el grupo de expertos de alto nivel despu¨¦s de meses de conversaciones entre ONG, Gobiernos y representantes de empresas. ¡°Reducir la desigualdad entre pa¨ªses y dentro de estos¡±, dice. Las metas que se suscriben bajo este ep¨ªgrafe adolecen de falta de precisi¨®n y ha despertado las quejas de quienes esperaban mayor contundencia. La cuesti¨®n es en qu¨¦ medidas reales se traducir¨¢n estos retos: "Lograr progresivamente y mantener el incremento de los ingresos del 40% m¨¢s pobre de la poblaci¨®n a un ritmo mayor que el promedio nacional, para el a?o 2030", o "adoptar pol¨ªticas, sobre todo fiscales, salariales y de protecci¨®n social, para alcanzar progresivamente una mayor igualdad". ?Aumentar¨¢n los salarios m¨ªnimos, impondr¨¢n la tan deseada Tasa Tobin?
Pobreza
El crecimiento de la desigualdad no significa necesariamente que haya m¨¢s pobres en el mundo. Tampoco que el desarrollo econ¨®mico de los pa¨ªses sea equitativo entre su poblaci¨®n.
De hecho, a pesar del aumento generalizado de la desigualdad en el mundo, el objetivo de reducir a la mitad las tasas de pobreza extrema se alcanz¨® cinco a?os antes de la fecha l¨ªmite fijada para 2015. "Si bien en 2010, 700 millones de personas hab¨ªan dejado de vivir en condiciones de extrema pobreza en comparaci¨®n con 1990, 1.200 millones de personas en todo el mundo se encuentran todav¨ªa en esa situaci¨®n", se?ala el documento de seguimiento de los ODM. Es prioritario, coinciden los expertos, dejar ese contador a cero. Lo que no exime a los gobiernos y organismos internacionales, puntualizan quienes ponen el foco en la inequidad, iniciar una batalla sin tregua para reducir la brecha econ¨®mica y social.
Qui¨¦nes ganan, qui¨¦nes pierden
Ricos
Oxfam Interm¨®n subraya que no solo las 85 mayores fortunas del mundo (seg¨²n Forbes y Credit Suisse) acumulan tanta riqueza como la mitad m¨¢s pobre del planeta (unos 3.500 millones de personas), sino que adem¨¢s sus carteras no han dejado de engordar. Concretamente, 668 millones de d¨®lares al d¨ªa, lo que suma un total en un a?os (entre marzo de 2013 y marzo de 2014) de 244.000 millones de d¨®lares. Tanto tienen que algunos multimillonarios del planeta necesitar¨ªan varias vidas para gastarse su fortuna a raz¨®n de un mill¨®n de d¨®lares al d¨ªa. Las cifras son de esas que escandalizan.
Los datos sobre ricos y pobres, rentas, cuentas corrientes y patrimonios hay que tomarlos, sin embargo, con cautela en tanto que muchos de ellos no est¨¢n actualizados ni se calculan con f¨®rmulas comparables. Lo que en definitiva dificulta tener una fotograf¨ªa n¨ªtida sobre la desigualdad. El mapa que acompa?a esta informaci¨®n intenta paliar estas carencias. As¨ª, para calcular el porcentaje de los ingresos totales de un pa¨ªs que se lleva el 20% m¨¢s rico de la poblaci¨®n se han cruzado y armonizado tres bases datos recomendadas por expertos estadistas de las Naciones Unidas (UNI WIIDER; SWIID, el Banco Mundial y Eurostat). Algunos pa¨ªses, sin embargo, contienen la cifra de hace una d¨¦cada al ser ese el ¨²ltimo disponible, o aparecen completamente en blanco. Esto pone de manifiesto la necesidad de estad¨ªsticas fiables y transparencia en las cuentas.
Servicios p¨²blicos
Los Gobiernos son responsables con sus decisiones de la situaci¨®n en la que viven los ciudadanos. Es f¨¢cil distinguir cu¨¢ndo el Estado act¨²a o no en favor de las personas y el desarrollo. Basta con observar en cualquier ciudad o poblado de mundo si hay alcantarillas, alumbrado, escuelas y transporte p¨²blico... En definitiva, servicios p¨²blico.
Muchos de ustedes se preguntar¨¢n si podemos hacer algo para cambiar esta situaci¨®n. La respuesta es un firme s¨ª. La desigualdad no es inevitable, es el resultado de decisiones pol¨ªticas. El presente informe se centra en analizar las alternativas y medidas pol¨ªticas que pueden revertirla: desde servicios p¨²blicos y gratuitos de salud y educaci¨®n al servicio de toda la poblaci¨®n, que garanticen que las personas pobres no quedan excluidas
Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam
De esta reflexi¨®n de la m¨¢xima responsable de OI se extrae que la educaci¨®n y la sanidad son los principales servicios p¨²blicos que los Gobiernos deben garantizar para alcanzar una sociedad m¨¢s justa y equitativa. No solo porque una mayor formaci¨®n y mejor salud incrementan las oportunidades para los m¨¢s pobres. A veces, la vida est¨¢ en juego. Babena Bawa era un agricultor en una zona remota y subdesarrollada en la regi¨®n noroccidental de Ghana, donde siete centros de salud atienden a una poblaci¨®n de casi 80.000 personas. No hay hospitales, ni m¨¦dicos cualificados. Solo hay un enfermero por cada 10.000 habitantes. En mayo de 2014, Babena muri¨® a causa de la picadura de una serpiente que podr¨ªa haberse tratado f¨¢cilmente. Pero este ghan¨¦s pas¨® sus ¨²ltimas horas en una desesperada carrera contrarreloj para llegar al hospital de la regi¨®n, a 120 kil¨®metros de distancia, el ¨²nico que dispon¨ªa del ant¨ªdoto. El viaje fue demasiado largo. A veces, las distancias que hay que acortar son tan reales como las que separan a un enfermo de un doctor.
Tierra
"La forma m¨¢s antigua de desigualdad", dice Oxfam. Hist¨®ricamente, la tenencia de tierras era lo que marcaba la riqueza de las familias. "En los pa¨ªses en desarrollo sigue siendo as¨ª. Las superficies agr¨ªcolas son especialmente importantes para su subsistencia", apunta el texto. Y cultivar un terreno propio es, para muchos, la ¨²nica garant¨ªa de que ma?ana podr¨¢n comer. En la mayor¨ªa de pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, el coeficiente de Gini en relaci¨®n a la desigualdad en la distribuci¨®n de la tierra supera el 0,8. Las grandes explotaciones de potentes empresas est¨¢n asediando, expulsando, desplazando y hundiendo a la poblaci¨®n rural.
Paraguay es el paradigma. All¨ª vive Ceferina, una abuela de 63 a?os, que posee una parcela, relativamente peque?a, de cinco hect¨¢reas. Hasta ahora se ha negado a vend¨¦rsela? a una gran empresa sojera como s¨ª han hecho la mayor¨ªa de sus vecinos. Ella defiende su postura: ¡°No tengo otra alternativa que quedarme aqu¨ª, aunque hacer negocio es cada vez m¨¢s dif¨ªcil. Ahora, en esta zona, hay pueblos en los que no ha quedado nada salvo cultivos de soja. Todo el mundo se ha ido, son pueblos fantasmas. Es mentira que esas grandes plantaciones creen oportunidades de trabajo. Compran maquinaria agr¨ªcola moderna que lo hace todo, as¨ª que s¨®lo necesitan a una persona que conduzca un tractor para labrar cien hect¨¢reas. ?A qui¨¦n le da trabajo eso? Mucha gente se ha mudado a los suburbios de las ciudades y vive en la miseria, en la calle. Son agricultores, como nosotros, que vendieron sus tierras y se marcharon con la esperanza de encontrar una vida mejor en la ciudad. Pero vender no es la soluci¨®n. Necesitamos nuestras tierras¡±.
Urbanismo
M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n del mundo habita ya en grandes ciudades. Los expertos advierten: en ellas se librar¨¢ la mayor batalla contra la inequidad. Para abordar todos los retos y soluciones sobre el orden, gesti¨®n y gobernanza en las urbes, ha nacido en PLANETA FUTURO el nuevo Blog SeresUrbanos.
Violencia
La conflictividad social, el desencanto general, la peligrosidad en las calles y el riesgo de ruptura de la paz social tienen una relaci¨®n directa con la brecha entre ricos y pobres. Desigualdad y violencia se retroalimentan.
La organizaci¨®n lo explica con este ejemplo.
Los datos sobre la violencia en Honduras son demoledores. El pa¨ªs es considerado el m¨¢s peligroso del mundo, con un ¨ªndice de homicidios de 79 por cada 100.000 habitantes (frente a menos de 1 por cada 100.000 en Espa?a). La explicaci¨®n detr¨¢s de estos n¨²meros est¨¢, en parte, en los abultados ¨ªndices de desigualdad.
Regina, de 26 a?os, vive en una comunidad residencial cerrada de alta seguridad en la capital hondure?a, Tegucigalpa, en la que residen 150 personas.
¡°Mis padres siempre tienen miedo por mi seguridad y la de mi hermana. Podemos salir en coche privado por la noche, pero utilizar el transporte p¨²blico supondr¨ªa un problema. Tampoco ir¨ªa andando por la noche [...] Hay que estar siempre alerta. Para protegerte tienes que vivir en casas cerradas con seguridad privada, y si no puedes permit¨ªrtelo, debes tener cuidado¡±.
Carmen, de 34 a?os, vive en otro barrio de Tegucigalpa que no tiene agua corriente, ni farolas ni calles asfaltadas que permitan el acceso de coches. Varios de sus amigos y familiares han sido asesinados, dos de ellos en su casa.
¡°Me siento totalmente desprotegida por el Estado, sobre todo porque no se preocupan por nosotros [los habitantes de su barrio]. Al contrario, nos estigmatizan porque clasifican nuestros barrios como ¡°barrios calientes¡±, lo cual significa que saben lo dif¨ªcil que nos resulta vivir aqu¨ª y optan por no hacer nada al respecto. He intentado denunciar actos de violencia contra las mujeres que se producen en mi comunidad, pero todas las veces los pandilleros me han parado para decirme que tengo que pedirles permiso antes de denunciar cualquier abuso¡±.
Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam
He luchado contra la desigualdad durante toda mi vida. En el lugar donde crec¨ª, en Uganda, mi familia no ten¨ªa mucho, pero est¨¢bamos entre los m¨¢s acomodados. Mi mejor amiga y yo ¨ªbamos al colegio juntas todos los d¨ªas. Yo ten¨ªa un par de zapatos, ella iba descalza. En aquel momento no entend¨ªa por qu¨¦, y ahora tampoco. Es necesario combatir la desigualdad siempre, en todo momento.
XY. Desigualdad de g¨¦nero
Hay quienes afirman que es la gran desigualdad entre todas las desigualdades. Ellas todav¨ªa se enfrentan a salarios m¨¢s bajos que los hombres por un mismo trabajo, tienen mayores dificultades para acceder a cargo de poder y se ven forzadas, en muchos casos, a abandonar sus empleos cuando son madres por falta de pol¨ªticas coherentes de conciliaci¨®n familiar. Todo esto, en los pa¨ªses desarrollados. Porque nacer mujer en otros puntos del mapa significa estar condenada a sufrir abusos, que mutilen sus genitales, ser obligada a contraer matrimonio, aun de ni?as, y no poder acceder por falta de medios y apoyo familiar a la educaci¨®n y estar abocadas a realizar las labores dom¨¦sticas de por vida.?
La Convenci¨®n sobre la Eliminaci¨®n de Todas las Formas de Discriminaci¨®n contra la Mujer llama a los Estados a erradicarla ¡°por todos los medios oportunos¡±, recuerda el informe. Hacen falta pol¨ªticas con perspectiva de g¨¦nero, reclama Oxfam. Todav¨ªa queda mucho por hacer si cada tres segundos una menor en es forzada a casarse, si una de cada cuatro adolescentes de entre 15 y 19 a?os del planeta ¡ª70 millones¡ª han sido v¨ªctimas de violencia f¨ªsica; y cada diez minutos, muere una por ello; si todav¨ªa, en los pa¨ªses en desarrollo, la principal causa de fallecimiento de chicas son las complicaciones derivadas del embarazo y el parto: 50.000 pierden la vida cada a?o. Son necesarias medidas para evitar heridas muy dolorosas, recuerda la ONG, porque unos 140 millones de peque?as y mujeres han sido sometidas a la ablaci¨®n, un n¨²mero que aumenta en dos millones cada a?o...
Zzzzzzzzz. ?Act¨²a!
La publicaci¨®n de este documento es una llamada a la conciencia de la ciudadan¨ªa y los Gobiernos para que se movilicen y tomen medidas en favor de una mayor justicia social. Dicen en Oxfam que la desigualdad no es inevitables. Y clama: ?Act¨²a!
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