Woody Allen: ¡°De no ser t¨ªmido, habr¨ªa tenido una vida mejor¡±
Claustrof¨®bico, alarmista, t¨ªmido, pesimista... Calificativos para un cineasta genial que con casi 80 a?os, vuelve a su cita anual con una nueva pel¨ªcula: 'Magia a la luz de la luna'
Los chistes, la angustia existencial, el autoan¨¢lisis, la lucidez. Los pensamientos sombr¨ªos, los requiebros, la falta de esperanza, el buen humor. El cine de Woody Allen contiene todos estos ?elementos, Woody Allen se compone de todos ellos, y todos ellos aparecen a lo largo de esta entrevista que se celebra en un lujoso hotel de Par¨ªs. A punto de cumplir los 80 a?os, el viejo Allan Stewart K?nigsberg, mago de la palabra cinematogr¨¢fica, reverenciado director y agudo ?comediante, autor de pel¨ªculas deslumbrantes como Manhattan, Annie Hall, Zelig o Delitos y faltas, entre muchas otras, acude fiel a su cita anual con las pantallas, un compromiso del que no se ha apeado m¨¢s que dos veces desde el a?o 1966. Una pel¨ªcula al a?o. Su compulsi¨®n en la elaboraci¨®n de largometrajes no tiene parang¨®n. Y ya van 46 pel¨ªculas detr¨¢s de la c¨¢mara.
Magia a la luz de la luna, su nueva entrega, la historia de un mago interpretado por Colin Firth que intenta desenmascarar a una m¨¦dium (Emma Stone) en la Francia de los a?os veinte (se estrena el pr¨®ximo 5 de diciembre), llega despu¨¦s de una de las m¨¢s aclamadas pel¨ªculas de su filmograf¨ªa, Blue Jasmine. Allen se muestra en buena forma durante la entrevista. Cualquiera dir¨ªa que va a cumplir 80. S¨®lo se incomoda cuando es preguntado por la acusaci¨®n de su hija adoptiva Dylan Farrow, que afirma haber sido v¨ªctima de abusos sexuales cuando ten¨ªa siete a?os. A pesar de que el caso fue desestimado en 1993 por falta de pruebas, Dylan Farrow escribi¨® el pasado mes de febrero una carta en The New York Times en la que volv¨ªa a acusarle. S¨®lo en lo relativo a esta cuesti¨®n Allen se revuelve en el sill¨®n, sobrepone su argumentario sobre el enunciado de la pregunta y hace todo lo posible por evitar la cuesti¨®n.
Est¨¢s condenado a muerte desde el nacimiento. ?Y todo para qu¨¦?"
El hombre que sue?a con ara?as, seg¨²n confiesa, y cuya pel¨ªcula favorita es El ladr¨®n de bicicletas, del maestro De Sica, responde ligeramente repantingado en una butaca de la habitaci¨®n 205 del hotel Le Bristol en el que botones con bonete acarrean paquetes por recepci¨®n como si sigui¨¦ramos en ese Par¨ªs de los a?os veinte que a Allen tanto le fascina. Habla con cierta lentitud, l¨²cido y pesimista. De vez en cuando, detr¨¢s de sus palabras, emerge su sonrisa de ni?o pillo.
A trav¨¦s del mago Stanley Crawford, el protagonista de su nueva pel¨ªcula, usted describe a un hombre que quiere escapar de la realidad para abrazar la magia. ?Hace usted lo mismo? S¨ª, pero no podemos. A los dos nos gustar¨ªa que hubiera algo m¨¢gico en el universo, en la vida, pero, desafortunadamente, parece que lo que ves es lo que hay.
O sea, que es usted tan racional como el personaje. Totalmente.
?Y qu¨¦ supone esto en su vida? Significa que la mayor parte del tiempo est¨¢s deprimido, en vez de estar feliz. Es triste la condici¨®n del ser humano, tener que pasar por esto¡
?A qu¨¦ se refiere? Vivimos en un mundo que no tiene sentido, ni prop¨®sito. Somos mortales, y todas las preguntas importantes¡ Para m¨ª lo importante no ha sido nunca qui¨¦n es el presidente de Estados Unidos, esas cuestiones van y vienen. Las preguntas importantes se quedan con nosotros y no tienen respuesta. ?Por qu¨¦ estamos aqu¨ª? ?Qu¨¦ estamos haciendo aqu¨ª? ?De qu¨¦ va esto? ?Por qu¨¦ es importante que envejezcamos, por qu¨¦ morimos? ?Qu¨¦ significa la vida? Y si no significa nada, ?de qu¨¦ sirve? Esas son las grandes cuestiones que nos vuelven locos, no tienen respuesta, y uno tiene que seguir adelante y olvidarse de ellas.
Usted ha abordado todas estas cuestiones a lo largo de su filmograf¨ªa. A medida que pasa el tiempo, ?las afronta uno de un modo distinto? Alguna gente s¨ª; alguna gente cambia. Yo no he cambiado lo suficiente; ojal¨¢ hubiera podido cambiar m¨¢s. Hay gente cuyos puntos de vista se modifican seg¨²n pasan las d¨¦cadas. Empiezan creyendo en Dios y cuando son m¨¢s mayores ya no creen porque la vida les ha desilusionado. A otros les pasa lo contrario, se hacen mayores y empiezan a creer en Dios porque su experiencia les lleva a la conclusi¨®n de que hay un poder superior, que hay algo m¨¢s¡
No es su caso. No, yo no creo. Tengo una visi¨®n pesimista y realista de las cosas. Como Colin Firth en esta pel¨ªcula, creo que lo que ves es lo que hay.
En un momento dado de la pel¨ªcula, el personaje interpretado por Emma Stone dice algo como: ¡°Todos necesitamos mentiras para poder vivir¡±. ?Necesitamos mentiras para vivir? S¨ª; Nietzsche lo dijo; Freud lo dijo; Eugene O¡¯Neill lo dijo en una de sus obras. Necesitamos espejismos, la vida es demasiado terrible de afrontar y no podemos afrontar la verdad de lo que es la vida porque es demasiado horrible. Cada ser humano posee un mecanismo de negaci¨®n para sobrevivir. La ¨²nica manera de sobrevivir es negar, ?negar el qu¨¦?: negar la realidad. La vida es una situaci¨®n tan tr¨¢gica que solo negando la realidad sobrevives.
?Siempre le pareci¨® tan tr¨¢gica la vida? S¨ª, desde que fui capaz de pensar, desde que ten¨ªa cinco a?os, siempre me pareci¨® tremendamente tr¨¢gica.
Cuatro estatuillas
Woody Allen. Nacido en Brooklyn (Nueva York) el 1 de diciembre de 1935, dio sus primeros pasos como monologuista en los a?os sesenta. Su primera pel¨ªcula, como guionista y actor fue ?Qu¨¦ tal, Pussycat? Su primer largometraje, Toma el dinero y corre, en 1969. Nunca acude a la gala de los Oscar, no cree en esos premios, pero Hollywood s¨ª cree en ¨¦l: ha recibido un total de 24 nominaciones a lo largo de su carrera, 16 como guionista. Y ha logrado cuatro estatuillas.
En la pel¨ªcula que estrena el 5 de diciembre vuelve a transitar por el terreno de la comedia ligera. Magia a la luz de la luna, ambientada en la Costa Azul de los a?os veinte, supone el fichaje de la magn¨¦tica actriz Emma Stone. La m¨¢quina de hacer pel¨ªculas no se detiene.
?Por qu¨¦? Porque pude ver lo que era desde una edad temprana. Pude ver que naces, que no sabes por qu¨¦ naces, que vives un n¨²mero de a?os, impredeciblemente, puedes morir en cualquier momento, puedes morir a los 5 a?os o a los 15 o a los 50, nunca vas a sentirte seguro y relajado, siempre tienes que estar alerta; e incluso con esto, finalmente, vas a morir; est¨¢s condenado a muerte desde el nacimiento; consigues una pena de muerte en el instante en que naces, as¨ª que ?muchas gracias! ?Y todo para qu¨¦?
Usted viene haciendo una pel¨ªcula al a?o desde 1966, con dos excepciones. ?C¨®mo lo hace? No se debe confundir la cantidad con la calidad. He estado sano, gracias a Dios, y sigo trabajando, es agradable. Pero esto no dice nada de la calidad de las pel¨ªculas. Si me dijera que he estado haciendo grandes filmes, uno tras otro, desde 1966, eso ser¨ªa un logro.
Bueno, de hecho es algo por lo que se le critica: por hacer muchas pel¨ªculas y, tal vez, no tan buenas como las que rodaba en los a?os setenta. ?Qu¨¦ opina sobre esto? No pienso nada, no significa nada para m¨ª. Hay gente que me dice que Match Point; Midnight in Paris; Vicky, Cristina, Barcelona y Blue Jasmine son las mejores pel¨ªculas que he hecho en mi vida. ?Qu¨¦ m¨¢s da lo que piense la gente? Da igual.
Y usted ?qu¨¦ piensa? He le¨ªdo que es tan perfeccionista que cada vez que ve una de sus pel¨ªculas, no le gusta. ?Est¨¢ ?especialmente orgulloso de alguna de ellas? Oh, s¨ª; creo que he hecho algunas pel¨ªculas buenas; no, grandes pel¨ªculas, pero s¨ª pel¨ªculas buenas.
?Cu¨¢les ser¨ªan esas para usted? La rosa p¨²rpura del Cairo es una buena pel¨ªcula; Zelig, tambi¨¦n; Balas sobre Broadway¡
?Qu¨¦ hace que una cinta sea buena? Para m¨ª una buena pel¨ªcula es cuando estoy en casa, tengo una idea, la escribo, la filmo, la monto, le pongo la m¨²sica y digo: ¡°?Sali¨® como yo quer¨ªa, es exactamente lo que quer¨ªa!¡±.
Tengo entendido que cuando usted rod¨® Manhattan, no le gust¨® nada e incluso ofreci¨® a United Artists rodar una de forma gratuita si no la exhib¨ªan. S¨ª, no estaba contento cuando acab¨¦ Manhattan porque no consegu¨ª lo que quer¨ªa. A la gente le gust¨®, fenomenal, pero no es lo que yo quer¨ªa. Lo mismo me pas¨® con Hannah y sus hermanas, que tuvo mucho ¨¦xito, pero no para m¨ª.
M¨¢s de una vez ha dicho usted que rodar es una manera de escapar de sus ansiedades. S¨ª, me permite no pensar en cuestiones sombr¨ªas. Pienso en si podr¨¦ contratar a Emma Stone para la pel¨ªcula, o a Colin Firth; si deber¨¦ rodarla en el sur de Francia o en Boston. Esos problemas triviales se pueden solucionar, y si no se solucionan, nadie me mata; si todo sale mal, mal, mal, el resultado es, simplemente, que tengo una mala ?pel¨ªcula. Los otros problemas, los que no puedo resolver, s¨ª que me matan.
Entre esos problemas estar¨¢, supongo, lo ocurrido este a?o con su hija adoptiva Dylan Farrow, que le habr¨¢ afectado¡ No, yo compartimento muy bien las cosas.
?No le afecta? Yo s¨®lo trabajo, no leo lo que dicen sobre m¨ª en la prensa, nunca leo las cr¨ªticas de mis pel¨ªculas, ni veo mis pel¨ªculas. No he vuelto a ver Toma el dinero y corre desde 1967, cuando la rod¨¦¡ Yo solo trabajo; es lo ¨²nico importante para m¨ª; ni los premios, ni las cr¨ªticas, ni las cuestiones financieras¡ No leo lo que se publica de m¨ª en la prensa; sea bueno o malo, cr¨ªticas¡
S¨ª, pero esta vez tuvo la necesidad de escribir en The New York Times su versi¨®n de los hechos¡ S¨ª, tuve que corregir algo.
Se trata de una acusaci¨®n de abusos sexuales¡ Tuve que corregir algo y lo hice. Lo escrib¨ª r¨¢pido,no me llev¨® m¨¢s de una hora. Y eso fue todo.
En Woody Allen: un documental, realizado en 2011, gente que trabaj¨® con usted le describ¨ªa como una persona t¨ªmida, un poco adolescente, hipocondriaco, lleno de fobias. ?Es as¨ª? Hasta cierto punto. No estoy lleno de fobias, tengo algunas. No voy por t¨²neles, soy claustrof¨®bico. No soy un hipocondriaco; m¨¢s bien un alarmista: no imagino que estoy enfermo, pero si veo una cosa peque?ita aqu¨ª, una picadura de mosquito, pienso que es un tumor cerebral. Tengo ?peculiaridades, pero no son peligrosas¡
T¨ªmido¡ S¨ª, siempre luch¨¦ contra esto. Ojal¨¢ no hubiera sido tan t¨ªmido, hubiera tenido una vida mejor si no llego a serlo.
Ha rodado la mayor parte de sus ¨²ltimos largometrajes en Europa. ?Lo ha hecho para poder mantener su independencia? No. Fue por cuestiones de financiaci¨®n, al principio. Siempre he sido independiente, siempre he tenido el corte final, nunca, nunca, nunca han tocado mis pel¨ªculas, desde la primera que rod¨¦.
?Siempre ha sido libre? Completamente, libre al 100%.
Para m¨ª una buena pel¨ªcula es cuando tengo una idea, la escribo,
la filmo, la monto y digo: 'Sali¨® exactamente como yo quer¨ªa"
?Tuvo esto alg¨²n coste para usted? Mientras mis pel¨ªculas no salgan muy caras, les da igual lo que haga. Tuve problemas para conseguir dinero y me propusieron que si hac¨ªa Match Point en Londres, me la financiaban, as¨ª que fui y me gust¨®. Luego llamaron de Espa?a para que hiciera una pel¨ªcula en Barcelona.
?Qu¨¦ recuerda de aquellos d¨ªas en Barcelona? Me encant¨®, tuve una gran experiencia. Me encanta Espa?a en general. Mi mujer y yo lo pasamos muy bien all¨ª. Vivimos en Barcelona una temporada, toqu¨¦ mucho jazz. Me encant¨® Madrid cuando fui, San Sebasti¨¢n¡ Y Oviedo me volvi¨® loco: si alguna vez tuviera que jubilarme, Oviedo ser¨ªa el sitio.
?Vaya! Es precioso, me encanta el tiempo, las comidas, la gente¡ Y en Barcelona estuve varios meses; con Scarlett Johansson, con Javier Bardem, con Pen¨¦lope Cruz, lo pas¨¦ muy bien.
Suele usted decir que en Europa le consideramos un intelectual porque lleva gafas de pasta, pero que en realidad no lo es¡ S¨ª, eso es lo que la gente piensa de m¨ª.
O sea, que usted no es un intelectual. No soy un intelectual, pero la gente piensa que lo soy porque tengo el aspecto que se atribuye a los intelectuales. Pero estos no tienen un aspecto especial; tienen el mismo que los levantadores de pesas o que los jugadores de b¨¦isbol¡ Hace a?os, si le¨ªas mucho, se te estropeaba la vista, y si llevabas gafas era porque le¨ªas mucho, porque eras una persona de libros. Pero yo no soy un intelectual.
Acostumbra usted a contar que lo que le gusta es beberse una cerveza viendo un partido de b¨¦isbol¡ S¨ª, no soy un intelectual. Me gusta tocar jazz; me gusta ver baloncesto, b¨¦isbol, f¨²tbol americano, tenis, me gustan los deportes¡ No son actividades de intelectual.
Despu¨¦s de venir tanto a Europa para sus pel¨ªculas, ?no echa de menos Nueva York, como ciudad, para rodar? No, no demasiado. De vez en cuando me gustar¨ªa hacer una pel¨ªcula en Nueva York, porque estoy loco por la ciudad de Nueva York, pero no es que me vaya a Sud¨¢n o a Libia a rodar; voy a hacer pel¨ªculas a Barcelona, Londres, Par¨ªs, Roma¡
S¨ª, y se dice que sus pel¨ªculas son muy tur¨ªsticas¡ Ah, s¨ª, para m¨ª las ciudades son personajes vivos, como Nueva York. El lugar en el que estoy es muy importante para m¨ª, soy muy de ciudad y me gusta que el p¨²blico sienta la ciudad como yo la siento. Con Nueva York me sol¨ªan decir lo mismo, que no era tal y como yo la retrataba.
Eso le dijeron cuando hizo Manhattan¡ S¨ª, y dije que me daba igual. Soy un artista, no soy un periodista; te muestro c¨®mo siento Nueva York, mis impresiones de la ciudad, lo mismo con Barcelona y con Roma¡ Yo voy a esas ciudades como turista, soy un turista en Roma, soy un turista en Barcelona, y las veo desde los ojos del turista que se enamora de ellas. Como turista, no me enamoro de todas las ciudades a las que voy, he viajado por toda Europa. Pero he tenido un sentimiento muy apasionado en las ciudades en las que he rodado.
Sigue usted sin acudir a la entrega de los Oscar. ?Por qu¨¦? No soy una persona de premios. Se puede decir cu¨¢l es la pel¨ªcula favorita de uno, pero no cu¨¢l es la mejor pel¨ªcula. ?Qui¨¦n puede decir eso? Son valoraciones personales, no significan nada. Para los Oscar, la gente hace campa?a y gasta millones de d¨®lares para comprar esos premios.
En otro orden de cosas, se?or Allen, ?a usted qu¨¦ le preocupa del mundo en el que vivimos, del rumbo que ha tomado nuestra civilizaci¨®n? Soy muy pesimista porque el problema del mundo es que depende de la gente. Si miras la historia, ves que la gente no ha hecho un buen trabajo administr¨¢ndolo, cuid¨¢ndolo, viviendo en ¨¦l. No tengo muy claro que el mundo vaya a sobrevivir; no hay muchas razones para el optimismo en estos momentos, tal vez en unos a?os haya mejores perspectivas.
?No encuentra usted ning¨²n motivo para la esperanza? Bueno, hay una porci¨®n de la gente que es agradable. Pero o no hay suficiente, o son demasiado pasivos, o la tarea es abrumadora; o los malos tienen m¨¢s ambici¨®n y energ¨ªa. Pero es dif¨ªcil hallar un punto luminoso en la historia de la humanidad.
?La gente, en general, no es buena? La gente, en general, est¨¢ asustada. Y cuando est¨¢n asustados, act¨²an equivocadamente, se comportan mal. Es la condici¨®n humana, la tr¨¢gica condici¨®n de la existencia, la gente est¨¢ ansiosa y asustada, no tiene nada en lo que creer, ni tiene esperanza, y la vida es muy complicada, y se comportan mal. Si ma?ana quedara claro que la vida tiene sentido, o que hay un dios en el universo, seguro que la gente actuar¨ªa mejor, y la situaci¨®n cambiar¨ªa para mejor radicalmente. No es que la gente sea inherentemente mala, es que tiene miedo y por eso se comporta mal.
?Lo tiene usted? Yo estoy tan asustado como los dem¨¢s, m¨¢s que la mayor¨ªa; y soy una de las personas que se comportan decentemente a pesar de todo. Hay gente as¨ª, pero no demasiada.
Al ritmo que sigue rodando, no parece que tenga usted pensado retirarse del cine. No tengo planes de retirarme en estos momentos. Pero puedo volver a mi habitaci¨®n y me puede dar un infarto y quedar mal, y entonces me retirar¨ªa. Si la salud aguanta, si estoy sano y la gente quiere poner dinero para mis pel¨ªculas, no me retirar¨¦. Si enfermo o la edad me ralentiza de un modo que me averg¨¹ence, o no consigo dinero para mis pel¨ªculas, pues me retirar¨¦.
Y a estas alturas de la vida, usted ?qu¨¦ quiere? No lo s¨¦. Dos camareras de c¨®cteles de 20 a?os.
?Nada m¨¢s? ?No necesito nada m¨¢s!
?Nada m¨¢s? No, ?estoy en forma!
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