Ordenadores que entienden a los humanos para buscar petr¨®leo
Repsol presenta un acuerdo con IBM para desarrollar sistemas de computaci¨®n cognitiva que interpreten cantidades ingentes de datos para detectar yacimientos de petr¨®leo y gas
Las compa?¨ªas energ¨¦ticas como Repsol tienen un problema de escasez y otro de abundancia. El gas y el petr¨®leo, esas masas subterr¨¢neas de energ¨ªa acumuladas durante millones de a?os en cad¨¢veres vegetales, ya no se encuentran a flor de tierra como en los buenos tiempos. En 1949, la profundidad media de un pozo en Estados Unidos era de 1.171 metros; en 2008, 1926. Los combustibles f¨®siles se acaban, y lo hacen justo ahora, cuando decenas de millones de personas en pa¨ªses de ?frica o Asia est¨¢n logrando acceder a la clase media, con sus utilitarios, su aire acondicionado y su apetito por la carne. Si nada cambia, en 2035 el consumo energ¨¦tico del planeta ser¨¢ un 50% superior y un 65% de esa voracidad ser¨¢ saciada con hidrocarburos.
Para hacer frente a este reto, encontrar el combustible en los escondrijos donde se oculta y seguir haciendo crecer su negocio, compa?¨ªas como Repsol cuentan con un recurso que, al contrario que las materias primas que busca, es muy abundante. El conocimiento en torno a todos los aspectos que rodean la compleja tarea de extraer hidrocarburos es m¨¢s abundante que nunca. Tanto, que no hay cerebro humano capaz de aprovecharlo, y los ordenadores empleados para ampliar nuestras capacidades de gesti¨®n de datos empiezan a resultar insuficientes.
Hoy, Repsol ha anunciado un acuerdo con IBM para no ahogarse en la abundancia de informaci¨®n y ponerla a su servicio. Entre las dos compa?¨ªas, dentro de un proyecto bautizado como Pegasus, est¨¢n desarrollando dos aplicaciones de lo que se conoce como computaci¨®n cognitiva para mejorar la capacidad estrat¨¦gica de la corporaci¨®n energ¨¦tica a la hora de seleccionar nuevos campos petrol¨ªferos en los que invertir y optimizar el uso de sus reservas. El proyecto se llevar¨¢ a cabo de forma conjunta por un equipo mixto de Repsol e IBM, que trabajar¨¢ en las instalaciones m¨¢s avanzadas que existen en este campo, como el primer laboratorio cognitivo del mundo, propiedad de IBM y situado en Nueva York, y en el Centro de Tecnolog¨ªa Repsol, en M¨®stoles (Madrid).
Ordenadores que hacen preguntas
Con los sistemas de computaci¨®n actuales, un ingeniero podr¨ªa plantear una hip¨®tesis, ense?arle al ordenador a ponerla a prueba y, teniendo en cuenta una gran cantidad de datos, comprobar si se cumple. ¡°Los nuevos sistemas ser¨¢n capaces de aprender y plantear nuevas preguntas¡±, explica Jordi Torres, investigador del Centro de Supercomputaci¨®n de Barcelona. ¡°Estos sistemas permiten tomar una gran cantidad de datos de diferente procedencia, desde art¨ªculos cient¨ªficos a noticias de peri¨®dico o im¨¢genes, analizarlos dentro de un contexto y, por ejemplo, descubrir una correlaci¨®n que ni se te hab¨ªa ocurrido y plantearte una nueva pregunta¡±, a?ade.
¡°De alguna manera, Watson emula la forma de razonar de las personas¡±, se?ala Elisa Mart¨ªn Garijo, directora de Innovaci¨®n y Tecnolog¨ªa de IBM Espa?a. ¡°Ante una pregunta, formula hip¨®tesis y escoge la respuesta en la que tienen un mayor nivel de confianza, muestra los pasos para llegar a esa respuesta, muestra un razonamiento y aprende de su experiencia¡±, contin¨²a. ¡°Estas m¨¢quinas no te ofrecen la respuesta correcta, te dan la mejor respuesta posible teniendo en cuenta el contexto; son capaces de gestionar la ambig¨¹edad de la vida real¡±, a?ade Torres.
¡°Como humano no tienes capacidad de acceso y procesamiento de una cantidad tan ingente de datos¡±, se?ala Santiago Quesada, director de Tecnolog¨ªa de Exploraci¨®n y Producci¨®n de Repsol. ¡°Con el nuevo sistema, al ordenador le podr¨ªas decir cu¨¢ntos yacimientos del mundo explotan en terrenos de carbonatos o areniscas y darle informaci¨®n para plantear el contexto geol¨®gico¡±, prosigue. ¡°Entonces, el ordenador combinar¨ªa esos datos con el acceso a informaci¨®n en toda la web, a bases de datos asociadas, informes¡ Y despu¨¦s proporcionar¨ªa su conclusi¨®n a los t¨¦cnicos que ser¨ªan siempre los responsables de tomar la decisi¨®n¡±, concluye Quesada. ¡°M¨¢s que ofrecerte una respuesta final, funciona como un asistente, que te hace recomendaciones¡±, puntualiza Torres.
Seg¨²n Quesada, el desarrollo de esta tecnolog¨ªa ayudar¨ªa a minimizar el n¨²mero de prospecciones err¨®neas, incrementando los beneficios de la compa?¨ªa y limitando el impacto ambiental de perforaciones in¨²tiles. Antes, la compa?¨ªa ya hab¨ªa colaborado con cient¨ªficos del CSIC, la Universidad de Standford e IBM para desarrollar proyectos tecnol¨®gicos como Caleidoscopio. Este sistema, que hace posible procesar im¨¢genes s¨ªsmicas con mayor rapidez y de una forma m¨¢s fiable, incrementa las posibilidades de encontrar petr¨®leo y gas a miles de metros bajo el suelo y habr¨ªa desempe?ado, seg¨²n la compa?¨ªa, un importante papel en sus m¨¢s de 50 descubrimientos de yacimientos de hidrocarburos en los ¨²ltimos ocho a?os.
Las capacidades de la computaci¨®n cognitiva no solo tendr¨¢n aplicaciones en la extracci¨®n de combustibles f¨®siles. IBM tambi¨¦n trabaja en el campo de la salud para gestionar la gran cantidad de informaci¨®n que est¨¢ proporcionando la gen¨®mica para ofrecer a los especialistas la capacidad de interpretarla y ponerla a disposici¨®n de los pacientes. Con estos asesores inform¨¢ticos, las posibilidades de an¨¢lisis que ahora solo est¨¢n a disposici¨®n de los hospitales con los mejores especialistas se podr¨¢ acercar a centros de salud con menos recursos.
En una combinaci¨®n de la capacidad de los ordenadores para procesar lenguaje natural, gestionar la ambig¨¹edad y comprender contextos, Jordi Torres cuenta que alguno de sus alumnos est¨¢ aplicando este conocimiento a las redes sociales para predecir el futuro. ¡°A trav¨¦s de los tuits, ser¨ªa posible prever, por ejemplo, si hay mucha gente que se va a presentar a un evento en una plaza, y con esa informaci¨®n se podr¨ªa planificar la presencia policial necesaria o informar a los taxistas¡±, explica. Como en el caso de la explotaci¨®n de recursos naturales, la capacidad de acercar el modo de razonar de los ordenadores al de los humanos, puede cambiar a la humanidad misma.
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